LA BODEGA
LA EMBLEMÁTICA MAISON HENNESSY CONTROLA, DESDE 1765, TODO EL PROCESO EN LA ELABORACIÓN DE SUS COGNACS. EL CULTIVO DE LAS VIÑAS, LA ELABORACIÓN DEL VINO, LA DESTILACIÓN, EL ENVEJECIMIENTO Y LAS MEZCLAS. TRADICIÓN, CULTURA, ARTE, ALQUIMIA Y BUENAS DOSIS DE LUJO ARTESANO. EL VIAJE COMIENZA EN SUS VIÑEDOS, AL NORTE DE BURDEOS (FRANCIA). HENNESSY/ COGNAC (FRANCIA)
En 1765 Richard Hennessy, un irlandés al servicio de Luis XV, Rey de Francia, recibió de este como compensación unas tierras en Cognac donde se estableció iniciando un negocio de eaux de vie (destilado, “aguas de vida”). La decisión de instalarse en Cognac vino provocada por el hecho de que ya con 36 años estuvo destacado en la región de Charente, donde se encuentra la villa de Cognac. Richard se dio cuenta de que el tipo de suelo calcáreo y el clima, bien combinados, recreaban unas condiciones idóneas para el cultivo vitivinícola. Fue el creador de una saga que no ha dejado de viajar para conquistar nuevos mercados. Desde entonces, ocho generaciones de los Hennessy han dirigido la compañía y han viajado alrededor del mundo construyendo la reputación universal de la marca, que se ha convertido en el emblema de la región de Cognac. El vino blanco del que se parte para hacer el cognac proviene de una zona de excelentes viñedos, cerca de la costa Atlántica, al norte de la región de Burdeos y alrededor de la ciudad de Cognac. Sus suelos cretáceos y
pedregosos, el clima templado, la suave luz solar y los viñedos de uvas “ugni blanca” seleccionados son los cuatro elementos clave que determinan la calidad de los vinos que se convertirán en el exclusivo cognac. La doble destilación tiene el objeto de capturar la esencia del vino, sin perder ninguno de sus agradables y deseados aromas. La especial forma y características de los alambiques y su cuello de cisne permiten preservar los sabores. La maison posee la mayor reserva de aguardientes añejos del mundo, algunos con más de 200 años. El largo envejecimiento natural en barriles de roble desarrolla los aromas y colores de los cognacs. El producto final es el resultado de la mezcla (blend) de muchos aguardientes de diferentes orígenes, edades y cualidades que son ensamblados por uno de sus expertos maestros, siguiendo un patrón determinado de formulación secreta. El contenido de cada botella es un arte, como lo es el continente, cuyo diseño ha sido cuidado en armonía con lo que atesora.