CUATRO PADRINOS
No te preocupes, no estás solo. Estos magníficos vinos te ayudarán a superar con nota nuestro desafío
Para el sándwich de secreto ibérico: RIESLING
En el entrante se nos ha colado un bistec de cerdo ibérico y eso supone un gran reto para el vino. Porque no debe dejarse avasallar por la carne ni tampoco debe dominar el menú desde el primer plato. Con su estilo intenso pero refrescante, este riesling, fruto del clima cálido y seco de Rheingau (Alemania), es un acompañante sólido perfecto para este entrante consistente. Ligeras reminiscencias de sándalo contraatacan el gusto picante del pecorino al chile y consiguen que este vino no desmerezca en nada del primer plato en lo que a aroma se refiere.
Para la sopa de cereal perlado: ESCUDO ROJO
Este carménère de color rojo oscuro y reflejos violeta recuerda por su colorido a un pesado telón de terciopelo. Y con esa misma textura se revelan en el paladar sus intensos aromas de zarzamora, cereza y ciruela, acompañados de cálidas notas amaderadas, tostadas y avainilladas que son fruto de la maduración en barricas de roble. Pero, a pesar de su intensidad, este chileno no resulta abrumador sino que acompaña suavemente la sopa especiada. Los suelos salpicados de cantos rodados del valle del Rapel, en el corazón de Chile, le otorgan una refrescante mineralidad.
Para el pecho de ternera: TERRE DI TUFI
Este vino es obra de un adicto a la adrenalina: antes de fundar su explotación vitivinícola hace unos 40 años en la Toscana, Enrico Teruzzi fue piloto y jinete de carreras. En sus viñedos no va tan aprisa, pero sus vinos están llenos de fuerza y pasión. Este cuvée blanco tiene mucho cuerpo y desprende intensos aromas a manzana y membrillo. Al mismo tiempo es suave y delicado; por eso deja suficiente espacio al despliegue aromático del pecho de ternera con caponata. Fresco, vivaz y con carácter propio, calificativos que valen tanto para el vino como para el plato principal.
Para la tempura de chocolate: MOLINO REAL
Las montañas de Málaga, con sus suelos pizarrosos, producen vinos de gran calidad, especialmente los dulces de moscatel. Y entre ellos, el Molino Real de Telmo Rodríguez, uno de los mejores enólogos de España. Envejecido en barricas nuevas de roble francés durante 18 meses, se muestra a la vista de un amarillo dorado con reflejos pajizos, siendo muy potente en nariz, donde destacan sus aromas florales, las notas herbáceas y los toques de miel. En boca resulta muy equilibrado y sabroso, fresco y untuoso, y por supuesto muy frutal y largo. Una auténtica maravilla. Direcciones en las que puedes encontrar estos vinos: Eins-Zwei-Dry, Riesling seco 2015, de Finca vinícola Leitz en la tienda online uvinum.es; Escudo Rojo Carménère 2013, de Baron Philippe de Rothschild en uvinum.es (desde 12,95 €. Caja de seis botellas desde 77,70 €); Terri di tufi 2014, de Teruzzi & Puthod, también en tienda online de uvinum.es (desde 17,42 € y 76,86 € para caja de 6 botellas); y el vino dulce de Málaga Molino Real 2013 de Vinos de Telmo Rodríguez, en Vinissimus.com (desde 41,95 €), Lavinia.es (desde 39,80 €) y gourmethunters.es (desde 38 €).