MARÍA DEL CARMEN RUBIO CORNEJO, PREMIO CLARINS POR LA INFANCIA 2019
Natural de Jaén, nació en el seno de una familia de siete hermanos. De su infancia recuerda las sencillas celebraciones familiares de los domingos alrededor de sus padres.
Siempre tuvo vocación de "maestra" y siempre le atrajeron los niños: estudió Magisterio y comenzó su recorrido primero por España en Madrid, Granada, Sevilla, Valencia y Santiago de Compostela y luego por el mundo en Roma, París y Senegal. Conoció Aldeas Infantiles SOS a través de una amiga y en su corazón se grabó una imagen de dedicación a la infancia y el hecho de mantener a los hermanos unidos, algo que le trasladaba a su infancia. A los pocos meses de incorporarse a Aldeas Infantiles SOLS le ofrecieron liderar un hogar y, abrumada por la responsabilidad, recordó una frase que tantas veces había leído en los pasillos de los colegios: "El amor enseña a enseñar". Amor era lo que había recibido de sus padres y hermanos y "amor" es lo único que tenía que dar a esos niños que le confiaban.