NEUMÁTICOS HUTCHINSON GRIFFUS RACING LAB 2.5 Y 2.4
>>Se trata del neumático que la marca francesa ha creado para completar su gama de neumáticos enfocados principalmente en el Enduro, con un diseño y características que los hacen ideales para el tipo de terrenos más habituales en el clima mediterráneo: rocosos, arenosos y predominantemente secos. Estas han sido las condiciones en las que principalmente los hemos probado y podemos decir que se trata de uno de los neumáticos de mayor rendimiento para un uso muy agresivo. Hemos puesto a prueba la combinación ideal según Hutchinson, el balón de 2.5” en la delantera y el 2.4” en la trasera (que podemos combinar de diferente manera si queremos), que presentan más diferencias además del volumen de aire. Los tacos son algo más alargados y altos en el 2.5”, pensado para alcanzar una retención muy buena en frenadas bruscas, para lo que los más grandes tienen un corte longitudinal que les ayuda a flexar y retorcerse. El 2.4” trasero tiene una orientación distinta, con los tacos con forma más acuñada y en forma de flecha, para que se hagan más livianos al rodar y cueste menos acelerarlos. Aunque a priori puedan parecer muy parecidos sí hay suficientes diferencias entre ellos para ser considerados como dos neumáticos diferentes. Donde sí coinciden es en la banda lateral de tacos, muy similar una a la otra, y que permiten un margen muy amplio a la hora de tumbar y apoyar en terrenos excesivamente secos. Como es habitual en la alta gama de Hutchinson confía en un triple compuesto, el R>@B RFMLPQ, en este caso la versión Gravity. Cuenta así con goma de dureza 94 Sha en la base (de lado a lado), 50 en la banda central y de solo 40 Sha con rebote lento en los laterales, de ahí la confianza que aportan al llegar a las curvas. Bajo toda esta goma se encuentra la carcasa Hardskin, la única versión que se pone a la venta (en color negro o en marrón Tan Wall), reforzada para un uso extremo, con una AL?IB @>M> AB TPI que hace a los Griffus aptos incluso para una bici de DH. Con todo ello los Griffus son unos neumáticos que transmiten una sensación de robustez nada más comenzar la bajada y ponerlos contra las cuerdas. Donde otras gomas parecen empezar a perder la trazada con el clásico aviso de tender a irse rectos, los Griffus aún tienen margen para apoyar un poco más. Dan mucha confianza también en pendientes muy verticales cuando vamos al límite del derrape y requerimos unos tacos que se agarren bien al suelo. Como puedes imaginar su peso, sin llegar a ser de los más pesados, sobrepasa la barrera del kilo (en nuestras unidades de 29”), con 1.078 g y 1.054 g respectivamente. Su robustez general permite mucho rango a la hora de elegir presiones; nosotros nos hemos movido en la franja de 1.3-1.5 bares, llegando incluso a 1.2 bar aunque en este caso, empiezan a ser demasiado perezosos y lastran más en las subidas. Tienen una buena absorción (montados sobre una llanta de 29 mm internos) y no hemos llegado a sufrir llantazos, no al menos de esos que “asustan” al notar el tacto seco de la llanta. Tampoco hemos sufrido ni un solo pinchazo, mostrándose muy fiables tanto para una competición de Enduro como para el uso en Bike Parks. Lógicamente este carisma de neumático de competición conlleva que su goma se deteriora más rápidamente que otras opciones, aunque sinceramente esperábamos un desgaste más acelerado del que hemos experimentado. Se fabrican en 27,5 y 29”, y echamos en falta más opciones de balón e incluso carcasas más ligeras para hacerlos llegar a bicis Trail de menor recorrido de suspensiones y mayor polivalencia.