¡QUERIDOS REYES MAGOS!
En las Navidades del 2015 y 2016 enviamos una petición a la Federación Española de Ciclismo. En vista de los resultados parece que hicieron caso omiso a nuestra sugerencia. Creemos muy necesarias estas adaptaciones a los tiempos que vivimos, por eso hemos escrito esta carta a Sus Majestades los Reyes Magos: “Corren tiempos difíciles para el ciclismo. Es verdad que este deporte cada vez cuenta con más adeptos y aficionados que nunca, pero también lo es que constantemente nos acotan el espacio donde practicarlo. Así, nos echan de las vías y arterias principales para uso exclusivo de los automóviles, prohibiéndonos la circulación o instalando bolardos en los arcenes. También en las ciudades nos lo ponen difícil, no adaptando ni adoptando medidas para favorecer el uso de este medio de transporte tan respetuoso con el medio ambiente. Los carriles bici son casi inexistentes y los pocos que hay son en zonas de esparcimiento y nada prácticos para facilitar el uso de la bici en la vida diaria. Circular entre los coches es demasiado arriesgado y entorpecemos “dicen”, el tráfico. Si lo haces por las aceras, no respetas a los peatones y nos sancionan.
La última moda es poner “trampas” para ciclistas que practican su deporte en la montaña. Nadie hace nada por evitar todo esto. Nosotros defendemos que el uso de la bici descongestiona nuestras carreteras, hace más habitable nuestras ciudades, vigila y cuida nuestros montes, evitando tentaciones de furtivos y pirómanos. ¿Cómo nos ven desde fuera?, ¿qué imagen damos? Porque también es verdad que entre nosotros encontramos quién no respeta semáforos, ni peatones, ni entorno, arrojando envoltorios y desperdicios. Creemos en nuestro club de aficionados, que el ciclismo profesional tiene parte de culpa en esto último. La imagen que dan tiene que ser el espejo donde mirarse los que amamos este deporte, que acabamos imitando, en lo bueno y en lo malo. No es de recibo que a día de hoy se sigan arrojando bidones, envoltorios o cualquier otra cosa desde una bicicleta, por mucha alta competición que sea, con las televisiones de todo el mundo retransmitiendo en tiempo real. No sirve la disculpa de que luego se recoge o que los bidones son valiosos obsequios para el aficionado a pie de calle. ¡El daño está hecho! ¿Recordáis cuando los profesionales corrían sin casco? No hace tanto, ¿a qué no? El hecho de dejar de hacerlo hizo que todos lo usemos, sin tener que recurrir a multas o a costosas campañas de concienciación. ¡Son tiempos difíciles!, pero también de magia e ilusión, aunque este no es un encargo para Sus Majestades, si no para la Federación Española de Ciclismo.
¡Por el bien de todos!” Club Armenteira e Punto (Pontevedra)