Citroën ËC4. Conforty dinamismo a partes iguales
Citroën ha elegido nuestro país para la fabricación de su primer turismo 100% eléctrico, un modelo que comparte plataforma con otros integrantes del grupo, como los nuevos Peugeot 2008, DS3 Crossback u Opel Corsa. ¿Sus principales argumentos? Un buen comportamiento en carretera y un elevado nivel de confort.
L a electrificación ha entrado con fuerza con las fábricas españolas, y el Citroën ëC4 que hemos podido probar para este número de AutoRevista es una buena muestra de ello. Del mismo modo que los nuevos Opel Corsa y Peugeot 2008, el grupo francés decidió aprovechar la renovación del Citroën C4 para incorporar esta versión 100% eléctrica, que al igual que su hermano con motor de combustión interna se fabrica en la planta de Stellantis en Villaverde (Madrid). Uno de los puntos fuertes de la nueva generación del C4 es el empleo de la plataforma modular CMP para vehículos urbanos y compactos, utilizada también por modelos como el DS3 Crossback, los Peugeot 208 y 2008 o los Opel Corsa y Mokka. La principal ventaja de esta arquitectura es que permite desarrollar sobre la misma tanto vehículos térmicos como eléctricos de baterías, una solución que flexibiliza la producción de manera muy notable. Gracias a ello, todas las variantes se ensamblan sobre la misma línea de montaje, optimizando tantos los tiempos como los procesos de fabricación. SIN CAMBIOS ESTÉTICOS Esta plataforma ha permitido a la marca francesa desarrollar un vehículo 100% eléctrico sin cambios sustanciales respecto a las variantes con motor de gasolina o diésel. De hecho, tenemos que fijarnos muy bien para comprobar que nos encontramos ante un coche cero emisiones. Las cotas se mantienen sin cambios: mide 4,36 metros de largo, 1,80 m de ancho y 1,52 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,67 metros. Para encontrar diferencias en el exterior tenemos que fijarnos en detalles muy sutiles, como los pequeños emblemas de la serie o la ausencia de tubo de escape. La toma de carga está oculta bajo la trampilla del depósito de la gasolina, por lo que tampoco en este punto encontramos diferencias
Utiliza la plataforma modular CMP para vehículos urbanos y compactos
respecto a sus hermanos de gama. Por dentro, las dimensiones son exactamente las mismas que en un C4 convencional. La postura de conducción no sufre variaciones y las plazas traseras son idénticas, con poca altura al techo, pero con espacio más que suficiente para las piernas. El maletero tiene 380 litros de capacidad, igual que el C4, y cuenta con un práctico doble fondo para almacenar los cables del sistema de recarga.
UN INTERIOR BIEN CONSTRUIDO
Una vez dentro, el Citroën ëC4 respira el mismo aire del resto de la gama. El salpicadero presenta un diseño muy limpio y horizontal, con plásticos de buena calidad y unos ajustes más que aceptables. La pantalla del sistema de infoentretenimiento está ubicada en una posición elevada, pero es muy accesible y fácil de manejar. Su funcionamiento es correcto e integra un buen número de funciones, incluyendo la información del sistema eléctrico, a la que podemos acceder de manera rápida gracias a un botón situado en la consola central. Incorpora la imagen de la cámara trasera y una visión cenital 360 grados que es especialmente útil para aparcar en espacios estrechos. El sistema de climatización vuelve a optar por botones y mandos físicos, algo que nos parece muy positivo, ya que en buena parte de la familia Citroën estas funciones están ocultas dentro de los menús de la pantalla central. Esta decisión nos parece mucho más acertada, ya que nos permite realizar todas las funciones de manera mucho más rápida y sin necesidad de apartar la vista de la carretera. También nos gusta la gran cantidad de huecos portaobjetos y la comodidad de los asientos delanteros, con espumas y mullidos que incrementan de manera notable el confort a bordo. Por el contrario, consideramos que la pantalla de la instrumentación es mejorable tanto en tamaño como en calidad gráfica, así como el tacto del volante, que al presentar un aspecto muy cuadrado no es fácil de manejar cuando necesitamos realizar giros completos.
HASTA 350 KM DE AUTONOMÍA
El sistema de propulsión del Citroën ëC4 combina un motor eléctrico de 100 kW de potencia (equivalente a 136 CV) y 260 Nm de par, con el que acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada a 150 km/h. La encargada de suministrar energía a este motor es una batería de iones de litio con 50 kWh de capacidad bruta (46 kWh útiles), refrigerada por líquido y con celdas fabricadas por CATL. Con ella, el ëC4 homologa una autonomía eléctrica de 350 km en ciclo WLTP. En nuestra prueba, combinando autovía, carreteras
Combina un motor eléctrico de 100 kW y una batería de iones de litio de 50 kWh