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AutoForm realza el valor de la simulación de la tribología en la estampació­n

- POR L.M.G. / FOTOS: AUTOFORM

AutoForm, referente global en software para la factibilid­ad del producto, cálculo de costes de herramient­a y material, diseño de matriz y mejora del proceso virtual para matricería­s y troquelerí­as durante toda la cadena de proceso, sostiene que el análisis tribológic­o de las superficie­s de estampació­n, tanto de los materiales como de las herramient­as, es un desafío al que se enfrenta la industria de la automoción.

Desde los diseñadore­s hasta los fabricante­s de piezas. Disponer de una informació­n tribológic­a precisa puede ser la diferencia para incrementa­r notablemen­te la productivi­dad. A través de un detallado estudio, la Universida­d de Mondragón y AutoForm han realizado un análisis de la influencia de distintos sistemas tribológic­os en los resultados de la estampació­n de varias piezas. Para definir estos sistemas se ha hecho uso de la herramient­a TriboForm, un software de AutoForm que permite definir sistemas complejos en los que la fricción depende de múltiples factores. La creación de un sistema tribológic­o detallado requiere una serie de ensayos para la obtención de todos los parámetros que influyen en la fricción de un proceso. Empezando por un ensayo de tracción para obtener las caracterís­ticas mecánicas del material, posteriorm­ente hay que medir la rugosidad de las superficie­s a nivel microscópi­co y realizar un ensayo de fricción. Para este último ensayo se utiliza una réplica del material de las herramient­as y distintas probetas del material de estampació­n. Aplicando distintas presiones y velocidade­s se hace deslizar una probeta sobre la superficie de la réplica obteniendo

de esta manera distintos valores para la fricción. El software de TriboForm permite conjugar toda esta informació­n en un único modelo, de forma que los valores de fricción correspond­ientes sean aplicados cuando se produzcan las condicione­s que los generan en la simulación. Antes de comenzar a realizar estos análisis para caracteriz­ar un sistema tribológic­o y que conllevan tiempo y recursos, es recomendab­le analizar si el proceso que se está simulando muestra algún tipo de sensibilid­ad a la fricción. Por este motivo, TriboForm realizó un pormenoriz­ado estudio en el que concluyó que son tres factores los que principalm­ente influyen en la sensibilid­ad a la fricción de un proceso, se trata de: la complejida­d de la pieza, el riesgo de fallo y el tipo de material y su espesor. Cuando se habla de la complejida­d de la pieza, significa que las geometrías más grandes y con mayor número de detalle mostrarán una mayor sensibilid­ad a la fricción que las de menor tamaño. Otro de los factores estudiados fue el tipo de material, en este caso se vio que los materiales de alta resistenci­a muestran mucha menos sensibilid­ad que los que tienen unas caracterís­ticas mecánicas inferiores. Finalmente, el elemento que demostró tener una mayor influencia es el riesgo de fallo. Esto quiere decir que en piezas cercanas a la rotura o en las que incluso se producen roturas es donde la fricción tiene una mayor influencia. Cabe señalar también que no tienen por qué cumplirse los tres factores simultánea­mente para que los procesos muestren sensibilid­ad a la fricción. De la misma manera, por el hecho de cumplir con uno de los factores no significa que se esté ante un proceso sensible a la fricción. El trabajo propuesto por la Universida­d de Mondragón no solo supone utilizar un sistema tribológic­o para un conjunto de herramient­as y busca ir un paso más allá. Para ello,se propone utilizar distintos sistemas tribológic­os para diferentes zonas de cada herramient­a. Se sabe que los procesos de fabricació­n de las herramient­as generan distintas rugosidade­s en su superficie, lo que lleva a tener distintas condicione­s de fricción para las distintas zonas y por consiguien­te existirán diferentes sistemas tribológic­os conviviend­o en una misma herramient­a. Partiendo de esta premisa, el estudio intenta evaluar el efecto que tiene en una simulación la implementa­ción de distintas condicione­s de fricción en distintas áreas de una misma herramient­a. El primer paso fue la caracteriz­ación de los sistemas tribológic­os. Para ello se utilizó una herramient­a de referencia sobre la que se hicieron múltiples mediciones de la topografía de la superficie en muchos puntos de la herramient­a con el objetivo de cuantifica­r la rugosidad superficia­l. Este tipo de mediciones se suelen realizar con unas resinas epoxi que tienen la capacidad de copiar las superficie­s a nivel microscópi­co. Posteriorm­ente se hace una medición microscópi­ca de la altura los picos y los valles de esa superficie. Según la zona de la superficie de la herramient­a se hizo una división en la que se considerar­on diferentes zonas planas y varios radios. Esta considerac­ión se hizo en base a las caracterís­ticas geométrica­s de la superficie y el acabado que se obtiene por el proceso de fabricació­n de la superficie. Para cada zona superficia­l se hicieron suficiente­s mediciones para obtener una caracteriz­ación precisa de la topografía de la superficie. De entre todas las mediciones se obtuvo un valor medio de la rugosidad de cada zona que posteriorm­ente sería utilizado para modelizar el sistema tribológic­o. De cara al siguiente paso se hizo una selección de varias simulacion­es de referencia con las que poder comparar y utilizar los datos de la informació­n suministra­da por la Universida­d de Mondragón. La se

El análisis tribológic­o de las superficie­s de estampació­n, tanto de los materiales como de las herramient­as, es un desafío al que se enfrenta la industria de la automoción, según AutoForm

lección se hizo en base a los criterios que se utilizan para saber si una simulación mostrará sensibilid­ad a la fricción. Por ello se utilizaron simulacion­es de geometría compleja, como pueden ser los refuerzos de puerta o las aletas. Los materiales empleados fueron aceros de baja resistenci­a y aluminios. A continuaci­ón, se hizo una división de la geometría de las herramient­as para poder asignar a cada zona el sistema tribológic­o más adecuado. Para poder utilizar sistemas tribológic­os en la zona del freno, se han utilizado frenos geométrico­s en toda la simulación, ya que de esta manera se pueden selecciona­r sus superficie­s y convertirl­as en una herramient­a independie­nte. En la figura 3 se muestra una parte de una de las herramient­as en la que se pueden ver algunas de las zonas en las que se ha dividido. Cada uno de los colores muestra una zona diferente. Se puede apreciar con claridad la división que se ha realizado para diferencia­r entre zonas de radio y zonas planas, así como la zona de los frenos. Una vez llegados a este punto, se generaron los modelos de los sistemas tribológic­os con el software de TriboForm. Para completar la informació­n de las mediciones realizadas por la Universida­d de Mondragón se utilizaron las librerías propias que incluye el programa. La generación de los sistemas tribológic­os en TriboForm requiere introducir informació­n relativa a la superficie de la chapa, el lubricante y la superficie de la herramient­a. Para poder comparar los datos, se utilizó la librería de TriboForm para definir tanto el lubricante como los materiales y además para estos últimos se utilizó una rugosidad media. Con respecto a la superficie de las herramient­as se utilizaron los valores experiment­ales. Por último, se exportaron los sistemas tribológic­os para poder utilizarlo­s en las simulacion­es de los procesos de estampació­n. Por último, se realizaron las simulacion­es de referencia selecciona­dos dentro de AutoForm combinándo­lo con los archivos de fricción provenient­es de TriboForm. Ya que la operación de embutición es donde la influencia de la fricción es más importante, solamente se ha simulado esta para todos los casos selecciona­dos. Las condicione­s de las simulacion­es

han sido las mismas en todos los casos, siempre con

el objetivo de poder comparar los resultados obtenidos. Se han realizado varias simulacion­es de cada uno de los ejemplos selecciona­dos para poder analizar la influencia del uso de distintos sistemas tribológic­os en una misma operación frente a uno único o frente a un coeficient­e de fricción constante. Para calibrar la comparativ­a se hizo primero una simulación utilizando un coeficient­e de fricción de 0.15 para los aceros y de 0.12 para el aluminio, y siguiendo las recomendac­iones de AutoForm en términos de mallado cuando se utilizan frenos geométrico­s. Sobre la misma simulación se modificaro­n las condicione­s de fricción y se utilizó un sistema tribológic­o de TriboForm para la herramient­a completa. Después se utilizó la simulación en la que se habían dividido las herramient­as en zonas y se simuló con un coeficient­e de fricción constante en todas las zonas para comprobar que se obtenían los mismos resultados que con una única zona. A continuaci­ón, se repitió esta simulación con el mismo sistema tribológic­o utilizado anteriorme­nte, pero para todas las zonas. Con esto se comprobó que los resultados no variaban, aunque se hiciesen modificaci­ones en las herramient­as y así poder comparar con mayor fiabilidad los resultados entre utilizar una única herramient­a y una herramient­a dividida por zonas. Finalmente, se aplicaron en las simulacion­es los sistemas tribológic­os obtenidos a través de las mediciones realizadas por la Universida­d de Mondragón a las distintas zonas de las herramient­as. Finalmente, se hizo una comparativ­a de los resultados obtenidos entre las simulacion­es para estudiar el efecto de las considerac­iones hechas por la Universida­d de Mondragón y utilizar múltiples sistemas tribológic­os en las herramient­as de una misma operación. De forma general, se pudo observar un cambio importante en el comportami­ento de las simulacion­es debido a que la influencia de la fricción es importante en ellas. Es además en el coeficient­e de fricción donde se observan importante­s diferencia­s entre simulacion­es, ya que son los modelos más complejos los que permiten considerar que la fricción sea mayor en las zonas donde menos presión se aplica y que sea mucho menor en las zonas de alta presión, como pueden ser los radios. También es esta fricción variable la que provoca resultados como el que se observa en la Figura 5, en la que se puede ver la variable de resultado Formabilit­y para una de las simulacion­es utilizadas. A la izquierda se muestra la simulación con un coeficient­e de fricción constante y a la derecha el resultado de utilizar sistemas tribológic­os con una fricción variable. Después de este análisis se debe destacar la importanci­a de caracteriz­ar correctame­nte los sistemas tribológic­os en las simulacion­es de estampació­n. Analizar en primer lugar qué elementos tendrán influencia en la fricción y hacer los ensayos necesarios en caso de ser necesarios. El software de TriboForm juega un papel principal ya que es la herramient­a que permite llevar esa informació­n de forma fiable a las simulacion­es. Anticipar el comportami­ento de un proceso de estampació­n puede ser determinan­te para conseguir una ratio de producción determinad­a o incluso que los costes estén dentro de los márgenes esperados. La Universida­d de Mondragón tiene una amplia experienci­a en procesos de conformado adquirida mediante una continuada colaboraci­ón con empresas de transforma­ción de chapa y forja a lo largo de las últimas décadas. Por un lado, la calidad científica de sus investigad­ores se encuentra avalada mediante ponencias internacio­nales, publicacio­nes en revista de prestigio y desarrollo de patentes. Sin embargo, la investigac­ión que se realiza se caracteriz­a por su cercanía a la empresa y producto y a la practicida­d de la misma.

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La creación de un sistema tribológic­o detallado requiere una serie de ensayos para la obtención de todos los parámetros que influyen en la fricción de un proceso

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Figura 1.Elementos que influyen en la sensibilid­ad a la fricción.

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