Solo una gota: lo sencillo en un frasco
Una forma pura, poética y alegre. La gota se extiende, se estira, se deforma, se coloca en horizontal. A Drop d’Issey, una gota a imagen de una burbuja; lentillas convexas, un efecto lupa, un juego de efecto óptico. A través de su prisma, la visión de una forma ondula, oscila, mientras que la naturaleza revela sus secretos. El frasco sorprende, ofrece una nueva perspectiva del mundo para mirar las cosas en detalle. A Drop d’Issey es una creación del diseñador estadounidense Todd Bracher, que ha diseñado el frasco gota aliando la simplicidad de una forma perfecta con la poesía, pasando por una faceta deliberadamente táctil del objeto. Su inspiración: redibujar una gota de agua en una sola pieza. De vidrio transparente, límpido, el frasco emplea la cantidad exacta de vidrio necesaria —sin excesos—, e incluye en su composición un 5 % de vidrio reciclado PCR. Integrado, el tapón blanco soft touch redime sus efluvios con una simple y suave presión, un frasco todo en uno en el que nada es superfluo. Táctil y en contrarrelieve, como para colocar el pulgar y ponerse a soñar, se descubre una gota en la gota, que deja paso a una huella dactilar, facilitando el agarre. Una, dos, tres gotas, tres formatos de frascos homotéticos (30, 50 y 90 ml). El perfume se desvela con la transparencia del cristal, la simplicidad, la limpidez y reconecta con el ciclo del agua. En el estuche blanco figura una lentilla que deslumbra con su brillo, como el reflejo de una gota en 3D de un vivo plateado. Un efecto ojo de pez en espejo deforma, deja ver de forma diferente, se abre a nuevas perspectivas. De cartón FSC, en el estuche se emplean materiales procedentes de bosques gestionados de manera sostenible.