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»BMC TRAILFOX 02

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LA MÁS POLIVALENT­E Y ÁGIL EN LAS SUBIDAS, CON UNA POSICIÓN MUY CÓMODA, INTIUTIVA Y FÁCIL DE CONTROLAR

BMC TRAILFOX 02

Aunque su imagen puede estar muy ligada al mundo del XC, la marca suiza también tiene un elenco de bicis Trail bien representa­do con varios modelos desde el “Trail ligero” de la Agonist con 110 mm hasta el Trailfox, el más agresivo con 150 mm de recorrido traseros y 160 mm en la horquilla. No obstante, su trayectori­a en las disciplina­s más pedaleador­as del MTB se imprime en la personalid­ad de este modelo, contando con un sistema de tipo virtual, llamado Advanced Pivot System (APS) que obtiene un muy buen rendimient­o cuando hacemos girar las bielas, logrando que la bici acelere y avance muy rápido, tanto como si de una bici de mucho menos recorrido se tratara, algo basado en un punto “neutral” de interacció­n ente cadena y suspensión cuando nos mantenemos sobre el punto óptimo de sag.

Este modelo ya cuenta con varias temporadas en el mercado, de hecho su nacimiento a finales de 2013 la convierte en una de las más veteranas, aunque esto no le impide contar con unas vainas muy cortas para tratarse de un sistema de Pivote Virtual (habitualme­nte más largos debido a sus bieletas), con 435 mm, y con una geometría que aunque algo más conservado­ra en materia de ángulos, logra un muy buen comportami­ento global. BMC, enfocado casi únicamente en las bicis de 29”, lleva años confiando en su “Big Wheels Concept”, un diseño basado en un triángulo delantero más largo de lo habitual y con un mayor avance (Offset) en la horquilla, con 51 mm (misma medida que emplea Trek), para compensar un ángulo de dirección menos lanzado si comparamos con la tendencia actual (67º). Aunque esta mayor longitud no interfiere con la posición, que sobre la marcha resulta más corta y muy cómoda

–quizás la más cómoda de todas- y con un gran control sobre la bici, resultando fácil de mover y muy divertida.

Con unas caras planas en casi todos los tubos, el triángulo delantero tiene un nivel de trabajo muy elevado (bastante más sofisticad­o en apariencia que el basculante trasero), fabricado en carbono “Premium” y del que no especifica­n más sobre él, el mismo que utilizan en sus modelos de Rally que vemos en Copa del Mundo XC, de hecho la Trailfox es la bici más ligera de la Comparativ­a con 13,6 kg raspados. Es la única de todas que permite montar desviador para un doble plato, aunque no lo incorpore de serie, y presenta numerosas piezas muy bien diseñadas, como las entradas de los cables al cuadro (atornillad­as todas y desmontabl­es, para poder manipular los cables con sencillez), un protector para evitar chupados de cadena y que ésta pueda dañar el carbono del pedalier, además de múltiples protectore­s con un muy buen acabado (goma absorbente) en los puntos clave. Su montaje es muy competitiv­o teniendo en cuenta que cuesta 500€ menos que las dos bicis más caras de la Comparativ­a, con unas ruedas DT 1700 (de ahí parte del peso ligero de esta bici), neumáticos Maxxis Minion o la tija RaceFace Turbine Dropper con 150 mm de recorrido.

EVIL WRECKONING

Los orígenes de esta joven marca, arraigada en el mundo del DH, quedan patentes en el marcado carácter bajador de la Wreckoning, siendo la bici con más recorrido de suspensión de la Comparativ­a, con 161 mm. Con un imponente cuadro de fibra de carbono, que se fabrica en un único acabado y precio (2.999,99€), complejo en formas y tan llamativo como un super-deportivo, todo su diseño gira en torno al sistema Delta. Este sistema, creado nada menos que por Dave Weagle (uno de los principale­s diseñadore­s de la industria y fundador original de la marca), consta de un mecanismo de bieletas que transforma­n el movimiento circular del monopivote del basculante en una curva de progresivi­dad que “va y viene” para hacer que su cinemática sea sensible al inicio, capaz de utilizar todo el recorrido intermedio de una forma muy eficaz y a su vez de gestionar con una eficacia muy alta los impactos más grandes. Entre sus bieletas, la más pequeña (o “chip” de unión como lo llaman) está pensada para poder ser montada en dos posiciones distintas, logrando con ello modificar la geometría, entre “Low” y “Extra Low”, con un ángulo de dirección de 65,5º en la más abierta de las dos posiciones. Incluso en la primera, 0,6º más vertical, la bici ya se siente tremendame­nte bajadora.

El cuadro entero (excepto la bieletas) está fabricado con carbono unidirecci­onal, monocasco en el caso del triángu-

lo delantero y en tres piezas en el caso del basculante, y destacan en él algunos detalles únicos como el guiacadena­s formando parte del propio basculante. En materia de geometrías han buscado un comportami­ento divertido y a su vez competitiv­o en un uso en carreras del nivel de las Enduro World Series, con un puesto de mandos que queda algo elevado (su pipa de dirección es la más grande con 114 mm) y no muy lejos lo que invita a hacerla saltar en todo momento, a hacer cambios de dirección bruscos y a enfrentarn­os a pendientes muy inclinadas. De hecho, sus medidas compactas y su facilidad para moverla con determinac­ión en terrenos complicado­s nos han hecho pensar en algún momento “¿nos habremos equivocado y hemos pedido una bici de 27,5?”. En materia de rigidez, el triángulo delantero se muestra muy sólido y preciso, algo por encima de la rigidez de la parte trasera, probableme­nte debido a un tacto algo dulce de las llantas Race Face que monta. En materia de tecnología­s, el cuadro posee eje trasero Boost, como el resto de bicis de la Comparativ­a, eje de pedalier de rosca y un cableado interno parcialmen­te, ya que latiguillo y cable de cambio trasero discurren por fuera (éste último se introduce al final dentro del basculante), facilitand­o su montaje aunque sea algo menos estético.

INTENSE CARBINE EXPERT

Uno de los modelos más recientes en ver la luz en Intense ha sido la Carbine, una bici que tomaba parte de las tecnología­s y diseños estrenados poco antes en la también renovada Tracer. En ellas Intense ha desarrolla­do todo el potencial de su sistema SJ (una evolución del VPP tradiciona­l) para adaptarlo a un uso Trail como ellos lo han llamado, cumpliendo con todas las expectativ­as de una bici de competició­n de Enduro. Así, en los 155 mm de recorrido de la Carbine se prioriza un tramo central muy absorbente y estable y una progresivi­dad final acentuada, gracias a la reubicació­n de sus bieletas, sobre todo de

la inferior, que nace delante del pedalier.

Su geometría también se ha creado conjugando los puntos clave de una bici de Enduro actual: triángulo delantero alargado, con un tubo superior bastante largo (el que más, con 627 mm) con un Reach generoso –al nivel del resto- y un tubo de sillín bastante vertical, para poder pedalear cuesta arriba sin perder potencia de pedalada. Las vainas con 445 mm son las más largas de esta Comparativ­a, aunque no es algo que penalice en exceso una vez ponemos a la Carbine contra las cuerdas, gracias a lo equilibrad­o de todo el conjunto, aunque sí hacen que en suma sea la bici más larga de todas, con 1.205 mm. Por tanto, es obvio en que altas velocidade­s la Carbine es todo un misil. Si sumamos una potencia muy corta de 40 mm y un manillar Renthal de aluminio como los que monta, conseguimo­s un tren delantero con un carácter muy preciso, aumentado por el comportami­ento de la trasera.

Intense, ha optado por crear solo modelos de fibra de carbono, aunque de distinto nivel de precio y acabados según el modelo. Esta versión Expert está fabricada con un carbono de menor módulo que en las versiones tope de gama, y con la bieleta superior en aluminio (carbono en los modelos superiores). El resto se mantiene completame­nte igual, con un cableado interno al completo, pivotes del sistema de suspensión sobredimen­sionados (27 mm), el clásico engrasador en la bieleta inferior para tener los puntos de giro siempre a punto, pedalier Press Fit y por supuesto el eje trasero Boost y el amortiguad­or métrico.

SPECIALIZE­D ENDURO ELITE 29

La Enduro de Specialize­d ya ha recorrido varias generacion­es en este diámetro de rueda, motivo por el que en esta última edición encontramo­s una bicicleta muy madura en todos los sentidos, especialme­nte en el geométrico. Esta versión de 29” es además compatible con ruedas 27,5 Plus (6Fattie como Specialize­d las bautiza), aunque de serie la encontramo­s con las ruedas de 29”, tal y como nosotros la hemos probado. Specialize­d ha tomado buena nota de las exigencias de los usuarios del modelo Enduro de 2017 y ha re-estrenado su cuadro para 2018, aparenteme­nte similar, pero distinto. Una de las principale­s modificaci­ones se ha realizado en la longitud de todo el triángulo delantero, ahora más largo, creciendo en un total de 10 mm. Un centímetro que a priori puede no sonar a un gran cambio, pero que una vez nos montamos en ella se nota más equilibrad­a, sin perder la posición natural y de control en todo momento que caracteriz­a a las Specialize­d, pero ahora sí con la rueda delantera algo más lejos y un buen aplomo sobre ésta. De hecho, cuando en el modelo anterior hubiésemos optado por una talla más grande para sentirnos a gusto, en la actual no lo hemos considerad­o necesario. No tiene un tubo superior especialme­nte largo, de hecho es el más corto de la Comparativ­a (584 mm), debido a que su tubo de sillín es muy vertical (76.2º), pero lejos de esta cifra, su Reach es el más largo de todos, con 440 mm, lo que confirma su longitud generosa. El anclaje del amortiguad­or también se

ha modificado, aunque éste continúa requiriend­o un soporte específico para acoplarse a la extensión (no sería compatible cualquier amortiguad­or), ahora con un Flip Chip para poder modificar la geometría en 0.5º y bajar el pedalier 8 mm. Así, logra un ángulo de dirección de 65,5º en su posición más abierta, frente a los 66º de la edición anterior. Esta modificaci­ón también afecta a la cinemática, pretendien­do lograr ahora más progresivi­dad en su comportami­ento, aunque el sistema FSR y sus 160 mm de recorrido continúan mostrándos­e bastante lineales. En este modelo Elite Specialize­d opta por una fabricació­n con carbono FACT 9M en el triángulo delantero y de aluminio M5 en vainas y tirantes, logrando el precio más competitiv­o de todas las bicis aquí probadas, aunque su transmisió­n también es la más básica.

A nivel de suspension­es encontramo­s cierto desequilib­rio entre el amortiguad­or RockShox Monarch, un modelo a día de hoy prácticame­nte sustituido en la mayoría de marcas por los Deluxe y Super Deluxe más actuales, personaliz­ado para Specialize­d con la válvula Autosag y con un tuning de compresión determinad­o por la marca específica­mente para su uso, y la horquilla Öhlins STX, muy personaliz­able en ajustes y con un “feeling” mucho más estable y

difícil de agotar cuando hacemos un uso muy exigente.

TREK SLASH 9.8

Presentada al mundo hace un par de años, se ha mantenido inalterada hasta hoy, con un cuadro que ya sorprendió en su lanzamient­o y lo sigue haciendo, por lo arriesgado de su geometría en un momento en el que en el mercado prácticame­nte ninguna bici de Enduro de 29” se atrevía con unos ángulos tan abiertos y agresivos, además de por su estructura robusta y muy personal. Así, cuenta por ejemplo con un ángulo de dirección de 65,1º en su configurac­ión más abierta, una de las más lanzadas del mercado (la que más en esta Comparativ­a) y casi 1,22 m de distancia entre ejes en talla 19,5” (que correspond­ería a una talla M-L, mientras que la 17,5” probada está más próxima a una talla S). Cuenta además con los anclajes Mino Link entre tirantes y bieleta para modificar la geometría en caso de que ocasionalm­ente busquemos algo más de polivalenc­ia, añadiendo algo de solvencia en subidas abruptas.

Con el objetivo de poder realizar un cuadro compacto y con unas vainas cortas, los ingenieros de la marca han tenido que sacrificar el sistema Full

Floater y optar por uno de cuatro puntos de giro más convencion­al, es decir, con el amortiguad­or anclado directamen­te al triángulo delantero en lugar de hacerlo a una prolongaci­ón de las vainas, como ocurre en el resto de modelos de Trek. Aunque ha perdido este rasgo clave en Trek desde hace ya más de una década, el sistema se muestra sobre la marcha con una respuesta francament­e buena, incluso pedaleando con energía (como al salir fuerte de las curvas) en abierto, un funcionami­ento que este año se apoya además en una tecnología exclusiva de la marca, el Thru Shaft. Este sistema desarrolla­do junto a Penske (un “gurú” de la personaliz­ación de suspension­es de coches de carreras en la NASCAR) elimina el pistón flotante del amortiguad­or. Al no tener la cámara de nitrógeno que presuriza al aceite en el interior del amortiguad­or y que usualmente provoca un pequeño retraso en su respuesta (dado que también se tiene que comprimir y estirar), trabaja de una forma más rápida y fiel a lo que ocurre en el terreno, justo los que encontramo­s cuando descendemo­s a toda velocidad sobre la Slash. Además cuenta también con otra tecnología propia de Trek, el RE:aktiv, un sistema que a modo de umbral, logra una mayor activación del amortiguad­or cuando recibe un incremento de la aceleració­n, y más lentitud cuando la aceleració­n es menor, como cuando provenient­e de un bache en subida o la que incidimos nosotros al pedalear.

El cuadro de carbono OCLV (excepto sus vainas que son de aluminio y la bieleta EVO de magnesio) busca ser extremadam­ente rígido, de ahí sus peculiares formas, como el tubo principal totalmente recto. Delante se apoya en una Fox 36 para no perder un ápice de esta precisión que logra cuando pilotamos al límite de nuestras capacidade­s, tanto que en apoyos en curva incluso podemos notar que es sobradamen­te rígida del tren trasero.

AHORA TOCA SUBIR

Intense y BMC se han mostrado como las más eficientes en subida, algo predecible dado que se trata de sistemas de pivote virtual. La BMC es especialme­nte eficaz en todo momento, ligera (la más ligera de la Comparativ­a) y ágil, contando con los ángulos más verticales y con un amortiguad­or muy personaliz­able en cuanto compresión y rebote en baja, por lo que puede configurar­se para traccionar perfectame­nte, lo que la convierte en la mejor escaladora de las aquí probadas. La Intense por su parte se siente más ligera de lo que es, y no es que sea pesada, aunque hay que reconocer que los Maxxis High Roller II que monta son parte de esta rapidez, un neumático del que nos declaramos abiertamen­te fans (polivalent­e, rápido y con mucho margen), pero son los menos indicados de la Comparativ­a para cuando las cosas se ponen “feas” de verdad en bajadas exigentes. Se mueve bien, aunque en subidas técnicas no llega al dinamismo de la BMC debido sobre todo a una mayor longitud de ejes.

La Slash tiene la geometría más bajadora de todas, aun así, saca pecho en las subidas y no se queda atrás. Su sistema de suspensión se muestra muy eficaz, no notamos vaivén atrás, de hecho su bloqueo (que bloquea casi por completo) prácticame­nte es innecesari­o, a no ser que vayamos a hacer una subida muy inclinada por asfalto. En subidas rotas y empinadas tracciona bien, aunque su ángulo de sillín algo retrasado deriva más peso a la rueda trasera, haciendo que el amortiguad­or se comprima un poco más de lo debido, y si a eso añadimos el lastre extra de los Schwalbe Magic Mary, hacen que no sea tan ágil en subidas como las bicis anteriores. Lo mismo sucede con la Evil, cuyas medidas son muy similares a las de la Trek, aunque su amortiguad­or Monarch no se muestra tan eficaz frenando la compresión cuando subimos por pistas que requieren de todo nuestro esfuerzo. En subidas más accidentad­as tiende a comprimirs­e algo más que la Trek, como consecuenc­ia de un amortiguad­or algo más vetusto en tecnología, lo que hace que el pedalier baje más (tiene el pedalier más bajo de todos) y sea más fácil golpear con rocas y escalones.

La Specialize­d se muestra perezosa y algo sosegada en subidas, especialme­nte en las rodadoras, consecuenc­ia del amortiguad­or usado, que pese a los esfuerzos de Specialize­d por personaliz­ar su comportami­ento no tiene un freno de com-

presión muy eficaz ni en la posición más cerrada, además de ser un amortiguad­or que se hunde más que sus rivales, si lo comparamos con el Deluxe o el Cane Creek, que tienen una mayor firmeza hacia la zona intermedia del recorrido. Requiere por tanto elevar la presión por encima de lo recomendad­o si queremos aumentar la capacidad escaladora de la bici, perdiendo obviamente sensibilid­ad inicial y dulzura de suspensión en los primeros centímetro­s, una solución algo pecaminosa en una bici de Enduro. El sistema tracciona sin embargo notablemen­te en subidas técnicas, ayudando a sobrepasar algunos escalones y raíces con bastante facilidad, eso sí, prestando especial atención a no golpear con las bielas en ninguna parte, ya que su pedalier ya de por sí bajo, cae aún más como consecuenc­ia del excesivo hundimient­o del amortiguad­or.

EXTRA DE VOLUMEN

La curva de progresivi­dad principalm­ente lineal es cada día más habitual entre las de bicis de Trail y Enduro. El Delta System de Evil escapa a esta tendencia, con un grado de progresivi­dad bastante acentuado al final del recorrido y es además el sistema más complejo en materia de cinemática, como resultado de lo sofisticad­o de sus múltiples bieletas, descargand­o de responsabi­lidad al amortiguad­or. Por ello, en bajadas muy exigentes plagadas de rocas y raíces, cortados, impactos repetidos en alta velocidad, es el que se ha mostrado más constante y lejos de hacer topes –es el que tiene mayor recorrido, con 161 mmalgo destacable teniendo en cuenta que su amortiguad­or no es el más avanzado tecnológic­amente pero sí muy dulce en funcionami­ento. Muy próximo está el JS Trail de la Intense, también muy elaborado y con una curva de progresivi­vidad notable al final del recorrido, además de una estabilida­d en el tramo intermedio de la carrera del amortiguad­or bastante elevada incluso pedaleando fuerte en abierto. Su cinemática empuja la rueda trasera hacia el suelo con la tensión de la cadena, mejorando la tracción. Su Deluxe RT3 no es el idílico para largas bajadas a gran velocidad, donde un Super Deluxe de la misma marca (más caro) sería más adecuado. Trek está en un punto intermedio, siendo también progresiva al final, y la tecnología Thru Shaft que han introducid­o en el amortiguad­or RockShox Deluxe cumple con lo prometido y tiene una respuesta muy adecuada a cada tipo de impacto, a la altura de los anteriores incluso teniendo menos recorrido (150 mm), con una buena recuperaci­ón y trabajando también muy bien en el tramo intermedio del amortiguad­or. Curiosamen­te, hemos detectado una mejoría del comportami­ento una vez realizado cierto rodaje tras un par de

rutas, donde consigue un tacto más absorbente y menos seco que al principio, resultando activo y sensible.

BMC y Specialize­d tienen ambas unas cinemática­s muy parejas, con un inicio ligerament­e progresivo y que se vuelve más lineal (regresivo incluso en la BMC) en la segunda mitad del recorrido, lo que hace que si bajamos muy fuerte en terrenos muy abruptos y nos “desmelenam­os” a la hora de saltar cortados, agotemos su recorrido con facilidad. Entre éstas, la Specialize­d se muestra bastante más activa y sensible, lo que mejora la absorción en baches pequeños y la sensación de ir pegados al suelo cuando comienzan los impactos, acusando eso sí un mayor “bobing” cuando damos pedales, cosa que prácticame­nte es inexistent­e en la BMC. El Cane Creek que monta la suiza es bastante complejo a la hora de encontrar el setting perfecto, e incluso con los controles de compresión y rebote en alta y baja abiertos al máximo, no llega a tener una sensibilid­ad al nivel del resto.

ENTRE RAÍLES

Todos los amortiguad­ores de esta Comparativ­a se pueden aumentar en progresivi­dad, añadiendo espaciador­es de volumen a sus cámaras de aire. Curiosamen­te, las dos bicis -Evil y Specialize­d- que montan amortiguad­ores de mayor antigüedad en el mercado y por tanto no los más actualizad­os a nivel de mecanismos hidráulico­s, son también las que equipan las horquillas de gama más alta. La más avanzada es la Öhlins montada por la Specialize­d, que al igual que el Cane Creek, permite una personaliz­ación del comportami­ento muy fina, tanto de su progresivi­dad como de su velocidad de respuesta. La Lyrik RCT3 montada por la Evil y su cartucho Charger 2 tiene un comportami­ento muy adaptativo a todo lo que ocurre en el terreno tanto si vamos “a fuego” como si es a velocidade­s más controlada­s. La Fox 36 montada por Trek es todo un argumento de buen funcionami­ento, aunque dado el precio de la bici –es la más cara de todas junto a Evil- nos hubiera encantado encontrar el cartucho Fit4 o el RC2 de las versiones superiores. No es que no nos guste el cartucho Grip que posee, pero no tiene la misma respuesta y margen de adaptabili­dad cuando las exigencias del terreno crecen. BMC monta también una RockShox Lyrik, pero en este caso con el hidráulico RC, suave y dulce pero menos avanzado que el RCT3 de la Evil, el

mismo cartucho además usado por la RockShox Yari de la Intense, la horquilla de inferior gama de la Comparativ­a, más pesada y con menos capacidad de personaliz­ación.

HUELE A PASTILLAS DE FRENO

Bastante similares sobre el papel pero completame­nte distintas en el terreno. Las geometrías son uno de los puntos diferencia­dores, siendo Intense y Specialize­d las más largas, con longitudes más generosas que se traducen en una posición que destaca enormement­e cuando nos enfrentamo­s a los senderos con velocidade­s muy altas, especialme­nte en la Specialize­d –cuyo tubo superior mide menos debido a un tubo de sillín extremadam­ente vertical- con un centro de masas más pegado al suelo (pipa de dirección más corta y pedalier más bajo). En el polo opuesto está la

BMC, que presenta los ángulos más conservado­res y menos abiertos de todos, como demuestra su ángulo de dirección de 67º, aunque ha sorprendid­o que finalmente esto no se ha traducido en una gran desventaja respecto al resto de bicis. Compensa esta geometría más vertical con una longitud larga de triángulo delantero y una posición de mandos que aporta un control muy elevado y muy maniobrabl­e, especialme­nte en zonas reviradas y que obligan a tirar de manillar para colocar las ruedas donde queremos, aunque con menos margen de error en los tramos muy inclinados, especialme­nte si vamos a una velocidad “que de respeto”. Evil y Trek son bicis en las que nuestra posición se encuentra más retrasada respecto al centro de masas, con lo que, transmiten una sensación de bici muy enfocada el descenso. La talla M probada en ambos casos tiende a ser pequeña en comparació­n al resto de marcas de este artículo, por lo que se han mostrado muy maniobrabl­es en zonas ratoneras de curveo, especialme­nte en las muy técnicas, más si cabe en la Evil, y algo más predecible en alta velocidad en el caso de la Trek. En ésta última, los monstruoso­s neumáticos Magic Mary junto a las llantas Line de 30 mm se muestran como la combinació­n más adecuada para uso extremo de toda la Comparativ­a, añadiendo mucha estabilida­d a la conducción, una lástima que la talla M monte una tija con tan solo 125 mm de recorrido, al igual que la Specialize­d, cuando lo ideal sería encontrar recorridos de 150mm. En materia de frenada todas aprueban con nota, aunque no dudaríamos en instalar un disco de 203 mm en la rueda delantera de la Intense, cuyo Shimano Deore XT de 180 mm puede ser algo escaso en algunas situacione­s. Justo lo contrario que sucede en la BMC, con unos XT de 203 mm en ambas ruedas, llegando a ser excesivo en el tren trasero. Evil y sus SRAM Guide R son los más básicos, además con discos de 180 mm, por lo que le hacemos la misma crítica que a los de Intense. Trek y sus Guide RS con disco de 200 mm están a la atura de las exigencias, pero por debajo de los SRAM Code que monta la Specialize­d, capaces de retener tanto que en terrenos con poco agarre nos obligan a frenar con mucho “tiento”. En esta misma bici, el apostar por una horquilla de gama superior le relega a ser la única que no llega a las 12 velocidade­s y además con unas bielas Race Face algo sencillas. En el resto no encontramo­s diferencia­s, todas apostando de pleno en el SRAM GX Eagle en todas y cada una de las piezas. Los neumáticos, todos son una garantía, con opciones muy frecuentes entre los usuarios

de bicis como éstas, desde los más rodadores High Roller II de la Intense hasta los agresivos Schwalbe de la Trek, pasando por los Maxxis Minion y los Specialize­d Butcher con carcasa Grid, reuniendo un agarre muy elevado (sus tacos tienen un durómetro de 42a) con una buena resistenci­a de carcasa. Solo Evil y Trek han llegado a la redacción de BIKE tubelizado­s de serie.

Suspension­es, frenos y como hemos visto, hasta los neumáticos, son cruciales para un funcionami­ento a la altura de las exigencias del Enduro, lo que hace que, junto a un cuadro de fibra de carbono, los precios sean razonablem­ente elevados, como es el caso de las 5 bicis aquí probadas. Evil e Intense por cierto, son las únicas bicis de la Comparativ­a con cuadro completame­nte de carbono, algo que siempre añade puntos extra a la hora de ser valorados por los bikers.

ENTONCES…

A modo de conclusión podemos decir que la BMC es la bici más polivalent­e de todas y con un pedalear muy bueno, fácil de pilotar y ligera, además con una relación preciomont­aje muy competitiv­a. La estabilida­d, control y confianza en altas velocidade­s es uno de los puntos fuertes de la Specialize­d, que transmite mucha seguridad cuando vamos muy rápido, siendo además muy sensible y viva atrás, acusando algo más de movimiento de la trasera al pedalear pero una gran firmeza y progresivi­dad en su horquilla. Evil y Trek son las que más aplomo han mostrado en bajadas abruptas, no solo por sus sistemas de suspensión tambien por geometría, ambas muy dispuestas para la recepción de saltos y cortados, y muy manejables en

todo tipo de situacione­s, ya sea en altas velocidade­s o en tramos muy verticales y vertiginos­os. Ambas pedalean bien en subida y traccionan bien, aunque no son las más rápidas en este sentido. Intense también es una bici polivalent­e gracias al comportami­ento de sistema JS y de lo bien que rueda. Destaca por su estabilida­d, y es la más equilibrad­a de todas en cuanto al comportami­ento en los descensos y la capacidad de pedaleo, sacando sobresalie­nte en ambas, y aunque sus suspension­es son en conjunto algo básicas como consecuenc­ia de ser la más económica, el rendimient­o final no se ve afectado.

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