GIANT REVOLT
Con la Revolt Advanced, Giant nos propone una bicicleta de gravel versátil que nos permite desde disfrutar de senderos sencillos hasta cargar las alforjas para varios días de bikepacking. En esta amplia variedad de usos tiene mucho que ver su cómoda geometría, con una pipa de dirección y un stack altos que, junto a un reach más corto de lo habitual, nos permiten acumular kilómetros en una posición no muy exigente para nuestra espalda. Además, cuenta con un ángulo de dirección muy lanzado, que en marcha se traduce en una sensación de bastante control en las bajadas, y una distancia entre ejes que dota a la bicicleta de mayor estabilidad a velocidades altas, perdiendo en cambio reactividad en caminos muy revirados. Tanto el cuadro como la absorbente horquilla son de carbono T-700, el segundo de la gama de la marca, e incluyen todo lo que se puede esperar de un cuadro de ese nivel: cableado interno desde el tubo de dirección, pedalier PressFit, soportes ˜ atmount para discos, ejes pasantes de 12 mm o soporte para un desviador delantero, dándonos así la posibilidad de montar uno o dos platos. Por otro lado, teniendo en cuenta el terreno natural para esta bicicleta, los ingenieros de Giant le han añadido ciertos detalles de buen gusto como unos útiles protectores contra impactos tanto en la vaina y, sobre todo, en la parte inferior del tubo diagonal o múltiples guiños al bikepacking, como varios puntos de anclaje para alforjas o guardabarros y la posibilidad de montar tres portabidones para esas largas rutas en las que no nos cruzamos con ninguna fuente. Al igual que en el modelo de 2019, y pese a la introducción en el mercado de un grupo especíÿco para gravel por parte de Shimano, Giant sigue apostando por un grupo pensado para carretera como es el siempre ÿable Shimano 105, con unos discos hidráulicos cuya potencia de frenado y modularidad nos ha sorprendido gratamente. Sin embargo, para el modelo 2020 se han sustituido las bielas Shimano 105 por unas Praxis Alba que permiten montar platos más pequeños como el 48/32 que viene de serie, algo que hemos agradecido en subidas duras porque el casete de 11x34 se puede quedar quizá escaso para gravel si tus rutas se asemejan a las de MTB. Como viene siendo costumbre en todos los modelos de Giant últimamente, las ruedas y las cubiertas corren de su cuenta y en este caso continúan con su fuerte apuesta por el tubeless en todas las disciplinas, ya que tanto las ruedas S-X2 con llantas de aluminio como las cubiertas Crosscut AT 1 están preparadas para ser montadas sin cámaras. De estas últimas, de una medida de 700x38 pese al generoso paso de rueda del cuadro que admite hasta 45 mm, nos ha gustado su comportamiento en terrenos compactos sin muchas piedras, aunque pecan de cierta falta de agarre lateral cuando el terreno está embarrado. Por último, Giant también se encarga del sillín, potencia y manillar a través de su línea de componentes de aluminio Contact, junto con la tija de carbono. Pese a que el sillín nos ha parecido bastante cómodo, destacan especialmente tanto el manillar como la tija porque ambos tienen secciones con forma de D, algo que Giant ha bautizado como D-Fuse y que permite cierta ˜exió n que aporta al conjunto aún más comodidad.