ROBERTO BOU
Roberto Bou, 25 años, subcampeón España Elite XCM 2018. “Acaba de ganar una de las pruebas de la MB Race, dentro de la UCI Marathon Series, puntuable para la MTB Alpine Cup. Es una de las competiciones más duras del planeta con 140 km y 7.000 metros de desnivel a los pies del Montblanc. Sus patrocinadores son Tomás Belles-Cannondale. Fue 4º en la MB Race del 2018, 3º en la Epic Cup 2018 y ganó una etapa de la Titan Desert 2019.
Acostumbrado a ganar carreras, en esta edición de la Pilgrim Race le hemos encontrado entrado de los últimos, con una gran sonrisa porque iba pedaleando con sus padres Arturo y Lola a los que ha ido acompañando y enseñando. “El año pasado participé e hice pódium en la 2ª Pilgrim Race y este año sólo podía participar en las dos primeras etapas, hablé con mis padres sobre el buen ambiente y la versatilidad de esta prueba, y les animé a hacer los casi 700 km que separan Madrid de Santiago, en ebikes, para ir pedaleando a buen ritmo y poder disfrutar de las etapas, sufriendo lo justo y necesario.
ARTURO BOU
63 años, jubilado, padre de Roberto Bou. “Hace 4 años y medio tuve que dejar de montar en bici por problemas próstata y he vuelto a pedalear en la Pilgrim. Cuando mi hijo le regaló la Pilgrim a mi mujer me animé a hacerla con ella, pensando en hacer un par de etapas, pero con la ebike ha sido un descubrimiento, me ha facilitado mucho el recorrido, es más estable en las bajadas y cada día me iba encontrando mucho mejor y así llegué a Sahagún para acompañar a Roberto. El ambiente de la Pilgrim es muy bueno, los avituallamientos, los recorridos. La recomiendo, pues aunque no estés muy preparado como me pasó a mi, con la bici eléctrica se puede hacer. Un 10 a la organización y a la carrera. En las dificultades la gente te ayuda, y he hecho buenos amigos. Las dos primeras etapas con Roberto han sido muy buenas, en los momentos débiles nos daba recomendaciones y consejos y nos ayudaba mucho con la técnica o diciéndonos por dónde ir”.
LOLA MARTÍN BENEDICTO
60 años, madre de Roberto Bou. “Ha sido una experiencia maravillosa, la estoy recomendando a todos mis amigos, que hagan al menos las 3 últimas etapas de ‘experience’. Me gustó todo, hasta dormir en la tienda con la colchoneta y el saco, ha sido una gozada, y las últimas etapas mucho mejor. Además, me ayudaron muchísimo, al principio no sabía ni como cambiar la batería, ¡aunque ya he aprendido a cambiarla sola!
Me llevé el chupete de mi nieto como amuleto para la bicicleta en la Pilgrim. Lo iba a dejar en la Cruz del Hierro, pero al final quise llegar con él a Santiago y quedármelo de recuerdo.
Del primer al último día he notado como he mejorado, yo soy dominguera, pasé de ir con miedo porque no había hecho carreras, intentando mantener el equilibrio con la eléctrica, pero los últimos días ya me confié con la bici y noté que fui mejorando mucho”.