San Sebastián
1. San Miguel de Allende, 2. Udaipur, 3. Estambul, 4. Ubud,
5. Kioto, 6. Florencia, 7. Ciudad de México, 8. Oaxaca,
9. Chiang Mai, 10. Bangkok, 11. Taipéi, 12. Cracovia,
13. Luang Prabang, 14. Roma, 15. San Sebastián, 16. Bodrum,
17. Jaipur, 18. Charleston, 19. Tokio, 20. Ciudad del Cabo. Este es el listado de las mejores ciudades del mundo, según la encuesta publicada por la reconocida revista Travel+leisure. Y ahí está una vez más San Sebastián, entre los destinos más apetecibles del planeta.
San Sebastián, llamada Donostia en euskera, lleva años caracterizándose por ser un destino selecto para los viajeros más exigentes, aquellos que demandan el máximo en servicios y calidad. El factor que más ha influido en la popularidad de la ciudad a nivel mundial es su gastronomía. Un total de 19 estrellas Michelin en un radio de 25 kilómetros han convertido la urbe en la favorita de los amantes del buen comer. Sin embargo, la alta gastronomía no se limita a los restaurantes galardonados por la guía Michelin: el nivel general de la restauración es muy elevado, y a ello se suma el amor que sienten sus ciudadanos por el producto local, las recetas autóctonas, las sidrerías, las bodegas de txakoli, los mercados y los pintxos. Para no perderse en esta plétora de tentaciones para el paladar, es recomendable dejarse orientar por los guías locales, que son quienes mejor transmiten la pasión que sienten los vascos por la comida.
Por otra parte, la amplia oferta cultural juega un papel relevante en el día a día de la ciudad y en convertirla en un destino atractivo para los visitantes más exigentes: los museos, festivales, las esculturas que se exhiben en plazas, parques y paseos, la arquitectura propia de la villa, y el euskera -una de las lenguas más antiguas de Europa-, son parte de la cultura vasca; y las actividades que se organizan a diario permiten al visitante conocer y experimentar esa marcada identidad local.
A los encantos “innatos” de San Sebastián se suman los servicios de máximo nivel que prestan sus empresas. Mientras los clásicos hoteles premium han ido renovándose y adaptándose a las necesidades del viajero contemporáneo, paralelamente se han inaugurado numerosos hoteles boutique y también viviendas vacacionales exclusivas, que ofrecen, todos ellos, una estancia cómoda y amigable.
Al estar flanqueada por el mar y las montañas, San Sebastián brinda numerosas experiencias y actividades que permiten disfrutar de la naturaleza por tierra, mar y aire: salidas en velero, picnics de lujo en fincas privadas con increíbles vistas, o sobrevolar la bahía de La Concha en helicóptero. Lo más recomendable para sacar el máximo provecho al tiempo sin perderse nada es contar con el asesoramiento de una agencia local especializada en diseñar experiencias auténticas ad hoc.
Los viajeros de alto poder adquisitivo buscan destinos donde la calidad de vida, la seguridad y el confort estén garantizados. En el caso de San Sebastián, hay una serie de factores que hacen que esto se cumpla: el valor de lo pequeño, del fenómeno slow, de lo bien hecho. Poder pasear en una urbe amable con el peatón, con un clima suave durante todo el año y contar con buenas infraestructuras deportivas y sanitarias es todo un lujo.
El comercio y las marcas de moda locales están también tomando cada vez mayor protagonismo, y son un activo demandado por los turistas. El comercio de proximidad, junto a los elementos mencionados anteriormente han posicionado a San Sebastián en la parte superior de los rankings de medio mundo. No es de extrañar que los lectores de Travel+leisure la nombren la decimoquinta mejor ciudad del mundo, y la definan como “la respuesta de España a Monte Carlo”.