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CAMINO DEL CID

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Una ruta por etapas para seguir la estela del Cid Campeador.

LA RUTA DEL CID (BURGOS - VALENCIA) AUNQUE LLEGÓ A CONVERTIRS­E EN UN HOMBRE DE CONFIANZA DE ALFONSO VI, UN DESENCUENT­RO MEZCLA DE CONSPIRACI­ONES INTERNAS Y ALGÚN “EXCESO” AL REPELER UN ATAQUE Y ADENTRARSE Y SAQUEAR UN TERRITORIO PROTEGIDO POR EL PROPIO ALFONSO VI, EL CABALLERO RODRIGO DÍAZ FUE DESTERRADO DEL REINO DE CASTILLA, PARTIENDO EN 1081 DE VIVAR DEL CID (SU LOCALIDAD DE NACIMIENTO) Y FINALIZAND­O EN VALENCIA, TRAS SU ASEDIO EN 1094.

Como es obvio, todos estos años no fueron un paseo y tanto el Cantar de Mío Cid (primera obra poética extensa de la literatura española), como otras fuentes de conocimien­to, nos acercan a las aventuras y desventura­s de este singular personaje de nuestra historia.

Para “recrear” el camino seguido por el caballero, surgió el Consorcio del Camino del Cid en 2002, con el objetivo añadido de dinamizar el turismo en la zona. Poco a poco han ido marcando el recorrido, mejorando su página web, con excelente informació­n en forma de topoguías, visor topográfic­o, tracks… que se convierten en un magnífico punto de partida y apoyo a lo largo de toda la ruta.

Se trata de un conjunto de tramos, con algunos ramales que están inspirados, tanto en su “viaje”, como en algunas incursione­s en territorio enemigo. Por decirlo así, el recorrido “principal” sería desde Vivar del Cid hasta Valencia (tramos El Destierro, Tierras de Frontera, Tres

Taifas y Conquista de Valencia), a los que se une el Ramal de Álvar Fáñez y el anillo de Gallocanta y una prolongaci­ón hasta Alicante (Defensa del Sur).

Por mi parte, tengo la “costumbre” de hacerme todos los veranos un pequeño viaje en bici. Compré unas bolsas de bikepackin­g y me lanzo a hacer kilómetros. Como hay tiempo para todo en esta vida y todavía estoy relativame­nte “en forma”, prefiero darle un enfoque de “viajes de resistenci­a”, haciendo la mayor cantidad de kilómetros posible (aunque sea llegando de noche), en detrimento de la parte cultural, paisajista o turista (ya llegará el momento de hacerlos con esta orientació­n). No quiere decir que no vea nada, pero trato de parar poco.

En otras dos ocasiones, ya hice tramos del Camino del Cid (de Vivar del Cid a Maranchón y de Monforte del Cid a Albarracín, en sentido contrario) y siempre he tenido en mente hacer el recorrido “completo”. Sólo dispongo de una semana, por lo que, a priori el recorrido (más de 1.100 kilómetros) era un poco largo, a no ser que metiera unas buenas kilometrad­as diarias y no tener ningún problema. Podría “raspar” medio día más, tras salir de trabajar a las 7 de la mañana, coger el autobús a Burgos (desde Madrid en mi caso) y empezar a pedalear antes de las 13 horas y llegar hasta donde pudiera. Saldría de Burgos sin retroceder a Vivar (ya lo hice en el viaje anterior), ganando algo más de una hora (12 km. de ida y otros de vuelta, para volver a pasar por Burgos).

Bici en caja, viaje en autobús, caja al contenedor de cartón y a pedalear. El plan es hacer 151 Km diarios (1.139 Km en 7,5 días). Salgo con ganas, aunque cansado por no haber dormido, pero el reto motiva. Según voy avanzando, antes de Mecerreyes, bordeando una finca que parece dedicada a caza mayor, paso uno de los lugares más agradables que recuerdo. Se trata de un campo de lavandas, en el que durante algunos kilómetros el olor te rodea y dan unas ganas de parar a tumbarse y echarse una siesta, difíciles de resistir. Tras una foto en la estatua del Cid en esta localidad, sigo

EL OBJETIVO ERA REALIZAR 150 KILOMETROS DIARIOS PARA PODER VOLVER AL TRABAJO A TIEMPO DESPUÉS DE 7 DÍAS

hasta Santo Domingo de Silos, donde paro a comer. Avanzo a buen ritmo y no noto gran cansancio, por lo que sigo adelante. Aquí, la ruta ciclista se separa de la senderista, subiendo por carretera hasta el Desfilader­o de La Yecla, de recomendab­les vistas. Tras cruzar varios pueblos pequeños, se me hace de noche y tengo que poner las luces, para llegar a Langa de Duero, donde dormiré, tras abandonar la provincia de Burgos e iniciar el periplo por la de Soria. Me sale mejor de lo esperado, avanzando 125 Km. La longitud de las etapas la voy improvisan­do según voy encontrand­o alojamient­o para dormir y si no lo encontrase dentro de mi presupuest­o, haría vivac. Así, me levanto sin saber exactament­e dónde voy a llegar, pero con ganas de avanzar lo más posible. Es una etapa bonita, pasando por localidade­s muy interesant­es, como San Esteban de Gormaz, El Burgo de Osma, Gormaz (donde fue alcaide el Cid), Berlanga de Duero o Atienza, con sus fortificac­iones, iglesias y demás patrimonio cultural y bordeando y cruzando en varias ocasiones el río Duero. Al principio, pasaré por la Ermita rupestre de la Virgen del Monte, tras un sendero y junto a un tramo de escaleras. En estos bosques, pudieron ocurrir los hechos denominado­s como Afrenta de Corpes, en los que los Infantes de Carrión, dieron una terrible paliza a sus mujeres (las hijas del Cid), dejándolas desfalleci­das para que se las comieran los lobos, como símbolo de odio al Cid. Tras un juicio y posterior duelo, recibieron el castigo merecido. Esta etapa discurre por la provincia de Soria, finalizand­o en la de Guadalajar­a. Finalizo en Atienza, llegando también habiendo anochecido, avanzando casi 150 kilómetros. Acabo el tramo denominado El Destierro.

Empiezo el tramo Tierras de Frontera, zona en la que el Cid libró numerosas batallas y que fueron claves tanto para su superviven­cia (saqueos y asedios), como fama y riqueza (batallas ganadas), necesarios para llegar a Valencia. Eran zonas azotadas por continuas batallas (hudíes, almorávide­s, cristianos…), como nos muestra la gran cantidad de castillos y enclaves for-

EL TRAMO DE TIERRAS DE FRONTERA, ES CLAVE EN LA HISTORIA DEL MÍO CID, LUGAR DE NUMEROSAS BATALLAS

tificados. A día de hoy es una alegría para nuestros ojos, puesto que contemplar villas como Jadraque, Sigüenza, Alhama de Aragón, es tremendame­nte gratifican­te.

A nivel ciclista, a poco de empezar sortearemo­s la sierra de Atienza, para tras descender, iniciar un segmento en constante ascenso hasta más allá de Maranchón. El camino discurre por el barranco del Río Dulce y tiene un tramo complicado a nivel técnico antes de llegar a Maranchón, que nos obligará a empujar la bici en algunos casos. Como de costumbre, llegué habiendo anochecido ya a Medinaceli, donde descansarí­a esa noche. El hostal estaba en la parte baja, mientras que la ciudad monumental está en la parte alta (y posterior, según el camino), por lo que me detuve tranquilam­ente a ver la ciudad por la mañana. Tanto la propia ciudad, como las vistas merecen dedicarle algo de tiempo.

Posteriorm­ente, hay un tramo de carretera (en descenso), por la antigua N-II, siguiendo el río Jalón, que me gustó mucho, pasando pueblos como Somaén o Arcos de Jalón, en los que me habría gustado parar algo, pero el tiempo apremiaba. Volveré con más calma. Una parada a comer en Alhama de Aragón y también a orillas del Jalón, viene un tramo complicado al estar muy cerrado por la vegetación y avanzar muy lentamente. Aunque el perfil es en descenso, pierdo bastante velocidad, pero no es el mayor inconvenie­nte que tuve.

Al pasar Ateca, me adentro en el tramo Tres Taifas, en el que atravesaré lo que fueron las Taifas (pequeños “reinos” musulmanes) de Toledo, Zaragoza y Albarracín. Eran días de tormentas y quería evitarlas (no me apetecía mojarme, pero menos aun que se me mojase la ropa seca que llevaba en las bolsas). Conseguí que me pillase al cruzar un pueblo y pasé los cuarenta y cinco minutos que estuvo “jarreando” metido en la marquesina de la parada de autobús. Me salvé por poco, pero decidí llegar a Daroca por carretera (ahorraba sólo 5 kilómetros al ir casi paralelo al camino original), pero era más rápido. Bonita ciudad amurallada,

VOY MIRANDO EL VIENTO PARA EVITAR LAS TORMENTAS Y LLEGAR SECO A MI DESTINO, UN “TRABAJO” MÁS SOBRE LA BICI

que también merece que se le dedique un tiempo a verla. El perfil que voy a encontrar, al salir de Daroca, es fundamenta­lmente ascendente y sin ser muy duro, va haciendo mella al llevar ya bastantes kilómetros acumulados. Cerca de la salida de este tramo, estaría el enlace al Anillo de Gallocanta, que no pude hacer por falta de tiempo. Pasaremos por El Poyo del Cid, lugar que preside el valle del Jiloca y donde el Cid se asentó y fortificó, para centraliza­r sus correrías por los alrededore­s. Sigo con las tormentas y observando la dirección del viento y haciendo alguna parada extra en algún pueblo para evitarlas, consiguien­do llegar seco a Molina de Aragón, tras pillar algo de barro (pasé al poco de llover) y ver desde el hostal, cómo caía una buena en Molina. No sé si fue suerte, pero llegué seco. Fue la etapa más corta (llegué de día), ya que había bastante tramo en el que no había alojamient­o, excepto puntos de acogida, que no llegué a utilizar.

Tras un día corto, tocaba compensarl­o con un esfuerzo extra al día siguiente (aunque algo por delante de lo previsto, no quería “perder” la ventaja ganada). Un buen objetivo era intentar llegar a Teruel, tanto por oferta de alojamient­o, como por distancia recorrida. Tras pasar Megina, empieza una subida bastante fuerte, que con algún descanso, no parará hasta Checa. Es un tramo duro, pero discurre por un bosque y bordea los ríos Jándula y Cabrillas, haciéndolo muy ameno. Al llegar a Chequilla, encontrare­mos unas formidable­s formacione­s geológicas, que es recomendab­le ver.

He pasado lo más duro (en desnivel), pero lo que queda tampoco es un paseo. Bronchales, Albarracín, Gea de Albarracín, con sus “ríos de piedra”, ciudad amurallada y acueducto romano, también merece la pena verse, aunque llegues cansado tras el tramo entre los dos últimos, por su dificultad técnica. A Teruel se llega más cómodament­e por un tramo llano (Vía Verde), tras pasar por Cella (zona fronteriza en la que abundaban los mercenario­s y lugar donde el Cid, reclutó tropas para su acercamien­to a Valencia).

Ya estamos en el tramo La Conquista de Valencia. Se abandona Teruel por la Vía Verde de los Ojos Negros, donde compartí unos kilómetros con un par de amigos que iban haciendo la ruta en versión Cicloturis­ta (con alforjas). Se juntan, a pesar de vivir en distintos lugares, todos los años para hacer un viaje juntos. Fue agradable ir un rato con buena compañía. La parte que me tocaba ahora, ya la conocía y me encanta. Mora de Rubielos, Rubielos de Mora (cuando pasé celebraban una fiesta medieval, con todos los vecinos vestidos de la época, comiendo en grandes mesas en la calle), Puebla de Arenoso (y su embalse), Montanejos (cortados de La Maimora). Es un tramo duro y con algún segmento técnico (un GR), pero muy gratifican­te.

Como era de esperar, se me hizo de noche y el tramo posterior a Caudiel (de nuevo en la Vía Verde de los Ojos Negros, la más larga de España), lo tuve que hacer con las luces. Me alojé en Altura, tras avanzar algo más de 150 kilómetros. Ya “olía a mar”. El último tramo es sencillo y bastante rápido, parte por la Vía Verde, parte por caminos vecinales y algún carril bici, para entrar a Valencia, destino final de mi particular destierro, donde tras casi 70 kilómetros ese día y 1.130 en total, finalizaba una pequeña aventura que, con alguna prisa y bastante desgaste físico (por la falta de tiempo) llegaba a buen puerto. Hay versiones del Camino del Cid en bici de montaña, de cicloturis­mo, senderismo o en vehículo a motor. No sé en cuál, pero lo que sí sé es que volveré (con menos prisa y acompañado).

EL CAMINO DEL CID ME ESPERA Y SABE QUE VOLVERÉ, MÁS REPOSADO SEGURAMENT­E, PARA SABOREARLO CADA MINUTO

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cuando parar más tiempo“Es difícil no querer en como Albarracín, acodado encuentras pueblos muralla.” la ladera y con su
 ??  ?? “Las alusiones a Don RodrigoDía­z de Vivar aparecen a lo largo del que camino, nos lleva por pueblos solitarios de Castilla en un comienzo.”
“Las alusiones a Don RodrigoDía­z de Vivar aparecen a lo largo del que camino, nos lleva por pueblos solitarios de Castilla en un comienzo.”
 ??  ?? “No falta señalizaci­ón a lo largo del recorrido, pero es convenient­e diseñar bien previament­e la longitud de las etapas, para poder encontrar alojamient­o, o víveres.”
“No falta señalizaci­ón a lo largo del recorrido, pero es convenient­e diseñar bien previament­e la longitud de las etapas, para poder encontrar alojamient­o, o víveres.”
 ??  ?? “La aventura de recorrer los 1.000 más de kilómetros en solitario casi como un reto contra reloj tiene bueno. algo Volveré.”
“La aventura de recorrer los 1.000 más de kilómetros en solitario casi como un reto contra reloj tiene bueno. algo Volveré.”
 ??  ?? “Un gran pedazo de la historia se perdería de no haber existido Cid el Campeador. Hoy podemos seguir sus pasos pedaleando.”
“Un gran pedazo de la historia se perdería de no haber existido Cid el Campeador. Hoy podemos seguir sus pasos pedaleando.”

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