CECILIA BONA
42 años, trabaja en el Ayto de Utebo, Zaragoza. “Cuando me diagnostican cáncer de mama en el 2017 llevaba unos 5 años haciendo MTB y lo que más me gustaba era escaparme cada primavera al Camino de Santiago. En el 2016 completaba el Camino Aragonés así que me planteé comenzar la Vía de la Plata al año siguiente, pero el plan fue otro... combatir la enfermedad. El destino quiso recompensarme y me brindó la expedición de Reto Pelayo Vida Annapurna bike 2018 y además, la GAES Pilgrim Race, por ello soy de las que piensa que lo mejor siempre está por venir. Esta llegada a Santiago ha sido la más especial de todas porque ahora cada pedalada por la vida es más plena. Esto cierra un círculo y me pone de nuevo en el Camino”. PD: Me quedo con el despertar del campamento...”
BEGOÑA VALDERRAMA
46 años, profesora de Aprendizaje y Servicio en ICADE. “Yo siempre he sido muy deportista, y el diagnóstico de cáncer fue como un frenazo en mi rutina deportiva... de pronto estaba enferma, ¡pero yo no me sentía así! Tras el shock inicial, decidí que yo podía ser parte de mi curación y mis herramientas fueron la alimentación y el deporte. En cuanto pude, volví a montar en bici y cada ruta se convirtió en un pequeño triunfo; ésta, sí era yo. Dos años después me embarqué en la aventura del Reto Pelayo Vida Annapurna Bike. En Nepal, con mis compañeras, ya casi hermanas, aprendí que ningún reto es demasiado grande si se afronta en equipo.La Pilgrim Race ha sido un desafío muy especial para nosotras, por ser en España y porque a pesar de la enorme dureza de la prueba, nos ha confirmado que somos como piezas de un mismo puzle”.
NOELIA GALÁN
40 años, trabaja en Bikefriendly. “Cuando estaba en pleno tratamiento de quimioterapia, vi en televisión un reportaje del Camino de Santiago. Sentí que si finalmente superaba el cáncer, tenía que hacerlo pero en bicicleta. Como no tenía bicicleta, ese año me la trajeron los Reyes Magos. En abril del 2018 la estrené para prepararme las pruebas físicas del Reto Pelayo Vida para el Annapurna.
Yo antes del Reto no tenía experiencia con la bici, pero tengo que decir que me enganchó muchísimo. Conseguí finalizar el Reto junto a mis compañeras y este año he podido cumplir esa promesa que tenía para poder cerrar mi etapa con el cáncer realizando la Pilgrim, que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.”