(Re)creación: el perfume de una lila creada por la mano del Hombre
¿Cómo transponer la naturaleza? ¿Cómo percibir en un sueño olfativo A Drop d’Issey? Reinventar la simplicidad de una gota de agua y ofrecerle colores virtuales, invitando a descubrir las maravillas de la naturaleza. Compleja, la naturaleza recela múltiples facetas no siempre transformables en perfumería, pues algunas flores permanecen «mudas» a través de las técnicas tradicionales de transformación (destilación, maceración, extracción...). Desde finales del siglo XIX, los componentes sintéticos han permitido ampliar la paleta del perfumista, agrandando el campo de la creación y posibilitando imitar la naturaleza, reproduciéndola, pero sin destruirla. Naturales y sintéticos se completan, permaneciendo estos últimos al servicio de la recreación de la naturaleza. Para el corazón de A Drop d’Issey, se descubre y recolecta una flor muda. Si bien la lila presenta una característica fragancia y la conserva celosamente; tan solo una reproducción puede recomponer su aroma. Es la labor realizada por la perfumista Ane Ayo, que aprendió el oficio de las élites de Grasse. Gran viajera y abierta a las maravillas del mundo, obtiene su fuente de inspiración de las diferentes culturas. Para A Drop d’Issey, conserva en la retina la inspiración de salida: «revelar lo que es invisible a simple vista, y trabajar el perfume en detalle, como para ocultar sorpresas en el corazón de la fragancia». Por primera vez en una creación de los Parfums Issey Miyake, una flor silenciosa, reproducida y desvelada, se expresa y toma la palabra. Ane Ayo ha seleccionado una lila y la ha recompuesto como si la flor hubiese sido colocada bajo la lupa para desvelar sus sutiles secretos. Ha capturado una belleza oculta y la ha revelado. La naturaleza, recreada por la mano del Hombre. La lila se emplaza en el corazón de una composición muy femenina y bien rodeada. Como nota de salida, una rosa de Damasco trae una floralidad pura y transparente. Para sublimar esta lila solar recompuesta, Ane Ayo ha seleccionado una nota de flor de azahar de origen ético que crea un ramillete radiante, y un toque de badiana se alza en perfecta consonancia con la faceta anisada de la lila. Una nota de leche de almendra aporta una tonalidad que desprende suavidad, mientras que un acorde vegetal refuerza la percepción de naturalidad. El ramillete se abre sobre un fondo de untuosos almizcles, mientras que la vainillina y el ambrox amplifican la sensación de suavidad. Una fragancia floral almizclada, envolvente, reconfortante, una crisálida de bienestar. A Drop d’Issey juega con la paradoja de los aromas naturales identificables y con la recomposición sintética mediante un trabajo casi de ilusionista, que permite recrear la naturaleza mientras la protege. El abastecimiento de los ingredientes naturales seleccionados se somete a un seguimiento y a implicaciones éticas en la cadena de recolección. A Drop d’Issey celebra la armonía perfecta entre dos fragancias que la naturaleza ha creado y su recomposición sublimada por el talento del perfumista. Sumergiéndose en los múltiples detalles olfativos, A Drop d’Issey saca a la luz lo que podría resultar invisible a simple vista, revelando la paradoja de una simplicidad compleja y única.