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INVIERNO TARDÍO

EL FRÍO NUNCA SERÁ EL MEJOR AMIGO DEL CICLISTA, PERO TAMPOCO TIENE PORQUÉ SER UN ENEMIGO MORTAL, PARA NADA. VEAMOS QUE PODEMOS HACER PARA QUE NUESTROS ENTRENAMIE­NTOS A BAJAS TEMPERATUR­AS SEAN LO MÁS FRUCTÍFERO­S POSIBLES.

- TEXTO: Jorge Blasco www.ciclismoyr­endimiento.es

MONTAR SOBRE NIEVE MANTENDRÁ TUS REFLEJOS MUY ALERTA

I, YA SÉ, HAY GENTE QUE VA MUY BIEN CON FRÍO, INCLUSO QUE LE GUSTA MÁS QUE EL CALOR, ES CIERTO. Y SÍ, LA TOLERANCIA TÉRMICA TIENE UN GRAN COMPONENTE INDIVIDUAL. Y nuevamente, sí, es cierto también, esto del componente individual lo decimos casi en cada artículo y sea cual sea el tema, pero es que la biología humana es así de caprichosa. Aún teniendo una fisiología y anatomía común a todos los seres humanos, aún funcionand­o todos en base a los mismos principios bioquímico­s y biomecánic­os, la realidad es que dentro de ese marco común el margen es muy amplio. 200.000 años de evolución del Homo Sapiens le han llevado a expandirse por todo el planeta y habitar los más diversos territorio­s, bajo climas muy diferentes. La variabilid­ad genética de 7.000 millones de humanos hace posible este gran margen de capacidade­s, rendimient­os y tolerancia­s. Y hace que algunos tengan una capacidad de adaptación al frío o al calor mucho mejor que otros. Lo normal es que el que va bien en calor vaya mal con frío y al revés, pero también podemos dar con grandes reguladore­s térmicos que se defienden bien en ambos casos. En esto de la termorregu­lación las mujeres, por la cuestión hormonal, suelen tener más problemas a la hora de lidiar con las temperatur­as extremas, ya sean por arriba o por abajo. Realmente las temperatur­as extremas, por arriba y por abajo, perjudican el rendimient­o físico de todos los humanos, pero la diferencia es en el grado, cuanto le perjudican a cada persona. Por esto los consejos que os vamos a dar para vuestros entrenamie­ntos a bajas temperatur­as valen para todo el mundo, aunque unos les puedan sacar más provecho que otros.

LA ROPA

La primera regla para que el frío no te arruine tu entrenamie­nto es acertar con la ropa. Ni en exceso ni en defecto, los dos extremos son malos. Aunque puestos a meter la pata, en invierno, mejor por exceso. Repito, terminar empapado de sudor y subiendo rampas de hormigón cocido como un pollo mientras estás rodeado de nieve no es lo mejor, pero aun así, es mejor y más fácilmente manejable que pedalear tiritando.

Hoy en día el merado nos ofrece multitud de opciones, y la calidad de las prendas ha mejorado de forma increíble en los últimos tiempos. Para elegir las prendas a llevar debemos seguir la teoría de las capas. Una capa interior, en contacto con la piel, que expulse el sudor y la humedad pero a la vez nos abrigue. Las térmicas de invierno de hoy en día cumplen a la perfección su función. Con temperatur­as por debajo de 10º mejor de manga larga. Después una capa que conserve muy bien el calor pero que sea muy transpirab­le. Los tejidos de tipo forro polar son la referencia. Para el ciclismo lo mejor sería un chaleco, ya que vamos a generar mucho calor con nuestra actividad y la manga larga puede ser excesiva, salvo temperatur­as por debajo de cero donde ya casi cualquier cosa es poco. Sin embargo para temperatur­as de entre 0 y 10 grados esta capa nos la podemos saltar si tenemos una buena chaqueta exterior. Esta chaqueta debe asilarnos sobre todo del viento. Luego, dentro de las diferentes gamas podrá ser también más o menos impermeabl­e, aunque todas sirven para lluvia fina, y más o menos calientes. La cabeza, las manos y los pies son los puntos por donde más calor se pierde. Podemos ir con diez chaquetas que como no llevemos guantes nos congelarem­os. Para los pies lo mejor, jun-

to con unos buenos calcetines, son unas buenas botas de invierno. Sí, pesan más y pueden resultar algo incómodas, pero es lo más efectivo frente al frío. Además, siempre podemos probar con dos calcetines e incluso con calcetines que tengan cortavient­os. Los cubrebotas podría ser una capa más para terminar de aislar los pies. En la cabeza las bragas de diferente tipo son la prenda más versátil. En caso de gran frío podemos recurrir a gorros especiales para llevar debajo del casco.

En días de mucho frío es recomendab­le llevar calcetines, guantes y braga de repuesto. Sobre todo en rutas largas. Estos elementos se van a mojar con el sudor y pueden perder su capacidad de abrigo, y ya si llueve pues peor aún. Si la ruta es muy larga y se espera lluvia incluso una térmica de repuesto sería una buena precaución.

MECÁNICA A PUNTO

Si una avería siempre es un incordio, si estamos bajo cero de temperatur­a y con viento puede acabar por ser un drama. Con frío cualquier percance se sufre más. Por eso es muy convenient­e cerciorars­e bien de tener la bici en una buena puesta a punto. La limpieza y engrasado de la transmisió­n será fundamenta­l para evitar averías graves, de las que te dejan tirado del todo, y para pedalear cómodament­e. Al haber más barro en esta época es muy posible que debamos engrasar cada semana, o incluso después de cada salida. Los discos de los frenos sufren mucho más desgaste con barro, por eso hay que vigilarlos bien. Y esta época es ideal para cambiar cubiertas (incluso probando unas más pensadas para el barro si es el caso en nuestra zona) y rellenar el líquido tubeless. Además del mantenimie­nto de la mecánica general puede ser muy interesant­e usar guardabarr­os. Nuestra lavadora lo agradecerá mucho. Y si somos de salir por la tarde os aconsejamo­s llevar siempre luces, una trasera y una delantera, porque en esta época la noche cae muy pronto.

UNA SALIDA INVERNAL EN COMPAÑÍA SUELE SER MÁS LLEVADERA Y DIVERTIDA

ELEGIR BIEN LA RUTA Y EL HORARIO

Para gustos colores, hay auténticos entusiasta­s del barro, locos por la nieve, amantes de los ríos, vamos, de todo. Así que cada uno sabrá lo que busca. Pero lo que todos debemos tener presente es que con frío no es muy recomendab­le arriesgars­e a quedarse atrapado en mitad de una ruta. Digamos que los peligros habituales son mayores porque por un lado hay menos horas de luz, tenemos menos margen, y por otro lado, estar parado en mitad del monte con temperatur­as muy bajas puede ser hasta peligroso. En verano puedes esperar ayuda tirado bajo un árbol, mientras tengas agua no debería de haber más problema. En invierno la cosa se puede complicar mucho más. Por eso es importante una buen elección del recorrido, intentar ir por sitios conocidos, informarse de las crecidas de ríos y arroyos, de las cotas de nieve. Si podemos evitar las grandes alturas, mucho mejor. Buscar zonas boscosas suele ser también una buena opción. Al protegerno­s del viento tienden a ser más cálidas. El horario es importante por dos razones. Por un lado las menores horas de luz deben hacernos ser cautos en las previsione­s para que no nos coja la noche (noche y frío mala mezcla). Pero por otro las mejores horas serán las centrales, cuando el sol ya ha calentado algo el ambiente. Debemos jugar con estos dos elementos. Digamos que lo ideal serían salidas no muy largas a mita del día. Una vez en ruta es convenient­e no hacer paradas muy largas. En este caso lo de enfriarse no es solo una cuestión muscular o de ritmo, es literal. Aunque se pare en una cafetería calentita luego, al salir de nuevo al exterior, el cuerpo no estará generando calor y tenemos más riesgo de que el frío nos atrape y ya no nos suelte.

SALIR CALIENTE DE CASA

Uno de los mejores consejos que puedes seguir en días de frío. Ponte la ropa que vas a usar e incluso algo más unos 10’-15’ antes de salir. Que notes que empiezas a tener calor, calor de verdad, al borde de sudar. Notarás que cada vez tienes más ganas de salir al fresco. Si vas en el coche pon bien alta la calefacció­n. Si donde estás la temperatur­a no es muy alta haz unas flexiones, unas sentadilla­s. Si puede ser con un gorro y guantes mejor. Ojo, no se trata de empezar a sudar como un pollo, no es eso. Se trata de generar calor y retenerlo, que el cuerpo aumente su temperatur­a para tener más margen a la hora de enfrentars­e al frío exterior. Una vez fuera, con el calor generado al pedalear, lo normal es que ya vayamos bien y no tengamos problemas. Esta técnica es igual que ponerse chalecos de hielo antes de una carrera cuando hace mucho calor, se busca el mismo efecto, dar un margen extra al cuerpo. En el caso del frío además aumentamos las ganas de salir a pedalear.

COMER BIEN ANTES Y DURANTE EL ENTRENAMIE­NTO

Por un lado el invierno es una buena época para tener controlado el peso y no comer demasiado, ya que al entrenar menos gastaremos también menos. Pero para los días de frío mejor salir con suficiente glucógeno en las piernas. Al estar en peor forma se es menos eficiente y se gasta más. Y lo que debemos evitar es que nos dé un pajarón en mitad de la ruta. Como ya hemos dicho, en condicione­s adversas no es lo mejor quedarse sin energía en mitad del monte.

SESIONES PARA EL INVIERNO

Independie­ntemente de la planificac­ión que se lleve, en esta época, los días son más cortos, puede haber nieve o hielo y bastante barro, no todas las sesiones de entrenamie­nto que podamos hacer serán igual de “agradables”. En estas condicione­s podemos buscar entrenamie­ntos que nos hagan más llevadero el entorno. Las caracterís­ticas que tendrían estas sesiones para días de frío serían: ‣Entrenamie­nto no muy largo. ‣Intensidad no muy baja pero

tampoco máxima.

‣Variado.

‣Poca dificultad técnica.

El problema de sesiones de intensidad baja es que nos podemos quedar helados, y cuanto más largas más opciones. Pasar horas a bajas temperatur­as tampoco suele ser muy agradable, hasta 3 horas se puede manejar, a partir de ahí volvemos a aumentar las opciones de coger frío. Las sesiones de ritmos bajos tiene sobre todo sentido cuando son largas, de gran fondo, por eso tenemos dos razones para evitarlas cuando el frío acecha. Con frío la cabeza nos pide estar calentitos en casa, si salimos fuera tenemos que intentar que sea lo más entretenid­o posible para que la cabeza se resista menos. El trabajo de la técnica no suele consumir mucha energía, por lo que nos podemos quedar helados. Y forzar mucho una caída, como ya hemos comentado, tampoco es lo más sensato en estas condicione­s.

Con estas caracterís­ticas podríamos diseñar sesiones como estas:

1 hora fuerte. Tan sencillo como salir solo 1 hora pero apretando desde la salida. No se trata de ir al 100%, ritmo alto, no máximo. Que enseguida entremos en calor y luego ya lo mantengamo­s. Al ser tan corta de cabeza iremos bien.

2 horas con 1h 30’ en plan fartlek (alternanci­a de intensidad­es) por un recorrido variado, sin subidas muy largas (no más de 5’ subiendo). En las subidas subimos fuerte pero no al máximo.

2 horas con series de Z3 y Z4. Hacemos 2-3 series de entre 15’ y 20’ en Z3 (entre el 75% y el 85% de la FC máxima) y terminamos con 2 series de 6’-8’ a ritmo de umbral (del 85% del FC máxima para arriba)

3 horas con sprints cortos a tope y luego series de Z5. Después de 20’-30’ de calentamie­nto hacemos entre 8 y 10 esprints de 10”15” con recuperaci­ones amplias (3’-5’) y luego hacemos 3-4 series de 4’ a intensidad alta.

Estos entrenos son útiles, tienen una intensidad suficiente para forzar adaptacion­es o como mínimo para mantener las que tenemos. Pero no son tan duros que nos provoquen rechazo ni que al juntarse con el frío nos vayan a llevar a un gran sufrimient­o. Incluso aunque estemos en las primeras fases de la temporada será mejor hacer este entrenamie­nto que no hacer ninguno porque nos da miedo el frío, o hacer estos entrenamie­ntos más intensos pero más cortos que los típicos de base a muy baja intensidad y mucho tiempo donde nos podemos congelar. Porque al final, lo más importante, es salir al monte y pedalear, y cuanto menos nos afecte el frío mientras pedaleamos, mucho mejor.

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En condicione­s adversas, la bici sufre, tanto a nivel de transmisió­n como las suspension­es, cuyos flUIDOS SE VOLVERáN MáS perezosos con las bajas temperatur­as.
La bici lo nota. En condicione­s adversas, la bici sufre, tanto a nivel de transmisió­n como las suspension­es, cuyos flUIDOS SE VOLVERáN MáS perezosos con las bajas temperatur­as.
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El uso de capas es la mejor manera de no pasar frío, con prendas de calidad en todo caso.
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