abba San Sebastián
HOTEL
En el Paseo de Francia, una de las avenidas más elegantes de San Sebastián -catalogada como espacio protegido por el ayuntamiento-, se acaba de inaugurar un nuevo hotel 4**** Superior, bautizado abba San Sebastián. El edificio en el que se sitúa, el antiguo Palacio de Vastameroli, es uno de los más hermosos de la ciudad, erigido en 1937 por el arquitecto Eduardo Lagarde. Se trata de una casa-palacio de cuatro plantas de estilo barroco, rodeada de un terreno ajardinado, con unas magníficas vistas del río Urumea y del centro de la ciudad. En su reconversión en hotel, la fachada protegida del inmueble, con su escudo de armas y sus hermosos ornamentos de piedra arenisca, se ha mantenido intacta, respetándose su aspecto original. Sin embargo, el interior se ha reconfigurado íntegramente adaptándose a las necesidades de la nueva actividad, dedicando la planta inferior a las zonas comunes, y las tres superiores a las habitaciones. Hay en total 44 dormitorios, divididos en cuatro categorías: Cosy, Boutique, Superior Corner y Superior Corner conterraza.la decoración de las habitaciones combina lo clásico con lo actual, con gran
presencia de azules y blancos -homenajeando los colores de la ciudad-. En el piso inferior se encuentra la recepción, la sala de lectura, el salón donde se sirven los desayunos y el Lounge Bar. Los huéspedes y los clientes externos pueden disfrutar de las delicias de la carta de bebidas y snacks de su bar-cafetería tanto en el interior como en sus dos espacios exteriores: el jardín y el acogedor patio inglés.
La joya de la corona se ubica en la azotea del palacete, donde la propiedad ha reservado una zona exclusiva para los huéspedes, con solárium y una pequeña piscina-fuente donde poder refrescarse. Desde esta terraza panorámica, que ofrece una vista de 360º, se alcanzan a ver los barrios de Gros, Egia, la Parte Vieja, Amara y el centro -todos ellos situados a 5 minutos a pie-, e incluso se divisa el mar. Poder contar con un espacio de estas características, en un edificio histórico tan bien ubicado, es un auténtico privilegio, y una buena oportunidad de revivir la Belle Époque.