VO2 MAX» ¿Qué sucede cuando nos ponemos en forma?
Uno de los motivos que nos empuja a salir a disfrutar en bici es que cuanto más salimos menos nos cuesta pedalear, vamos más rápido y hacemos rutas más largas con menos esfuerzo. ¿Qué está pasando con nuestro cuerpo? ¡Se está entrenando! Veamos qué sucede cuando sometemos al cuerpo a un entrenamiento:
1> El entrenamiento se basa en someter al cuerpo a un estrés. Este estrés básicamente consiste en cansarlo. En función del estrés al que sea sometido, el organismo desarrolla una serie de defensas para estar mejor preparado ante otro “ataque” de similares características.
2> Estas defensas suponen poner en marcha una serie de mecanismos conocidos como adaptaciones al esfuerzo, que pueden ser muy diversas y que nos van a permitir mejorar nuestra condición física.
3> Cuando repetimos los estímulos de forma constante, los cambios son cada vez mayores. Lo malo es que una vez cesan los estímulos gran parte de las adaptaciones producidas se pierden, es decir, que vuelven a los niveles iniciales. En otras palabras: perdemos la forma y vamos más despacio.
4> Las adaptaciones que se producen en nuestro organismo se suelen dividir en centrales y periféricas. Las centrales son las que suceden a nivel cardiaco y pulmonar, mientras que las periféricas son las que suceden a nivel muscular. Las más significativas y las que marcan la diferencia son las que se producen a nivel muscular. Por eso, cuando estamos en forma, la fatiga se concentra en las piernas, no en la respiración, por ejemplo. 5> Las principales adaptaciones centrales son un aumento del tamaño del corazón y un aumento de la fuerza de contracción del mismo. Igualmente, se produce un aumento del volumen sanguíneo, por lo que aumenta la cantidad de oxígeno que puede ser transportada. Está adaptación va a suponer que nuestro corazón latirá más despacio para mantener una misma intensidad.
6> A nivel muscular, las principales adaptaciones son un aumento en el número de capilares por fibra muscular. Los capilares son los vasos sanguíneos de menor tamaño encargados de suministrar oxígeno a las células musculares. Por lo tanto, cuantos más capilares tengamos más oxígeno podremos aportar a los músculos.
7> A nivel mitocondrial, también se produce un aumento tanto en el número como en el
tamaño de las mitocondrias. Las mitocondrias son los órganos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular.
8> A nivel enzimático, las mejoras que se producen son muy grandes. Las enzimas son moléculas proteicas que catalizan las reacciones químicas. En otras palabras, son activadoras de los procesos que suceden a nivel muscular. Así pues, cuando nos ponemos en forma, la cantidad de enzimas relacionadas con el transporte de energía al músculo está muy aumentada.
9> Estas mejoras en el transporte de oxígeno hacen que el organismo sea más eficiente utilizando las grasas como combustible con el consecuente ahorro de glucógeno. Por este motivo, tardamos más en agotarnos cuanto más entrenados estamos.