NINER AL CUADRADO
Nuevos aires para la marca pionera en las twentyniner.
La nueva Rip 9 RDO, o mejor dicho, las nuevas Rip 9 RDO, son bicis totalmente nuevas. Sus cuadros han sido adaptados específicamente a los dos diámetros de ruedas en los que las puedes encontrar, 27,5 o 29 pulgadas. ¿Cómo? ¿qué Niner se tira al barro con una 27,5”? Sí, has leído bien. El nuevo diámetro de rueda llega a la marca, pionera del 29er desde hace más de una década, por motivos de estrategia de mercado pero también como respuesta a la demanda en su país natal, EEUU. Allí tienen la suerte de contar con una nutrida red de senderos trabajados y mantenidos, de esos de mucho “flow”, y también numerosos bike parks donde las ruedas pequeñas tienen una gran aceptación, por su aporte de una mayor reactividad, comportamiento más manejable y divertido, y solidez, siendo la opción
preferida de bikers a los que les gusta saltar, hacer trucos, manuals... También Niner prescribe las 27,5 para los bikers de menor envergadura, que encuentran en esta rueda una bicicleta más fácil de llevar, por las menores inercias de las ruedas. Vale, es cierto que Niner ya cuenta con la Jet 9 RDO en 27,5 pulgadas, pero es una “plus” con un diámetro total de rueda más próximo al de una rueda de 29”. Las nuevas Niner Rip 9 RDO son casi “copias” la una de la otra, geometría incluida a excepción de la longitud de vainas, y el offset de la horquilla. Ambas vienen con 140 mm de recorrido (anteriormente 150 mm) y llegarán en dos montajes 3-Star (5.880€ con SRAM GX Eagle) y 4-Star (7.298€ con SRAM XO1 Eagle).
Niner se ha tomado muy en serio el desarrollo de la nueva Rip9 RDO, que no deja ni rastro de la anterior versión. El cuadro de fibra de carbono recibe una rebaja de recorrido en 10 mm (ahora 140 mm atrás, con horquillas de 150 mm) y un profundo rediseño para adaptar sus prestaciones al Trail. Su sistema patentado de suspensión CVA se ha reconfigurado para un óptimo pedaleo, pero conservando una alta independencia de la pedalada para que ésta no interfiera en su suavidad de acción y viveza. El triángulo delantero se ha reforzado con unas características “costillas”, como así las define Niner. Los dos tirantes horizontales que rodean el amortiguador, suman una gran rigidez torsional a todo el área involucrado entre los puntos de apoyo sobre la bici (pedales y manillar), responsable de una respuesta directa y rápida en cambios de inclinación o giros. La bieleta principal del cuadro, antes de una pieza, pasa a ser de dos, pues ya no se requiere de una gran rigidez en esta pieza. Todos los puntos de articulación giran sobre rodamientos Enduro Max “Black Oxide”, para
una durabilidad máxima. En estos rodamientos se prescinde de la típica jaula para sujetar las bolas, de forma que en el hueco que queda se pueden añadir más. En el caso de los rodamientos centrales de la bieleta, llegan hasta el centímetro de grosor.
A nivel geométrico, el cambio también ha sido total, con unas medidas actuales “long and low” o largo y bajo, como es la tendencia actual, con una parte frontal de cuadro más larga combinada con potencias cortas de 40 mm, una trasera corta y un pedalier bajo. El standover (altura del suelo a la parte central del tubo horizontal) se ha reducido 20 mm en todas las tallas respecto a la anterior Rip 9, mejorando el manejo y la sensación de seguridad al permitir una mayor libertad de movimientos. El tubo vertical también se ha acortado 20 mm, y se ha diseñado de manera que permite instalar una tija telescópica de 170 mm incluso en tallas pequeñas. Incorpora flip chips en las articulaciones entre tirantes y bieleta principal para elegir geometría entre dos
COMO UN GUANTE
Un aspecto destacable de la Rip 9 RDO, en sus dos versiones, es su alta adaptabilidad. No sólo la tienes en dos diámetros de rueda a elegir, también puedes adaptar mínimamente la geometría a tu gusto, para tener un doble comportamiento siempre sin salirte de un enfoque Trail. Sus suspensiones ofrecen regulación de compresión en baja velocidad, aparte de los tres preajustes de compresión: abierto, pedaleo y firme. En la posición de abierto puedes regular la velocidad de compresión, un ajuste fino que es súmamente útil, para extraer las máximas prestaciones de suspensión. Por ejemplo, si quieres la máxima suavidad de suspensión, pero el recorrido está muy bien pisado y con curvas peraltadas (tipo bike park) puedes cerrar ligeramente la compresión en baja para que la bici no se hunda demasiado en los apoyos en las curvas, ganando control.
ALMAS ¿GEMELAS?
Pedaleando, la suspensión CVA de ambas versiones se comporta de una manera destacable, con un buen avance que permite restringir el uso de los controles del amortiguador, si das prioridad a la comodidad. Se comporta ligeramente mejor la versión de 29”, ya que al ser más larga de atrás deja caer menos peso sobre la rueda trasera, propiciando menos rozamiento, un avance más alegre, y un rodar más rápido. También mantiene el contacto de la rueda delantera con el suelo más estable en las rampas más inclinadas. Cerrar el control del amortiguador hacia la posición pedaleo o firme levanta ligeramente la parte trasera y ayuda a poner más peso delante, aunque llegar hasta los controles no es un gesto cómodo, precisamente. No es algo que se pueda hacer fácilmente en marcha, pero a cambio el sistema CVA brinda un rendimiento muy neutral con el amortiguador en la posición central (pedaleo), combinando un pedaleo independiente y gran comodidad. En los momentos en los que el CVA se comporta de una manera sensacional es cuando nos levantamos para pedalear de pie. El sistema apenas se mueve, tan sólo bajo los cambios de peso que nosotros mismos ocasionemos, traduciendo toda la energía en avance. La sensación de cierta pesadez al rodar que en ocasiones hemos tenido se acentúa por unos grandes neumáticos agresivos y adherentes, los mismos que aportan un agarre
NOBLE Y MANEJABLE. LA COMPACTA 27.5” BAJA CON SEGURIDAD
confiable y seguro en los descensos. Ambas Rip 9 bajan muy bien, por una combinación de geometría, capacidad de suspensiones y calidad adherente de neumáticos, que si no lo hemos mencionado, son Tubeless. Mientras que la 27,5 se siente como una bici compacta y sólida, muy manejable y directa de reacciones, con la que puedes saltar de lado a lado del sendero, la 29 se siente más como un rompehielos que se desenvuelve mejor en las líneas rectas, sin importar lo roto que esté el terreno. Las suspensiones parecen inacabables, parecen más de 160 que de 140 mm, con un excelente control de los impactos más fuertes y repetidos, lo cual se suma a un cuadro sólido pero a la vez absorbente (es la magia del carbono) para dar como resultado una Trail como la que puedes afrontar bajadas realmente técnicas al ritmo que quieras: lo tolerará. Ambas bicis vienen de serie configuradas en la opción de geometría alta o High, y creemos que es la mejor opción. Si frecuentas terrenos muy inclinados, la opción Low te puede interesar, pero para un uso Trail en el que el 60% de tiempo es pedaleo no es la mejor opción, por acercar demasiado el pedalier al suelo.
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La 27,5 es la “ratonera” que se mueve muy bien en sinuosos senderos de subida o de bajada, posibilitando subir o bajar por esas “zetas” de curvas casi imposibles. También es la opción si te gusta llevar tú a la bici, en lugar de que te lleve ella a ti. La 29” es más todo uso, también permite bajar más rápido, pero hemos echado en falta un disco delantero de 200 mm de diámetro. Cierto que la Rip 9 es una Trail, pero bueno, con rueda de 29”, la calidad de suspensiones y la solidez del cuadro, seguro que muchos bikers pondrán a prueba la capacidad de los frenos.
Tan sólo encontrarás una limitación, a nuestro juicio muy imporante: la ausencia de talla XL en la versión de 29, una falta que sin duda restará potenciales usuarios en centro y norte de Europa.