ASÍ SE HACE:
1 — Espumillón de latas de cerveza Con una tijera de hojalatero se puede recortar cualquier lata de bebida corriente en largas y bonitas tiras de brillo dorado o plateado. Eso sí, antes tienes que lavarlas a fondo.
2 — Guirnaldas de chapas Para poder encadenar las chapas, primero tendrás que encadenar un trago tras otro, así que lo mejor es que empieces a coleccionar chapas de botellas en primavera. Luego, poco antes de Nochebuena, fíjalas a un cordón firme con pegamento termofusible. Es muy probable que se produzcan reacciones en cadena del tipo “¡Qué guay! ¡El próximo año nosotros haremos lo mismo!”.
3 — Candeleros de estropajo metálico Todos conocemos esas esponjas redondas de lana de acero que sirven para limpiar la parrilla después de una buena barbacoa. Pero lo que casi nadie sabe es que, si metemos una vela de cera larga en el centro, el estropajo se transfigura en un candelero muy elegante.
4 — Latas de sardinas colgantes Seguro que más de una vez has pensado: “¡Realmente es una pena tirar a la basura estas latas de pescado de colores tan fantásticos!” Pues bien, por fin hemos encontrado una forma genial de darles una segunda vida: ¡engánchales un hilo y ya tienes un colgante para el árbol de Navidad! Solo tienes que retirar antes todos los restos de pescado o de lo contrario tu Nochebuena olerá a puerto.
5 — Estrellas de tornillos Superpón clavos y tornillos viejos en forma de estrella, suéldalos y colócalos sobre la mesa de la cena navideña. Solo podría haber un pequeño problema: si se produce una discusión familiar junto al árbol de Navidad, la abuela podría utilizar la decoración como arma arrojadiza. No importa, atrévete a decorar tranquilamente con metal: una llave inglesa o unas pinzas para parrilla relucientes dan ese toque BBQ especial a cualquier abeto navideño que se precie.