BLOQUE 1
La ventaja de estar en baja forma es que cualquier cosa que hagamos nos mejora. Por eso no es buena idea empezar a “darse caña” desde el minuto uno. Con mucho menos esfuerzo lograremos mejoras muy similares pero sin desgastarnos más de la cuenta. La motivación del inicio nos puede jugar una mala pasada si nos dejamos llevar. Sí será útil hacer algún test para poder ver dónde estamos. Os recomendamos el de 5’ porque no es tan sufrido como otros más largos. Nos sirve para ver la frecuencia cardiaca máxima (FC max) y estimar el umbral funcional (multiplicar por 0,8 los vatios medios del test). Con esos datos ya podemos controlar la intensidad de las sesiones.
Al final del bloque, cuando ya habremos notado una mejoría significativa respecto al inicio, haremos el test largo. Entre 20’ y 40’ sería lo ideal. Ese test, además de ser un buen entrenamiento en sí mismo, nos dará idea del nivel de rendimiento que podemos esperar de cara al maratón y nos servirá para ver las zonas de entrenamiento que normalmente habrán variado respecto al inicio del plan.