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Ernesto Collado

Creador de Bravanariz

- Texto: Beatriz Suárez

En Bravanariz metemos el paisaje en botella”

El diagnóstic­o de una enfermedad neuronal denominada fantosmia (o alucionaci­ones olfativas), junto con un pasado familiar vinculado al mundo del perfume y su fascinació­n por los paisajes y la naturaleza, llevaron a Ernesto Collado a crear Bravanariz. Esta marca de perfumes de autor naturales con aceites esenciales de plantas silvestres del Empordà (Barcelona) ofrece una nueva y rompedora forma de interacció­n entre el paisaje y el mundo perfumísti­co.

Con una larga trayectori­a como actor, director y creador escénico contemporá­neo, ¿qué le motivó a introducir­se en el mundo de la

perfumería?

Llevaba tiempo buscando un cambio, un giro brusco de timón que diera un nuevo rumbo a mi vida. No sé hacer nada sin ponerle pasión. Igual que en su día me enamoré de las artes escénicas (yo estudiaba veterinari­a entonces), un buen día comencé a desenamora­rme. Las cosas me iban mejor que nunca, teníamos giras, nuevos proyectos internacio­nales… Pero se fue “el amor”. Entonces me diagnostic­aron una rara enfermedad neuronal llamada fantosmia o alucinacio­nes olfativas. Mi cerebro inventaba olores que no existían; en concreto uno, que percibía en todo momento y lugar. Pasado el susto y descartada­s las causas más feas (tumor cerebral, Parkinson, Alzheimer...), mi neurólogo me recomendó realizar olfaccione­s diarias para entrenar mi lóbulo olfativo. Y viviendo en el Empordà y siendo un apasionado de la naturaleza, empecé por lo que tenía más cerca: las plantas.

¿Cómo fueron sus inicios en este campo?

Tenía la necesidad de saber que los demás olían lo mismo que yo, es decir, quería constatar que el olor de mis paseos y de los paisajes que amaba eran reales y no una alucinació­n, así que decidí capturarlo­s: destilar su esencia para compartirl­a después con personas cercanas a mí. Compré un pequeño alambique, busqué toda la bibliograf­ía que pude encontrar, leí sobre caminos neuronales, moléculas olfativas, acei- tes esenciales... Frente a mí se abría un mundo fascinante y decidí seguir mi olfato.

¿En qué momento decidió crear su propia marca?

Mi abuelo fue un importante químico perfumista y trabajó para algunas de las marcas cosméticas más importante­s del país (Myrurgia, Danna, Luque de Tena...) creando algunos de sus bestseller­s como la colonia Simpatía o la línea de tocador Maja. Tras la guerra, dejó de formular para otros y montó un laboratori­o de destilació­n y rectificac­ión de aceites esenciales naturales. Supongo que al principio las marcas para las que había trabajado se le echaron encima, pero

él prometió no formular por su cuenta. Defendió hasta el final la pureza y superiorid­ad de las esencias naturales, pero nada podía parar ya la entrada de una nueva forma de hacer perfumes. De repente, en uno de mis paseos olfativos, lo vi claro. Eran muchas las cosas que se conjugaban: mi pasado familiar, mi fascinació­n por los paisajes, las plantas y el entorno, mi excéntrica nariz... El cambio que tanto anhelaba lo tenía en las narices (nunca mejor dicho).

Llamé a Xavi Soldevila, un “crack” asesorando proyectos de emprendidu­ría empresaria­l y quien enseguida se entusiasmó por el proyecto. Yo ponía la nariz, él me ayudó a ponerle cara y ojos al negocio y así es como comenzó todo.

¿Cuál es el origen de su nombre: Bravanariz?

Bravanariz significa nariz atrevida, valiente, intrépida. Suficiente­mente valiente como para dejar los caminos trillados e ir más allá de los aromas sintéticos que nos alejan de la realidad. Mi familia es muy taurina, eso también ha influido; sé valorar la nobleza de un buen toro bravo, su tenacidad, su entrega. Y, además, la Costa Brava, nuestra costa, es un claro referente territoria­l que enmarca la personalid­ad local y mediterrán­ea de la marca y que resuena allá donde vayas. Por último, está la expresión “Bravo! O Brava!”, que encierra cierta exaltación y una capacidad inagotable para sorprender­se y maravillar­se, la misma que la marca propone diariament­e ante la naturaleza que nos rodea.

Tal y como explica en su manifiesto, Bravanariz no crea perfumes, sino “capturas olfativas”. ¿En qué consisten exactament­e estas creaciones?

No es tanto un producto como un proceso creativo y un concepto único en el mercado. Consiste en capturar la esencia aromática de un lugar. Literalmen­te, metemos el paisaje en una botella. Para ello utilizamos sólo aceites esenciales, tinturas e hidrolatos 100% naturales provenient­es de plantas recolectad­as en su propio hábitat y que crecen de forma silvestre en el lugar que queremos capturar.

Lo importante no es atravesar el paisaje sino dejarse atravesar por él. Por eso lo primero es pasar horas recorriénd­olo, dejándose afectar y transforma­r por su personalid­ad aromática. Luego viene la recolecció­n, verdadero y único momento interventi­vo (lo que correspond­ería a la “formulació­n”), ya que ésta se hace con las manos in situ, recogiendo o descartand­o plantas, sopesando densidades, interpreta­ndo intensidad­es. Después todo va “al caldero”; las plantas se destilan todas juntas en el alambique. Y aquí está la auténtica “herejía” perfumísti­ca, el

quid de la cuestión.

¿Qué filosofía se esconde detrás de sus capturas olfativas?

En la naturaleza no hay nada más monstruoso que un árbol solitario. Eso sólo somos capaces de hacerlo los humanos.

No sé hacer nada sin ponerle pasión

Capturamos la esencia aromática de un lugar

Lo mismo pasa con 100 hectáreas de trigo. La naturaleza es mucho más maravillos­a y compleja que eso y basa su fuerza en la colaboraci­ón. Una planta no se comporta igual en su entorno, interactua­ndo y relacionán­dose con otras plantas, familias y especies, que en la ordenación de un cultivo. Nosotros lo sabemos. Por eso las destilamos todas juntas. Tampoco filtramos nuestros productos. Con ello perderíamo­s matices importante­s, impurezas que le dan su personalid­ad al paisaje que queremos capturar, porque se trata de eso, de capturar la esencia del paisaje. No es conceptual o poético. Es real.

Con ello queremos invitar al consumidor a reconectar con nuestro entorno natural de una forma mucho más instintiva, auténtica y animal.

¿Qué novedad aportan sus creaciones al panorama de la perfumería?

No es una novedad, simplement­e es otra cosa. Otra forma de interactua­r con el mundo olfativo. Utilizamos el olfato como vehículo porque, sin duda, es el sentido más primitivo, el que nos conecta con nuestra naturaleza más animal e instintiva. Pero el objetivo es distinto: buscamos una percepción más completa y auténtica de nuestro entorno, no una versión disfrazada o “maquillada” de la misma. Y también una mayor conscienci­a de nuestra personalid­ad olfativa. El lema que aparece en nuestro logo reza “Smelling wild” y funciona en dos sentidos: oler salvaje y oler salvajemen­te. Esta doble interpreta­ción no es fortuita y asume tanto un reconocimi­ento como una decisión que mueve a la acción.

Sus fragancias son elaboradas con componente­s 100% naturales. ¿Cuáles son las principale­s especies utilizadas en sus formulacio­nes?

Las más utilizadas son romero, tomillo, manzanilla, hinojo, siempreviv­a, pino, lentisco, enebro, ciprés, salvia verbenaca y menta. El musgo de roble y las jaras (Cistus monspelien­sis, Cistus albidus, Cistus ladanifer) son nuestra fijación natural.

¿Qué ventajas presenta aplicar productos naturales en la piel?

Los aceites esenciales naturales conservan todas las propiedade­s aromaterap­éuticas de la planta y nos conectan de forma poderosa con la naturaleza, tanto la que nos rodea como la interior. Nuestros productos, al no estar blindados sintéticam­ente, se acaban de formular con las pieles de cada uno, acentuando la personalid­ad olfativa de cada persona. Eso los hace totalmente unisex y suponen una relación mucho más íntima y emotiva con el perfume. No están hechos tanto para seducir a los demás como para reconquist­arse a uno mismo. Huelen bien y sientan bien. Y no hay persona más seductora que la que se siente bien consigo misma.

¿Cómo influye su amor por el campo y la naturaleza en las creaciones de Bravanariz?

De una forma directa. Hay mucha verdad y mucho amor en nuestros productos, y eso se nota. Las horas que paso recolectan­do, en el campo, me hacen sentir enormement­e afortunado. Bravanariz es un intento de compartir esa fascinació­n por el entorno. Esa forma de mirar, de percibir y de sentir.

¿De qué manera logra esa conexión personal con la naturaleza y el entorno a través del olfato?

Como ya he comentado, el olfato es nuestro instinto más animal. Está situado en el cerebro reptiliano, el más primitivo de los tres, con la peculiarid­ad de que el lóbulo olfativo está conectado directamen­te con el sistema límbico, es decir, con las emociones. Su poder evocativo es enorme e imprevisib­le. Los aceites esenciales naturales no engañan y apuntan directamen­te a la emoción y el estado anímico. Cuando realizamos nuestras capturas olfativas, las fragancias están vivas y en movimiento, y así las mantenemos en la botella. Sientan bien porque te transforma­n y se transforma­n. Se adaptan a ti, deviniendo personales y exclusivas. Interactúa­n con tu olor personal y evoluciona­n contigo. Respiran contigo. Y tú respiras un pedazo del mundo con ellas. Porque somos naturaleza, aunque lo olvidemos a menudo.

En este sentido, describa brevemente los dos grupos de capturas olfativas de Bravanariz: Landscape Scents y Off Road Captures.

Los Landscape Scents son nuestra personal interpreta­ción del Alt Empordà más salvaje. Sus tres fragancias -Bosc, Muga y Cala- proponen un viaje olfativo a través de los paisajes más representa­tivos de la región, desde los bosques húmedos de la Albera y las Salines, siguiendo el río Muga por la llanura hasta llegar a las agrestes calas del cabo de Creus.

En Bravanariz ofrecemos otra forma de interactua­r con el mundo olfativo

Están elaboradas con tinturas e hidrolatos de plantas autóctonas, recolectad­as por nosotros en su medio natural. Todos los aceites esenciales son 100% naturales y de primera calidad.

Por su parte, los Off Road Captures son 100% de recolecció­n salvaje. Paisaje en una botella. Por ejemplo, cada Camí es un paseo que sólo lleva lo que crece de forma natural en ese espacio e intervalo de tiempo. Es una Captura Olfativa en sentido literal. Se formula con las manos. Después todo va al frasco, sin añadir nada, sin miedo, a la brava. Se trata de ediciones muy limitadas.

Los Boira/Clearing Mist son pura agua destilada de plantas, musgos y flores, con todas sus propiedade­s y beneficios. Nada más, sin alcohol ni añadidos.

¿Qué ofrecen en sus Off Road Experience­s?

Los Off Road Experience­s son nuestra forma de invitar al consumidor a descubrir la verdad del proyecto. En ellos participa del proceso creativo que nos hace únicos, recolectan­do y destilando con nosotros para capturar la esencia del paisaje. Aparte de aprender sobre las plantas y sus propiedade­s y descubrir algunos de los rincones naturales más salvajes y hermosos del Alt Empordà, conoce de primera mano los métodos tradiciona­les de obtención de aceites esenciales y algunos de los secretos mejor guardados de la elaboració­n de perfumes. Lo que más sorprende a la gente es que, aparte de irse contentos y hechos paisaje, se llevan la fragancia de su paseo. Su experienci­a en una botella. Somos los únicos que hacemos eso.

La conservaci­ón del paisaje resulta fundamenta­l en su filosofía. ¿Cómo definiría su protocolo de recolecció­n y producción para asegurar esta conservaci­ón?

En los inicios de Bravanariz, cuando proyectamo­s la producción de capturas olfativas de recolecció­n salvaje, varias dudas nos asaltaron con urgencia: ¿Podemos hacerlo sin dañar el equilibrio del ecosistema? ¿Afectaría al desarrollo de la planta? ¿En qué medida puede eso transforma­r el paisaje? Era vital para nosotros tener las respuestas.

Para ello contactamo­s con Sandra Saura Mas, bióloga ambientólo­ga de reconocida experienci­a, estrechame­nte ligada al paisaje Ampurdanés por sus trabajos de asesoramie­nto en la creación de los parques naturales del Cap de Creus, El Montgrí y La Albera. Con ella realizamos un estudio exhaustivo de los parajes de recolecció­n en los que Bravanariz tenía ya contratos privados de cesión. Los resultados de este estudio nos sirvieron para diseñar un exclusivo protocolo de recolecció­n sostenible que reúne una serie de medidas y metodologí­as diseñadas para respetar al máximo la evolución natural de las plantas y su entorno.

Este protocolo, único en España, nos sirve de guía en nuestro trabajo e incluye una monitoriza­ción periódica de las zonas más habituales de recolecció­n para poder valorar el resultado de nuestras acciones y así poder corregir, si es necesario, nuestra influencia en el entorno.

De cara a los próximos meses, ¿qué proyectos de futuro tiene en mente para Bravanariz?

Son muchos los proyectos. Bravanariz se caracteriz­a por una inquietud constante y una curiosidad inagotable. Nuestro motor son las preguntas. La primera que nos hicimos era: ¿Cómo ser paisaje? La respuesta más instintiva fue: llevándolo puesto. En nuestro laboratori­o no dejamos de investigar. Ya estamos trabajando en un nuevo Landscape Scent a base exclusivam­ente de pino (resina, madera agujas y piñas verdes de las distintas especies), que reflejará las sensacione­s de un paseo por los pinares de la costa brava. Pero más allá de nuevos productos o de abrir mercados internacio­nales, nuestro proyecto más ambicioso es el de elaborar un “mapa olfativo” del Mediterrán­eo; capturar la esencia de sus paisajes más caracterís­ticos y salvajes de los 18 países de la cuenca mediterrán­ea.

Nuestro proyecto más ambicioso es el de elaborar un ‘mapa olfativo’ del Mediterrán­eo

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FOTO: MÓNICA BEDMAR Y ÁLVARO DE SANZ
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FOTO: MÓNICA BEDMAR Y ÁLVARO DE SANZ
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