Sandrine Groslier
Presidenta de Clarins Fragrance Group y de Moda Mugler
“Queremos sorprender y crear fragancias vistas” nunca
Teniendo en cuenta su dilatada trayectoria en Clarins, ¿cómo valora su experiencia profesional en el Grupo desde su llegada en el año 1996 hasta la actualidad? Estoy muy contenta de poder formar parte de Grupo Clarins, ya que es un grupo que desde muy joven te ofrece oportunidades de crecer profesionalmente y de arriesgar en tu carrera; tiene en cuenta la capacidad de proyección de las personas y de aceptar desafíos, planteando retos en función del potencial de cada uno. En definitiva, se crea un vínculo entre el trabajador y la compañía.
También me gustaría destacar que he tenido mucha suerte de poder formar parte de este Grupo, en el sentido de que me ha permitido trabajar en distin- tos segmentos (cosmética, fragancias y moda) y departamentos, conociendo de primera mano todo el proceso completo, así como conocer diferentes mercados en los que también he trabajado (Francia, España y Portugal). Todo ello, en conjunto, lo valoro mucho porque tengo un conocimiento desde la creación del producto hasta el punto final, que es la venta al consumidor; y esto me ayuda muchísimo, en mi día a día, para tomar las decisiones correctas e intentar hacer llegar que el producto sea no sólo un producto perfecto en sí, sino pensado específicamente para el consumidor y que, además, destaque en los puntos de venta.
¿Cuáles son los valores diferenciales por los que destacan sus marcas?
Las marcas de Grupo Clarins se caracterizan por asumir desafíos y en la compañía creamos productos con corazón pero fuera de lo común, que se salen de las vías clásicas. En este sentido, tenemos libertad de creación, sin límites, en cuanto a la creación artística, la producción y el presupuesto.
Nosotros estamos al margen de las tendencias imperantes en el mercado; uno de nuestros valores es la libertad y esto nos permite sorprender y crear fragancias nunca vistas.
En cuanto a su Responsabilidad Social Corporativa, ¿cuáles han sido las últimas iniciativas del Grupo en este sentido?
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un valor intrínseco al Grupo Clarins desde sus inicios, forma parte de sus raíces en cuanto al desarrollo sostenible a nivel global. En el caso de Mugler, resulta destacable en este sentido la
fuente de Mugler -que en muchos países ya representa el 40% del negocio de la marca- está dirigida a proteger el medio ambiente, al reducirse el número de envases, y además es un negocio, lo cual es muy importante para nosotros. Es decir, cuando realizamos una acción a nivel de RSC lo hacemos para que sea realmente sostenible con una visión de negocio.
Otro tema muy importante es la relación directa que tenemos con los clientes. Cada producto de Mugler cuenta con un mensaje dirigido a nuestros clientes y que permite una relación directa con ellos a través del Círculo Mugler, ya que para nosotros el consumidor es nuestra principal fuente de inspiración y por este motivo mantenemos el contacto, para seguir creciendo y mejorando.
Para Grupo Clarins es importante la relación con el medio ambiente, con los clientes... pero todo enfocado desde un punto de vista global. Esto, a su vez, está vinculado a nuestra visión del lujo que, para nosotros, es realmente un lujo que se transmite y para hacerlo necesitamos un producto perenne, que dure toda la vida.
Como responsable de Fragancias del Grupo Clarins a nivel mundial, ¿cuál es la estrategia para esta división de la compañía?
Las fragancias suponen una parte muy importante para el futuro de Grupo Clarins. En la actualidad, esta división representa alrededor de un 35%-40% del negocio global del Grupo; si bien es cierto que en los próximos tres años está previsto que este apartado aporte más del 50% del crecimiento del Grupo, por lo que tenemos una destacada misión en cuanto al desarrollo de Grupo Clarins. Nuestra prioridad es concentrarnos en nuestras marcas y volver a tener éxito con las fragancias que tenemos en nuestro portfolio y los nuevos lanzamiento. En primer lugar, nuestra estrategia radica en realizar lanzamientos en mercados maduros (Francia, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania), donde ya somos fuertes y, en función del éxito que tengamos en los primeros meses donde lanzamos, calibramos así la inversión y el lanzamiento en los demás países, mejorando además el retorno de la inversión.
En segundo lugar, apostamos por el de- sarrollo de nuevos mercados para nuestras marcas. Ahora mismo, estamos enfocándonos también en países como Brasil, China y Rusia, entre otros, donde tenemos perspectivas de crecimiento muy fuertes.
En este sentido, ¿qué previsiones de crecimiento tienen a nivel global?
Nuestras perspectivas de crecimiento son buenas, alrededor de un +10% anual. A día de hoy, el crecimiento de nuestras marcas se sitúa en un +9%.
¿Cómo se reparte la facturación mundial entre las diferentes marcas de fragancias del Grupo?
En líneas comparativas, Mugler supone algo más del doble de la facturación de Azzaro a nivel mundial.
En cuanto al mercado español, ¿qué momento atraviesa el desarrollo de las marcas Azzaro y Mugler?
En el mercado español, actualmente prácticamente toda la facturación de fragancias de Grupo Clarins proviene de las ventas de Mugler. España se sitúa como uno de los diez mercados más importantes para la marca, mientras que con Azzaro todavía queda mucho por hacer, por lo que tenemos previsto un mayor desarrollo de las fragancias de la firma en este país. Y un ejemplo de ello es nuestro reciente lanzamiento en España: Azzaro Wanted.
Nuestra meta conjunta es situar a España como el cuarto o el quinto país en fragancias a nivel mundial.
Hablemos de Mugler. ¿Podría anticiparnos qué propuestas de la marca llegarán próximamente al mercado?
Recientemente hemos lanzado una nueva fragancia femenina en Francia, Inglaterra y Alemania: Aura Mugler, un eau de parfum con el que la firma pretende revolucionar el mundo de las fragancias. En ella, el frasco vuelve a convertirse en una obra de arte, un objeto de coleccionista, como ocurre con el resto de perfumes de Mugler. Ahora, el gran reto es cambiar la imagen de la marca. Muy potente en el mundo de la moda en los años 80 y 90, y tras el éxito de las fragancias Angel y Alien, ahora tenemos que renovar su imagen, con un toque más juvenil, sin cambiar el ADN de la marca.
En cuanto al último lanzamiento de Azzaro, Azzaro Wanted, ¿qué aporta esta nueva fragancia a la firma?
Nuestro nuevo perfume, Azzaro Wanted, hereda el temperamento de Loris Azzaro, un hombre carismático y con “jugar, llamar la atención y triunfar” como lema, y además simboliza la entrada de la marca en una nueva era. Representa el relanzamiento de los perfumes Azzaro y crea un tercer pilar masculino Azzaro, después del éxito de Azzaro Pour Homme y Chrome.
¿Cómo definiría usted el panorama de la perfumería en España?
A pesar del impresionante crecimiento de las fragancias en los últimos tres años, este mercado todavía no ha recuperado la facturación de antes de la crisis. Desde mi punto de vista, se sigue esperando un cambio por parte de la distribución; hay una serie de iniciativas llevadas a cabo por algunos distribuidores, pero yo creo que hay que ir más allá, reducir el número de puertas e inventar nuevos modelos de negocio para seducir a la gente joven especialmente. Y para crear tráfico en el punto de venta
Experiencia y educación son las dos raíces del comercio del futuro La escucha del cliente es muy importante para desarrollar los productos del futuro A día de hoy, el crecimiento de nuestras marcas se sitúa en un +9%
hay que trabajar en la experiencia.
Por mi trabajo, viajo a otros mercados en los que existen iniciativas que todavía no han llegado a España, sobre todo relacionadas con probar los productos, descubrir nuevas formas de crear productos y educar.
Experiencia y educación son, en mi opinión, las dos raíces del comercio del futuro. Tanto las marcas como la distribución tenemos que dedicar más tiempo a educar y valorizar el trabajo que se realiza en el sector de la perfumería. El mercado de belleza español es un mercado muy importante, que ahora está mostrando un buen comportamiento y que tiene que volver a recuperar su importancia en el mundo. El cambio de la distribución será lo que impulse a este sector en España a recuperar su facturación.
¿Cuáles son sus proyectos de cara al futuro?
Tenemos mucho que hacer para dar a conocer el cambio que estamos aportando al mercado en cuanto a Azzaro y Mugler.
Como desafío también me gusta-o ría trabajar para cambiar el enfoque entre la moda y las fragancias.
Y, además, volver a poner al cliente en el centro de todo, es decir, queremos ayudar a la distribución a valorizar nuestro negocio a través de nuestras marcas y nuestras fragancias. Hoy en día y más que nunca, queremos seguir proponiendo al mercado productos y marcas con valor añadido y valor percibido por el cliente, que permiten expresar la creatividad.
En cuanto a nuestra relación con los consumidores, también debemos enfocarnos en conocer cada vez más a los clientes para ser capaces de ofrecerles los mejores productos adaptados a su estilo de vida y gustos personales. La escucha del cliente es muy importante para desarrollar los productos del futuro. Por último, tengo el desafío del “go to
retail” para convertirnos también en detallistas, con tiendas propias donde se vive la experiencia de lujo de nuestras marcas y tener el contacto directo con el cliente. Ya hemos creado pop up stores, pero nuestro siguiente objetivo es el