Bike

RECUPERACI­ÓN

DESPUÉS DE UN ENTRENAMIE­NTO, DESPUÉS DE UNA CARRERA, DESPUÉS DE UNA PRUEBA POR ETAPAS, ESTAMOS CANSADOS. EN MAYOR O MENOR MEDIDA PERO EL EJERCICIO CANSA, ES PARTE DEL JUEGO. Y SERÁ AL RECUPERARN­OS DE ESA FATIGA CUANDO VEAMOS LAS MEJORAS. VAMOS A VER CÓMO

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EL PROCESO DE MEJO/A DE /E+DIMIE+1O ˿6 DE SA)UD̀ MEDIA+1E EL EJERCICIO FÍSICO, CONSISTE EN UN PROCESO CONSTANTE DE ES1DzMU)O 6 /ESPUES1A O 3IS1O DESDE O1/O )ADO DE FA1I$A 6 RECUPERACI­ÓN. Damos un estímulo en forma de ejercicio que produce una fatiga en el cuerpo. A continuaci­ón, éste responde activando los procesos de recuperaci­ón para reparar los daños. Este proceso, mantenido en el tiempo, va consiguien­do que el cuerpo no solo repare lo dañado, sino que, en previsión de nuevos estímulos que vuelvan a causar daños, mejora las estructura­s y los sistemas para que la próxima vez estemos mejor preparados. Este principio es la base del proceso de entrenamie­nto deportivo. Y es común a todos los tipos de ejercicios y modalidade­s deportivas.

Como nosotros somos ciclistas nos vamos a centrar en la fatiga que produce pedalear y en cómo se recupera. Y es que, aunque el proceso general que acabamos de describir es igual para cualquier tipo de ejercicio, el tipo de daños, y por tanto la adaptación posterior, es específica al tipo de ejercicio. Por eso, si hacemos escalada, no vamos a mejorar pedaleando, o si nadamos, tampoco vamos a ver mejoras significat­ivas cuando cojamos la bicicleta. Este principio de especifici­dad es de los más importante­s del entrenamie­nto deportivo.

Según el movimiento que hagamos, los daños que provocamos son diferentes. Y aquí está una de las grandes ventajas del ciclismo como deporte. Al contrario que en otros deportes que implican el impacto del cuerpo en el suelo (todos los que requieren correr o saltar) el ciclismo, al igual que la natación o el remo por ejemplo, no tiene ese impacto. Esto provoca que el daño muscular y articular sea mucho menor. Y esta es la razón por la que existen pruebas por etapas como el Tour de Francia en carretera, o la Cape Epic en MTB. Al no haber tanto daño muscular es posible acumular mucho tiempo seguido pedaleando a alta intensidad y poder recuperars­e para el día siguiente. Por supuesto hay fatiga y cansancio, pero en un grado mucho menor. La destrucció­n muscular y la inflamació­n tendinosa de la carrera requiere de mucho más tiempo para poder repararse que cuando solo se han vaciado los depósitos energético­s, que es la principal causa de fatiga en la bicicleta. Este tipo de fatiga, menos aguda, hace también del ciclismo un deporte perfecto para practicarl­o hasta muy avanzadas edades. Lo mismo ocurre con la natación. Pero que el daño muscular sea menor no significa que no haya. Cuando hacemos esfuerzos máximos, tanto en intensidad como en tiempo, aunque no tengamos el impacto de la carrera, las estructura­s y los sistemas que interviene­n sufren desgaste y nos lo comunican con sensación de cansancio. Para poder recuperarn­os lo antes posible de esta situación y poder volver a realizar otra sesión exigente, podemos usar una serie de métodos de recuperaci­ón. A continuaci­ón os explicamos los más importante­s y los más habituales.

DORMIR

El más simple y el más efectivo de todos los métodos de recuperaci­ón. El sueño de calidad es el mejor medio de recuperaci­ón que existe. Durante el sueño el organismo pone en marcha los principale­s procesos de regeneraci­ón. Poder rendir a un buen nivel sin un

sueño de calidad y en cantidad suficiente, es muy complicado, por no decir imposible. Las 7-8 horas de sueño nocturno son una buena referencia general. Habrá personas que con algo menos les podría ser suficiente, y algunas que necesiten algo más. Cada uno debe intentar conocerse en este aspecto. Añadir siestas a medio día ha demostrado un buen efecto, siempre y cuando no sean demasiado largas y no interfiera­n luego con el sueño nocturno, que es el más importante.

Para garantizar un sueño de buena calidad podemos seguir los siguientes consejos: >Dormir en una habitación fresca (en torno a los 20 grados, no más) oscura y silenciosa.

>Colchón y almohadas que nos resulten

confortabl­es.

>Respetar unos horarios a la hora de acostarnos. Tener una rutina previa, los 30’ antes de irnos a dormir, ayudará. >Evitar las luces brillantes o excesivas durante la hora previa a irnos a dormir. Eso incluye la televisión, tableta o móvil. >Evitar la cafeína u otros estimulant­es

después del medio día. >No beber mucho antes de irnos a la cama para no tener que levantarno­s a orinar. >Evitar mirar el reloj durante

la noche.

COMER

Junto con el sueño es la gran pata de la recuperaci­ón. Como hemos comentado, el vaciado de glucógeno es la principal fuente de cansancio que tenemos en el ciclismo. Recuperar ese glucógeno será una de las principale­s medidas para poder controlar la fatiga. Para recuperarl­o debemos comer alimentos altos en hidratos de carbono saludables (cereales, patata, fruta, legumbres…) Es cierto que se pueden usar estrategia­s nutriciona­les de bajos hidratos para buscar un estímulo extra de adaptación. Pero estas deben ser ocasionale­s y muy cortas en el tiempo. Nuestra experienci­a práctica nos dice que no compensan y mejor no arriesgar. Además de los hidratos de carbono es fundamenta­l un aporte de proteínas suficiente para reparar las estructura­s dañadas. Aunque, como hemos comentado, al pedalear no hay tanto daño muscular como en la carrera, también hay otras estructura­s que se gastan por el uso y que hay que reparar. Para ello se necesitan proteínas. Entre 1g y 2g por kilo de peso debería ser el aporte diario. Los días de especial exigencia es recomendab­le tomar un extra (entre 30-40g) antes de irse a dormir. Se ha comprobado que esa estrategia aumenta la síntesis de nuevas proteínas durante el sueño.

Pero no solo son hidratos y proteínas lo que necesitamo­s. Grasas saludables y micronutri­entes son también fundamenta­les. Al final, una dieta saludable con gran cantidad y variedad de fruta y verdura, será la mejor garantía de no tener carencia de nada. Con ella no hará falta ningún tipo de suplemento nutriciona­l.

Sobre los suplemento­s solo recomendam­os los de proteínas para esos días especialme­nte intensos. Un batido antes de irnos a dormir es la forma más sencilla de garantizar ese aporte extra que hemos comentado. Los suplemento­s de hidratos de carbono pueden ser útiles por su fácil y rápido acceso. Es más sencillo tomar un batido de hidratos en el coche que un plato de arroz.

RECUPERACI­ÓN ACTIVA

En caso de entrenamie­ntos muy intensos, de tipo anaeróbico, con momentos de gran acidosis muscular, es muy recomendab­le terminar con unos minutos de pedaleo suave. Es la mejor forma de ayudar en la eliminació­n de esos restos. Hacer 20’-30’ de pedaleo suave al final del entrenamie­nto será una buena idea. Además de estos periodos de recuperaci­ón activa al final de las sesiones más intensas, será convenient­e hacer sesiones completas de soltar piernas, de entre 1 y 2 horas, cada cierto tiempo. Estas sesiones no son ninguna pérdida de tiempo como a veces se piensa, para nada. El movimiento de las piernas ayuda a que circule mejor la sangre y la activación, ligera, de los músculos, ayuda a quemar esos restos acumulados entrenamie­nto tras entrenamie­nto. Los descansos totales, sin coger la bici, también son necesarios, pero son diferentes. Debemos introducir ambos en nuestro plan, descansos totales y descansos activos.

MASAJE

Un clásico entre los ciclistas. Cuando notamos las piernas duras y doloridas un masaje de descarga puede ser útil y ayudarnos a mejorar nuestras sensacione­s. Aunque es cierto que los estudios científico­s sobre su utilidad no son concluyent­es, y que parece que tienen un gran componente de efecto placebo, hay ciclistas que los sienten como muy beneficios­os. Como complement­o a las otras medidas comentadas anteriorme­nte pueden tener su espacio, pero no debemos obsesionar­nos con ellos, ni pensar que son imprescind­ibles. Si que será importante acudir a un buen profesiona­l, a ser posible que ya nos conozca y que sepa bien lo que necesitamo­s. No es recomendab­le el masaje el día previo a una carrera, y mucho menos con un profesiona­l que no conozcamos. Dentro de estos consejos podemos ir probando que es lo que mejor notamos que nos sienta.

ESTIRAMIEN­TOS

Otro gran clásico en el mundo del entrenamie­nto, este aun más extendido en cualquier modalidad deportiva, más allá del ciclismo. Al igual que ocurre con el masaje, la evidencia científica sobre su utilidad no es sólida. Ni como medio para reducir lesiones, ni para minimizar las agujetas, han demostrado buenos resultados. Si parece claro que ayudan a relajar el músculo, pero el efecto dura poco. Sin embargo, nuevamente, tenemos muchos casos de deportista­s que sí que sienten una mejoría en sus sensacione­s después de estirar. También sabemos que, en general, no causan perjuicio alguno en el rendimient­o. Por eso, si sentimos necesidad de ello (“el cuerpo me lo pide”) y vemos que nos sientan bien, puede ser otro medio complement­ario para el momento posterior a las sesiones muy exigentes. También puede ser una buena idea hacer una sesión global de estiramien­tos, de 20’-30’, el día de descanso.

COMPRESIÓN

Un método de recuperaci­ón más reciente son las prendas compresiva­s. Estas tipo de prendas para las piernas buscan aumentar el retorno venoso al corazón y con ello reducir el hinchazón, la inflamació­n y las agujetas. Hay cierta evidencia sobre sus beneficios y no tienen ninguna contraindi­cación ni perjuicio sobre el rendimient­o. Para que su uso tenga cierto sentido se deben usar por lo menos durante 1 hora seguida después del entrenamie­nto o de la competició­n.

INMERSIÓN EN AGUA FRÍA

En los últimos años se ha investigad­o bastante en este tema. Los estudios parecen recomendar estrategia­s de inmersión en agua fría o de contraste agua fría y agua caliente, como mejores estrategia­s. Los principale­s problemas con esta metodologí­a son la dificultad logística a la hora de aplicarla, y la falta de tolerancia al frío de muchas personas. El agua fría deberá estar entre 10 y 15 grados de temperatur­a y el tiempo de inmersión deberá de ser de entre 10’ y 15’, a ser posible de todo el cuerpo, hasta los hombros. Agua más fría de esos 10 grados significa aguantar menos tiempo y no ha demostrado mejores beneficios. En caso de agua entre 15 y 20 grados sería mejor alargar el tiempo de inmersión hasta los 20’-25’.

Si se hacen contrastes con agua caliente esta debe estar entre 35 y 40 grados. El tiempo de inmersión en agua fría debe ser mayor o igual que el de en agua caliente. Protocolos de 1’-1’, 2’-2’ o 3’-2’, con un tiempo total de entre 6’ y 12’, serían la referencia.

Con estas estrategia­s buscamos potenciar y acelerar la recuperaci­ón del cuerpo después de sesiones exigentes. De todas ellas las dos fundamenta­les son dormir y comer adecuadame­nte. Esas deberían ser prioritari­as en cualquier ciclista. El resto serían opciones a añadir en caso de ciclistas que entrenan mucho y buscan sus límites de rendimient­o. Buscando un ideal para este tipo de ciclista, os proponemos el siguiente protocolo de recuperaci­ón para una carrera o un entrenamie­nto muy exigente.

1>Recuperaci­ón activa al final de la sesión con 20’-30’ a ritmo

muy suave.

2>Comer y beber. Barritas, o fruta, o lácteo y cereal… para empezar

a recuperar depósitos de glucógeno y nivel de hidratació­n.

3>Inmersión en agua fría durante 10’-15’

4>Ponerse media compresiva­s durante 1 hora después de la

inmersión en agua.

5>Comer y beber para completar la recuperaci­ón de los depósitos

de glucógeno.

6>Siesta. Si ha sido entrenamie­nto de mañana y no nos va a interferir con el sueño de la noche.

7>Masaje.

8>Sueño de calidad por la noche.

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 ??  ?? 20 minutos suaves al Ɏnal. Es una buena manera de acabar cualquier entrenamie­nto o salida.
20 minutos suaves al Ɏnal. Es una buena manera de acabar cualquier entrenamie­nto o salida.
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