SIGUE SU PROPIA ESTELA
HACE MÁS DE 18 AÑOS QUE SPECIALIZED DECIDIÓ CREAR UNA TECNOLOGÍA PROPIA Y REVOLUCIONARIA, EL BRAIN, DISEÑADA PRÁCTICAMENTE A MEDIDA DE LA EPIC PARA XC Y MARATÓN. HOY SIGUE SIENDO UN SISTEMA ÚNICO Y QUE VUELVE A ACTUALIZARSE EN LAS NUEVAS EPIC Y EPIC EVO D
REALMENTE LAS PRIMERAS EPIC, AÚN EN FASE DE PROTOTIPO, SE REMONTAN AL AÑO 99, UN DISEÑO EN EL QUE EL MISMO NED OVEREND PARTICIPÓ EN SU PUESTA A PUNTO HASTA SU LANZAMIENTO EN EL AÑO 2002. Y desde entonces hasta hoy, si hay algo que no ha cambiado es que hablar de las Epic y del Brain es hablar de la máxima eficiencia en una doble suspensión. Es hablar de un amortiguador que se bloquea solo y que se abre cuando es necesario, un comportamiento casi “mágico” que cuenta con millones de fans en todo el planeta. Y con un éxito en competición desde entonces difícil de acercarse a él, con más de 100 pódiums y victorias en Copa del Mundo, Mundiales, Juegos Olímpicos y carreras por etapas como la Cape Epic (donde año tras año es la bici estadísticamente más usada por los participantes). Y basta acudir a una marcha maratón o a una carrera de circuito provincial para constatar que es una bici que levanta pasiones como el primer día.
ros del mercado. Para que esta rebaja de peso no sacrifique rigidez, no todo ha sido dar una forma nueva. El trabajo “de verdad” ha sido rediseñar todos y cada uno de los fragmentos de carbono que componen sus tubos para mantener un ratio de peso-rigidez óptimo, modificando también otras piezas como la tornillería o el anclaje del amortiguador. Con ello han mantenido la rigidez del modelo anterior pese a la rebaja de peso. En el triángulo trasero sin embargo, los ingenieros hablan de un 15% más de rigidez, gracias a todo el rediseño que se ha realizado. Y sus nuevas formas responden además a la necesidad de ubicar al sistema Brain, que ahora se ha modificado.
BRAIN, SIGUE MANDANDO
La piedra angular de la Epic se ha modificado una vez más, y en esta ocasión supone un gran cambio desde que el propio sistema pasó a ubicarse por detrás del eje de la rueda en lugar de por delante, donde se mantuvo muchos años. El cuerpo principal, donde se aloja la válvula de inercia y todo su mecanismo, el que sería el verdadero cerebro pensante, se mantiene en la misma posición, tras el eje y muy pegado a éste, incluso más que antes. Pero el cuerpo secundario del Brain, donde se ubica el IFP (el pistón flotante interno), si bien antes se ubicaba por encima del cuerpo principal, ahora lo hace debajo, y oculto por dentro de la vaina. Lo hace de una forma muy llamativa, como si la propia vaina se extendiese hacia atrás y se convirtiera en el Brain. Con esta modificación el cuerpo secundario tiene un tamaño mayor, y ya que la función de la IFP es presurizar el aceite para que circule perfectamente por el circuito interno, se tiene un mayor caudal y un mejor comportamiento de la válvula de inercia. En la horquilla, tomando como base las nuevas RockShox SID SL, también se estrena una nueva tecnología Brain, con mayor firmeza cuando no hay oscilaciones provenientes del terreno. La gran novedad de esta edición es que su plataforma es ajustable, permitiendo un recorrido libre antes del comienzo del funcionamiento de su “Brain”, de manera que podemos tener un pequeño recorrido inicial más sensible si no queremos sacrificar la absorción de las pequeñas irregularidades. Mediante
una regulación interna podemos establecer el punto de umbral de su plataforma entre 0 y 30 mm de recorrido, ajustándolo a nuestro gusto dentro de este margen. ¿Cuánto ha mejorado? Nuestro veredicto tras varias semanas de uso intensivo sobre la nueva Epic S-Works es que el tacto de las suspensiones ha mejorado sensiblemente respecto a las versiones previas. Pedaleando con los modos de Brain más firmes que podemos seleccionar tanto en amortiguador como en horquilla, continúa manteniendo gran parte de ese tacto ‘todo-o-nada’ propio de los Brain, percibiéndose en ocasiones (senderos repletos de piedras, raíces contantes, hoyos) la transición entre abierto y cerrado a modo de chasquido. Es un comportamiento menos polivalente que el de otros amortiguadores, pero sabemos que tiene su público, especialmente los que buscan transmitir cada vatio a la rueda trasera. Y aquí viene lo mejor: hemos probado a dar pedales con el Brain en su posición más abierta y es donde más se nota la mejora. El pedaleo continúa siendo muy bueno, muy estable y sin oscilaciones, podemos pedalear con fuerza y a ritmo endemoniado sin echar de menos un bloqueo remoto que convierta las suspensiones en piedras. Pero esas transiciones abierto-cerrado desaparecen, además que se nota cómo el amortiguador gana en tracción y en
peso récord, mientras el resto de modelos montan una bieleta de aluminio.
de hecho, las bielas de este S-Works montan nada menos que el potenciómetro Quarq de SRAM de serie, una declaración de a quién va dirigida semejante máquina de rendimiento. En el pedalier vuelven a apostar por uno de tipo con su nueva cámara De bon Air incluida, pero en la que se ha sustituido el hidráulico Charger Race Day por un Brain desarrollado junto con Specialized.
El amortiguador RockShox de las Epic requiere de este prolongador para poder encajar con la bieleta. En las zonas donde el carbono requiere más refuerzo, como en las intersecciones o en los anclajes de puntos de giro, se aprecia cómo se superponen las capas de carbono trenzado sobre el carbono unidireccional. A la luz del sol es todo un espectáculo para la vista.