Jose Ramón Anda
ARTISTA
Jose Ramón Anda es uno de los grandes nombres de la escultura contemporánea. Sus obras forman parte del paisaje de numerosas localidades de su Navarra natal y del País Vasco, creando inevitablemente una interacción entre las formas de sus monumentales piezas y los viandantes. No cabe lugar a la indiferencia: cada una de estas obras en su contexto -ya esté hecha de granito, bronce, acero corten, piedra caliza, hormigón, hierro o aluminio- es un hito en sí mismo. Empezando en la década de los 70, y hasta el nuevo siglo, Jose Ramón ha instalado esculturas en espacios públicos de forma continuada. En paralelo, ha expuesto individualmente en las mejores salas de la región, como el museo Oteiza, el Bellas Artes de Bilbao o el museo San Telmo, así como en otras ciudades españolas, y también en París. Su última gran retrospectiva tuvo lugar en 2019, en la Sala Kubo del Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián.
Su vocación la descubrió a una edad muy temprana: a los cinco años ya tenía claro que quería ser escultor, y empleaba el taller familiar de ebanistería para crear piezas de madera de formas poco convencionales.tras estudiar Bellas Artes en Madrid, se fue a Roma con una beca; un periodo que le valió para empaparse del arte y la cultura en todas sus expresiones.
Desde la época universitaria el cubo articulado en tres elementos ha sido la base de su trabajo; lo cual le ha llevado a estudiar las formas geométricas básicas y sus desarrollos. Esta exploración del espacio acaba materializándose en planos, prismas, esculturas, muebles y troncos que acogen el vacío como parte de la propuesta escultórica.
Las piezas de corte geométrico, con títulos como ‘Cintas macladas triangulares’, ‘Medio punto excéntrico’, ‘Obelisco’ u ‘Ovoide III’, comparten espacio en su estudio de Bakaiku con otras que rinden homenaje a la cultura vasca, como ‘Txalaparta’, ‘Pilotara’, ‘Tartalo biluzik I’ (‘Polifemo desnudo I’ en euskera), ‘Homenaje a Oteiza’ o ‘Cabeza de Unamuno’. En una de las paredes del taller, una estantería de grandes dimensiones exhibe las maquetas de barro, alambre, cartón y escayola que le sirven como punto de partida a la hora de materializar esculturas a tamaño real -proceso que le puede llevar décadas-.
Los muebles son otro pilar fundamental de su trabajo: un chaise longue de roble estucado, un banco de castaño, un mueble bar de roble o una mesa rietveliana que combina maderas de boj, castaño, nogal, roble, cerezo y tejo. A pesar de tener aspecto escultórico, el mobiliario diseñado por el artista es completamente ergonómico.
El impecable trabajo de Anda, premiado en múltiples certámenes, parte del elemento natural, y se vale de la geometría para crear piezas de gran belleza y singularidad; obras que se han convertido en fundamento de la cultura de nuestra tierra y de nuestra era.