ADORMECIMIENTO
NO SIENTO LAS MANOS
Hola. Os escribo porque cada vez que monto en bici vengo notando mucho cosquilleo, adormecimiento y dolor desde la palma de la mano hasta el codo. Es una sensación como de llevar mucho peso sobre las manos, y eso que trato de relajarme. ¿Qué puedo hacer? ¿Es esto normal?.
Álvaro Paniagua, vía e-mail
Por lo que cuentas, tu problema tiene un origen bastante claro: llevas buena parte de tu peso en las manos y no en el sillín. Desde un punto de vista teórico, para ir cómodos en bici debemos colocarnos de forma que el 60% de peso caiga sobre el sillín y el 40% restante sobre las manos. Cuando esto no sucede, suelen aparecer las molestias que este lector refiere. El peso que deben soportar las manos está influenciado básicamente por tres componentes:
1>Retroceso del sillín. El retroceso del sillín se refiere al ajuste que podemos hacer del sillín en el plano horizontal, es decir, cuanto lo adelantamos o lo retrasamos. Este ajuste se hace en relación al eje del pedalier. Para medirlo, se establece una plomada o referencia vertical entre la punta del sillín y el eje del pedalier. Para eliminar peso de las manos y restablecer este equilibrio de pesos que hemos comentado, generalmente retrasar el sillín ayuda a llevar más peso hacia el sillín y menos hacia las manos.
1>Inclinación del sillín. Si el sillín está excesivamente inclinado hacia delante, el ciclista puede que no sea del todo consciente de que su peso se transmite hacia el manillar. Conviene revisar la inclinación del sillín para asegurarse que esa “pequeña” inclinación no sea excesiva. Más de uno o dos grados de inclinación pueden ser suficiente como para crear esta sensación de incomodidad.
3>Altura del puño. La altura del puño siempre se refiere a la posición del mismo respecto al sillín. Lo que se mide es la diferencia de altura entre el centro del sillín y el centro del puño. Como es lógico, cuanta más diferencia haya entre ellas más peso va a soportar el manillar. Así pues, subir la altura del puño es una forma efectiva de reducir la presión sobre las manos. Esto se puede conseguir de varias maneras: poniendo más espaciadores entre el cuadro y la potencia, poniendo una potencia con más ángulo hacia arriba o incluso poniendo un manillar de doble altura. Además de estas cuestiones, estos problemas son mucho más llevaderos si se utilizan puños ergonómicos, ya que permiten repartir mejor el peso sobre la mano. Igualmente, el uso de cuernos o acoples también suele ayudar a soportar mejor esta molestia al permitir diferentes apoyos de las manos sobre el manillar. Además de unos buenos puños, usar guantes con gel en la zona de apoyo de la mano también ayuda a reducir la presión y reducir la sensación de hormigueo o manos dormidas. Por último, no está de más revisar el ángulo que le hemos dado al manillar, ya que puede influir sobre este tema. Si nos fijamos, todos los manillares tienen una curva, es decir, no son rectos. Dicha curvatura debe ir hacia atrás, ya que esto ayuda a que el ángulo de la muñeca sea más natural. Cuando el manillar está bien colocado, no debería subir las manos en relación al centro del mismo, es decir, que la curva no debe ser hacia arriba sino hacia atrás.