SCOTT ADDICT GRAVEL
Es la tercera vez que hemos disfrutado de esta versión gravel de la Addict y es la tercera vez que al terminar la prueba nos hemos quedado con ganas de mucho más. En la primera ocasión, hace ya casi 4 años, no fue estrictamente la opción de gravel, sino que dispusimos de la de CX, con la que comparte el ligerísimo cuadro de carbono -declara menos de 900 g-. Fue la demostración de que las diferencias entre las dos modalidades no son tantas, o al menos de que las bicis de CX no tienen límites, y que radican, además de la incorporación de distintos soportes, sobre todo en la elección de las cubiertas y los desarrollos. Sí, quizá esta Addict sea un poco exigente porque su geometría está más enfocada al rendimiento que a la comodidad, pero con pequeños cambios, como el manillar Syncros con las puntas abiertas, que consigue una buena proporción en sus medidas para no resultar aparatoso rodando rápido, se convierte en una propuesta muy atractiva si tu estilo está más cercano a las sensaciones de deportividad de la carretera o del XC. En asfalto se muestra muy estable y ágil, al igual que en pistas rápidas, donde sólo echamos de menos un poco de comodidad en zonas rizadas, en las que el cuadro da fe de su rigidez. Sin embargo, en senderos rápidos y lisos ofrece una conducción muy sencilla incluso a velocidades altas, resultando muy divertida. En esta última prueba nos la hemos llevado al límite, afrontando con ella la ruta de 850 km desde Madrid hasta Sierra Morena (y vuelta) que podéis ver unas páginas más adelante. Aunque no cuenta con soportes extra, apenas dos portabidones, no hemos tenido ningún inconveniente para montar con velcros diferentes bolsas -manillar, sillín y dos en el tubo horizontal- para transportar el equipaje necesario para pedalear durante una semana. No os vamos a negar que da un poco de reparo cargar así una bici de este estilo, pero lo cierto es que nos ha demostrado que es capaz de ello sin inmutarse porque cargada con todo el equipaje se muestra igual de resuelta tanto en la carretera como en las pistas. De nuevo, nos quedamos con la sensación de que es una bici que sería ideal para tener dos juegos de ruedas, uno con neumáticos de carretera -de 28 mm, por ejemplo- y otro con cubiertas más anchas, porque vale para todo.