UN PRODUCTO APROVECHADO
En el restaurante El Riscal utilizan todo el buey. Para la parrilla, las carnes nobles; en los guisos, el morcillo; salchichas y hamburguesas las elaboran con las partes menos nobles. A la izquierda: escultura realizada por Jesús García. guisar, pues gracias a su textura melosa permanece jugoso y firme, y el solomillo para elaborar uno de sus platos más famosos: el carpaccio de carne de buey (en la carta, lo llaman "cabu", acrónimo de "carne buey") con veta de foie gras e ibérico. Y desde hace unos años, se han aventurado a elaborar una excelente cecina. "No mandamos la carne a León ni a ningún otro sitio. La cecina la elaboramos aquí con una curación de nueve meses". Una pareja de hermanos que se complementa a la perfección para ofrecer un producto singular.
Conseguida con éxito esta primera fase del proyecto familiar, los hermanos García se han propuesto nuevos retos. Por ello están trabajando ahora en la consecución de los permisos que les permitan superar la burocracia asociada a la venta de esta carne en otros puntos del país. El control, en todos los sentidos, es muy riguroso. Ya sea con tienda online o con distribución, "nos gustaría poder dar a conocer nuestra carne, pero el proceso es largo y complejo. Algún día, lo conseguiremos", cuenta Jesús García con esperanza.
Mientras ese ansiado momento llega, la solución que desde BEEF! aconsejamos es acercarse por la zona y probar estas magníficas piezas procedentes de animales que solo existen gracias a la tan controvertida y últimamente denostada industria taurina.