FRENOS MAGURA MT8 RACELINE
>>Aunque el MT8 no es un modelo recién llegado al mercado, contando con casi dos temporadas en el mercado, es ahora cuando están empezando a ganar más protagonismo al ser unos frenos muy presentes en las carreas de XC de Copa del Mundo, especialmente en esta versión Raceline decorada con los colores que hicieron famosa a la marca hace décadas. Su fabricación trata de crear un peso récord, de ahí que esté construido casi íntegramente en el carbono, o Carbotecture como ellos llaman a su composite súper ligero, presente en todo el freno, incluso en las pequeñas abrazaderas, acompañado de otro tipo de carbono, Carbolay en este caso, en la leva de la maneta (con un aspecto de carbono más convencional). El peso en nuestra báscula ha sido de 195 g en el freno delantero y de 225 g el trasero (ambos con latiguillos sin cortar), más 95 g cada disco Storm SL. Pesos que rebajan entre 15-25 g los de sus competidores como los Shimano XTR o los SRAM Level Ultimate. Su construcción tan ligera no interfiere en su rigidez, de hecho no se experimenta ningún tipo de flexión cuando exprimimos sus levas hacia el manillar. Pero sí conviene ser extremadamente cuidadosos a la hora de montarlos y realizar mantenimientos, ya que la tornillería se ancla directamente al carbono (algo que hace posible la resistencia extra del Carbotecture), por lo que hay prestar mucha atención a la alineación de los tornillos-roscas y a los pares de apriete. Incluso los tornillos de los puertos de purgado son extremadamente ligeros, construidos en plástico, algo frágiles. En nuestro caso la cabeza de uno de ellos se deformó al apretarlo, quedando inutilizado. Aunque por fortuna, cuenta con dos puertos en cada maneta (dado que son simétricos, para invertirlos de lado), por lo que continúa 100% funcional.
El tacto de los MT8 es progresivo, el característico de la marca, frenando menos al principio del contacto pastillas-discos para hacer una entrega posterior de potencia muy elevada, justo cuando la maneta se endurece ligeramente. La maneta es ancha en superficie y algo grande de dimensiones, por lo que permiten frenar bien con dos dedos, aunque obviamente con uno nos sobra. De hecho, la potencia final sorprende bastante tratándose de un freno tan ligero y un disco de solo 160 mm, y siendo muy dosificable en todo
momento. Quizás la única pega es que tienen bastante recorrido de maneta (no se puede regular el punto de contacto como en otros frenos), cuando a mucha gente le gusta un punto muerto menor. Parte de su potencia es atribuible al perfil agresivo de los discos Storm SL y a las pastillas de freno, de un compuesto muy blando para priorizar la retención, tan blando que se nos desgató por completo (provocando el deterioro del disco) en la pasada maratón de los 101 Los Miradores con 100 Km bajo la lluvia y el barro.
Las tapas superiores de las manetas, donde lucen el nombre del modelo, son de plástico y van encajadas. Conviene pegarlas con pegamento permanente para evitar que lleguen a perderse, como nos pasó a nosotros con una de ellas, ya que tras el sangrado quedaron muy resbaladizas.