FLUIDOS SOSTENIBLES PARA UNA ELECTROMOVILIDAD CRECIENTE
FUCHS, AMALIE Y CEPSA OFRECEN SU VISIÓN DEL ESCENARIO ACTUAL
Mayores niveles de cumplimiento del círculo virtuoso ecológico combinados con la progresiva evolución del vehículo eléctrico. Tres especialistas del mundo de los lubricantes comentan las claves de esta evolución para AutoRevista.
Jargumenta esús Somoza, Automotive Marketing que “las personas, a menudo, asocian Manager en Fuchs Lubricantes, los coches eléctricos con el término E- Mobility que, sin embargo, abarca muchos más aspectos y desarrollos. En general, este concepto significa movilidad eléctrica, en cualquier aplicación (vehículo), en tierra, agua y aire. E-Mobility no es solo una descripción del tipo de transmisión en los vehículos, también está fuertemente relacionado con la Industria energética, la Ecología, la Industria automotriz y, destacando especialmente, con la cadena de suministro y de valor”. Somoza explica que “la cadena de suministro de energía de E-Mobility es totalmente diferente a la del combustible convencional. Supone un cambio de combustibles petroquímicos a generación y almacenamiento de energía eléctrica, lo que implica la existencia de varias fuentes de energía (renovables y fósiles); varias rutas de energía desde la fuente al vehículo (cable o hidrógeno); y oportunidad para integrar el vehículo en la red eléctrica mientras se estaciona”. Para el directivo de Fuchs, la E-Mobility está fuertemente relacionada con un cambio en la industria proveedora de energía, impulsado principalmente por razones políticas y/o ecológicas. Somoza considera que “E-Mobility es un componente clave para la neutralidad de emisiones de carbono. Los vehículos eléctricos no producen contaminación del aire local, esta se traslada a la fase de generación de energía para mejorar así la limpieza del aire del centro de la ciudad. El origen de las emisiones de CO estará cada vez más en la fase de fabricación de vehículos, en lugar de en su uso como ocurre ahora, eso significa que se traslada la responsabilidad de su reducción al fabricante y subsecuentes TIERs. La cadena de valor de los componentes del tren motriz eléctrico es, al igual que las materias primas y la cadena de suministro de energía, en su mayoría diferente de los trenes motrices convencionales. Esto transformará
La cadena de suministro de energía de E-Mobility es totalmente diferente a la del combustible convencional. Supone un cambio de combustibles petroquímicos a generación y almacenamiento de energía eléctrica
Jesús Somoza, Fuchs Lubricantes
toda la industria y también nuestro negocio: Nuevos clientes, nuevas formas de abordar el negocio. El directivo de Fuchs añade qie “E-Mobility implica importantes disrupciones en la automoción que exigirán requisitos completamente diferentes: desde la propiedad de vehículos hasta el uso de la ‘movilidad como Servicio’; y desde la conducción convencional hasta la autónoma”. En este contexto, Jesús Somoza subraya que “el marco regulatorio es cada día más exigente. La eliminación de componentes como Boro o Formaldehido resulta clave para asegurar su cumplimiento, además de las propias exigencias internas de cada compañía. La simplificación y consolidación de productos/proveedores es prioritaria a medida que nuestros clientes operan cada vez más de forma transnacional. Reducir proveedores y complejidad es un claro beneficio percibido. “Para los fabricantes de vehículos y TIERs”, opina el representante de Fuchs, “es clave en el escenario actual, disponer de proveedores globales con formulaciones similares probadas, globalmente disponibles y reguladas, con capacidad de producir y suministrar localmente. Centrándonos exclusivamente en los lubricantes y su tecnología, a la demanda de materiales con fricciones ultra bajas, bajo nivel de ruido y propiedades hápticas, compatibilidad con plásticos y polímeros, resistencia a corrientes eléctricas y magnéticas o duración de por vida, se une ahora la exigencia de proveer propiedades tribológicas, además de la capacidad de disipar calor, con la llegada de las baterías en el conjunto motor, todo un reto que Fuchs ya está liderando”. En lo referente a transmisiones, Somoza comenta que “nos encontramos que todos los aceites usados en motores de combustión actualmente necesitarán ser modificados -excepto en el caso de los amortiguadorespara adaptarlos a las nuevas demandas en vehículos híbridos o puramente eléctricos descritas. Por otro lado, aparecen nuevas aplicaciones en el campo de las grasas, y la necesidad a su vez de modificar muchos de las grasas utilizadas actualmente en aplicaciones existentes”. Finalmente, el Automotive Marketing Manager de Fuchus Lubricantes, expone que “la gestión térmica de las baterías abre un campo de investigación nuevo en el ámbito de los termofluidos para adaptarse a la alta densidad de energía requerida, la existencia de más componentes integrados, la obtención de la máxima eficiencia necesaria y por supuesto la gestión térmica de carga rápida”. “La posibilidad de poder utilizar un único fluido dieléctrico que, además de proveer de estas capacidades de gestión térmica, sea a su vez el lubricante del sistema de transmisión/e-motor y otros componentes es el gran reto actual. Fuchs está liderando el desarrollo de este fluido combinado que evite el desgaste, reduzca la fricción y transporte de calor en colaboración con diferentes OEM y TIERS globales a través de diversos proyectos financiados por diferentes entidades”, concluye Jesús Somoza. Para Enrique Sánchez Lamadrid, director general de FACTORES DE CAMBIO Amalie Petroquímica, “los factores de cambio en el mundo de los lubricantes son las nuevas tecnologías en los motores, la incertidumbre en el escenario regulatorio, las nuevas normativas medioambientales, el cambio en los patrones de uso, el menor mantenimiento de los coches, la caída de los márgenes debido a una gran competencia en un mercado muy maduro o el incremento de las materias primas, entre otros. La continua innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías suponen un reto para el sector de los lubricantes que debe adaptarse a la evolución de los vehículos y las nuevas necesidades”. Sánchez Lamadrid apunta que “la electromovilidad empieza a despegar lentamente, si bien es cierto que el objetivo del Gobierno es llegar a los cinco millones
de vehículos eléctricos en 2030 será difícil de cumplir. A fecha de hoy, sigue prevaleciendo el vehículo de motor, por lo que el sector de lubricantes sigue siendo necesario. Y no debemos de olvidar a los vehículos pesados y la maquinaria agrícola, cuyo protagonismo no deja de ser importante, y necesitan este tipo de productos”. El directivo de Amalie sostiene que “los desafíos que afronta el mundo de los lubricantes son los que venimos aplicando en nuestra compañía desde hace mucho tiempo. El medio ambiente es y debe seguir siendo fundamental y cuidarlo es responsabilidad de todos. Está sobradamente demostrado que el reciclaje ayuda a preservar nuestro entorno y reduce la contaminación”.
En su afán de proteger el medio ambiente, Amalie está adherida al SIGAUS (Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados), por el cual la compañía cumple con obligaciones relacionadas con los residuos que se generan tras el uso o consumo de los lubricantes. “Además, estamos comprometidos con Ecoembes (organización que cuida del medio ambiente a través del reciclaje y el ecodiseño de los envases en España) en su labor por el cuidado del Medio Ambiente. Nuestra misión es hacer posible que los envases que se depositan en los contenedores amarillos (envases de plástico, latas y briks) y azules (envases de papel y cartón) se reciclen, convirtiéndose en nuevas materias primas y contribuyendo a preservar nuestro entorno natural”, señala Sánchez Lamadrid. El director general de Amalie subraya que “nuestros lubricantes mejoran la eficiencia mecánica (fricción reducida) y contribuyen directamente por tanto a las emisiones reducidas, incluidas las emisiones de CO2. Indirectamente, muchos cambios en el diseño del motor, como la reducción de tamaño o la adopción de dispositivos de control de emisiones (convertidores catalíticos) no serían viables sin cambios significativos en la química del lubricante. La tecnología de lubricantes ha evolucionado para adaptarse a estos cambios, a menudo abordando demandas técnicas competitivas, mientras continúa ofreciendo los mismos niveles de rendimiento fundamental de lubricantes. Estamos orgullosos de la contribución de los lubricantes y las tecnologías innovadoras para la reducción de CO2 en el sector del transporte en Europa”. Enrique Sánchez Lamadrid añade que “nuestra empresa concede una enorme importancia a la I+D+i, y, de hecho, no cesamos de innovar y de buscar nuevos productos y soluciones adaptadas al mercado y con todas las garantías. Nuestras plantas de fabricación cuentan con los certificados de aseguramiento de calidad total ISO 9001:2008 e ISO 14001:2004 que certifican que nuestros lubricantes están fabricados con las mejores bases y aditivos capaces de asegurar siempre un alto rendimiento en todo tipo de motores. Además, hemos renovado las homologaciones de los principales constructores de automoción y organismos internacionales, lo que certifica el alto estándar
El origen de las emisiones de CO2 estará cada vez más en la fase de fabricación de vehículos, en lugar de en su uso como ocurre ahora, eso significa que se traslada la responsabilidad de su reducción al fabricante y subsecuentes TIERs
Jesús Somoza, Fuchs Lubricantes
Muchos cambios en el diseño del motor, como la reducción de tamaño o la adopción de dispositivos de control de emisiones (convertidores catalíticos) no serían viables sin cambios significativos en la química del lubricante
Enrique Sánchez Lamadrid, Amalie Petroquímica
de calidad de nuestros productos, que se adecúan a las normas y siguen la senda de la innovación. En concreto, hemos actualizado nuestras homologaciones con la API (American Petroleum Institute) y con ACEA (Asociación de Constructores Europeos del Automóvil), así como aquellas otorgadas por los siguientes fabricantes: Mercedes Benz-Daimler, Grupo Volkswagen, Ford, Volvo, Mercedes Benz-Daimler vehículo industrial, Renault, ZF Dexron II y ZF Dexron III”. Desde manifiestan que “el mercado de lubricantes NICHOS DE INNOVACIÓN de motor en España es cada vez más maduro.
Cepsa Por ello, el hecho de que la venta de vehículos híbridos y eléctricos aumente tiene para Cepsa una lectura positiva porque se abren nuevas oportunidades y nichos donde innovar aportando otro tipo de soluciones, tanto al taller como al consumidor final. En esta línea, desde el Área Técnica de la Unidad de Lubricantes se trabaja de manera continua en el estudio de nuevos desarrollos que se adapten a estas necesidades, las cuales no pasan solo por aceites de motor convencional que protejan frente a nuevas problemáticas (corrosión, dilución por agua y/o combustible, formación de “lodos blancos”), sino por nuevas tecnologías de fluidos para la transmisión y el motor eléctrico, donde se exige lubricación, refrigeración y aislamiento eléctrico”. Los lubricantes de Cepsa se adaptan a las últimas exigencias y normativas desde el punto de vista de emisiones, aseguran desde la compañía, “lo que los hace compatibles con los nuevos sistemas de postratamiento de los gases de escape, potencian el ahorro de combustible y, por tanto, contribuyen de manera directa a la reducción de partículas y gases contaminantes y de efecto invernadero”. Para Cepsa, el desafío principal es “la tendencia al uso de aceites de muy baja viscosidad (0W-xx) que permiten reducir la fricción entre las piezas del motor. A menor fricción, menos pérdidas de energía calorífica residual y más energía mecánica útil destinada a mover el vehículo, logrando así que se queme menos combustible. Este ahorro de combustible genera de forma directa una reducción en las emisiones de CO2. Además, los lubricantes con este perfil de viscosidad se formulan con bases 100% sintéticas, que garantizan una mayor estabilidad oxidativa y, por tanto, mayor durabilidad del propio aceite y del motor, disminuyendo el gasto de mantenimiento y, con ello, favoreciendo la economía circular”. Cepsa cuenta con una amplia variedad de lubricantes destinados a aplicaciones industriales muy diversas entre sí. En todos los casos, la tendencia es la misma: por un lado, la eficiencia energética, es decir, lubricantes que generen menos fricción (disminuyendo el consumo de energía) y cuyas formulaciones mejoren su durabilidad (disminuyendo el consumo del propio aceite y optimizando mantenimientos); por otro lado, los procesos fabriles de tecnologías más avanzadas requieren lubricantes con un mayor grado de pureza, demandando aceites sometidos a microfiltración. Desde la compañía hablan de “un enfoque es, una vez más, al desarrollo de lubricantes de tecnología mucho más eficiente, de viscosidades más ligeras, 100% sintéticos y compatibles con los filtros de partículas (química “low SAPS”). Además, en los últimos estudios se contempla la introducción -en las formulaciones de los aceites- de ciertos componentes que, sin mermar las propiedades finales del producto, favorezcan la sostenibilidad ambiental y promuevan la economía circular”. En este camino, Cepsa se apoya de manera constante en sus socios tecnológicos, en universidades técnicas, en sus propios laboratorios de I+D+i (Centro de Investigación de Cepsa en Alcalá de Henares), así como en asociaciones a nivel estatal (Aselube) y europeo (Atiel), de las cuales Cepsa es miembro y participa de forma activa, estando de esta forma en línea con las últimas normativas ambientales, requerimientos de fabricantes de vehículos y con los códigos de buenas prácticas del sector.
El hecho de que la venta de vehículos híbridos y eléctricos aumente tiene para Cepsa una lectura positiva porque se abren nuevas oportunidades y nichos donde innovar