MÁS CROSS COUNTRY QUE NUNCA
EL RECORRIDO DE SUSPENSIONES DELIMITA LAS POSIBILIDADES DE CRECIMIENTO DE LAS BICIS DE RALLY, AUNQUE ESTO NO HA IMPEDIDO A LAS BICIS DE ESTA CATEGORÍA EVOLUCIONAR HACIA UN TIPO DE USO MÁS AGRESIVO Y POLIVALENTE. Se han establecido los manillares de gran envergadura como lo normal, con medidas habituales en bicis de serie de entre 690 a los 720 mm de anchura, incluso encontramos 760 mm en algunas marcas más arriesgadas (en la Scalpel Si de Cannondale). Las potencias también tienden a ser cada día más cortas, siendo frecuente encontrar potencias por debajo de los 100 mm, normalmente hasta los 70 mm. Como referencia, una bici de similares características de hace poco más de una década montaría un manillar de unos 580 mm (que normalmente cortábamos y les instalábamos acoples) y una potencia de entre 100 y 120 mm. Una bici de 140 mm de recorrido “de antes” llevaba un manillar de 660 mm, ¡compara!. La llegada de las ruedas de 29” y la necesidad de hacer más palanca sobre ella para tener un buen control ha sido en parte el impulsor de estas nuevas medidas que están ya bien asentadas. La comodidad de los cuadros rígidos es otra de las tendencias principales desde hace unos pocos años y que no cesa de evolucionar. Mientras en los 90-2000, crear cuadros cada vez más rígidos era el rompecabezas de los fabricantes, el exceso de rigidez traducido en incomodidad y pérdida de tracción de la rueda trasera nos ha hecho caer en la cuenta de que cierto grado de flexión es vital para el Mountain Bike (y si, también para la carretera). Así, prácticamente no queda fabricante que no haya desarrollado sus propios métodos de absorción en los cuadros rígidos, ya sea jugando con las formas de los tubos o el tipo y disposición de las capas del carbono en el caso de ser de este material para lograr en muchos casos a una flexión que va de unos pocos milímetros hasta un par de centímetros. Otras marcas se han embarcado en recuperar el viejo concepto de “Softail”, con micro suspensiones traseras, como es el caso de BMC o Lapierre, que incorporan pequeños elastómeros en su triángulo trasero para experimentar esta absorción de entre 1 y 2 centímetros.
Y una corriente poco habitual en España pero que cada día gana más adeptos es la de bicis de Cross Country diseñadas para un uso más cañero del normal, con recorridos de suspensión aumentados (entre 110 y 120 mm) y con componentes propios de bicis endureras, con manillares muy anchos y de doble altura, neumáticos de gran balón (hasta 2,3”) ángulos de dirección más relajados y con tija telescópica. Ejemplos de estas bicis tenemos muchos, como las BMC Agonist, la Anthem de Giant o La Scalpel SE de Cannondale. Su objetivo no es otro que el de mantener la capacidad de pedaleo de una doble de Rally pero aumentando la diversión y seguridad en terrenos complicados.