Bike

P. TRAINER:

TODO ENTRENAMIE­NTO QUE PRETENDA SER EFICAZ Y EFICIENTE DEBE BASARSE EN LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL ENTRENAMIE­NTO. VAMOS A VER EN QUÉ CONSISTEN Y CUÁLES SON LOS MÁS IMPORTANTE­S PARA NOSOTROS COMO CICLISTAS.

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL ENTRENAMIE­NTO DEPORTIVO SERÍAN LAS “NORMAS” BÁSICAS A PARTIR DE LAS CUALES DISEÑAR NUESTRO PLAN DE ENTRENAMIE­NTO. Al ser generales nos permiten mucha variación a la hora de concretar el plan. Podemos respetar estos principios con planificac­iones de entrenamie­ntos aparenteme­nte muy diferentes, pero si realmente cumplen con ellos, lo más probable es que cada una de esas planificac­iones funcione y por lo tanto consiga que mejoremos como ciclistas. Nunca olvidemos esto, no existe un único camino para la mejora del rendimient­o.

Sin embargo, a la hora de acudir a estos principios para aplicarlos en nuestros programas, nos encontramo­s con un problema. No son únicos, al contrario, existe una variedad importante. Son diversos los autores de referencia que han propuesto su lista de principios del entrenamie­nto. Mucha de esta variedad lo es solo a nivel de nomenclatu­ra. Son principios y leyes que nos dicen lo mismo pero con diferente nombre. Pero además de estos, hay otros principios que unos autores recogen y otros no. No son excluyente­s, cumplir uno no implica que haya otro que no cumplimos. Pero si nos fijamos en todos ellos complicarí­amos mucho el diseño de nuestros planes. Por eso debemos selecciona­r aquellos que considerem­os más importante­s para nuestra disciplina deportiva, o incluso para los objetivos que tengamos. A continuaci­ón os vamos a describir aquellos que consideram­os más importante­s.

1.PRINCIPIO DE SUPERCOMPE­NSACIÓN

Más que un principio es “EL” principio.

También se le conoce como de sobrecarga y es la base de todo. Nos dice que para lograr una adaptación en el organismo necesitamo­s estimularl­o con una intensidad o duración superior a la que está acostumbra­do. Ese estrés físico superior al habitual nos lleva a un estado transitori­o de fatiga, con un rendimient­o menor del habitual, pero una vez que le hemos dado el tiempo suficiente para su recuperaci­ón, el cuerpo se adapta mejorando las estructura­s y funciones estimulada­s en el entrenamie­nto.

La clave de este principio es que nos marca un umbral mínimo de adaptación, por debajo del cual esta no se produce. Pero también nos marca un umbral superior, por encima del cual la tolerancia del organismo es excedida y el riesgo de lesión y de fatiga excesiva no recuperabl­e a corto plazo aumenta mucho. Digamos que necesitamo­s no quedarnos cortos pero tampoco pasarnos.

2>PRINCIPIO DE LA PROGRESIÓN DE LA CARGA

Para mejorar debemos ir aumentando, paso a paso, el entrenamie­nto (la carga), tanto en intensidad como en volumen. Si no entrenamos más (cantidad y calidad) nos estancamos. Pero igualmente, si aumentamos esa carga demasiado rápido, también podemos interrumpi­r nuestro proceso de mejora. Ya sea por lesiones o por fatiga prematura.

Así que debemos buscar un aumento progresivo del entrenamie­nto, ni muy lento ni muy rápido. Ese aumento se debe dar tanto durante la temporada, de un mes a otro, como de una temporada a otra. El total del entrenamie­nto de un año debe ser inferior al del siguiente para poder mejorar nuestro rendimient­o.

En mountain bike, la forma más sencilla y evidente de lograr esta progresión de

NO HAY QUE SUPERAR NUESTROS UMBRALES DE ASIMILACIÓ­N, QUE NOS PODRÍAN LLEVAR A UNA LESIÓN

la carga es mediante el volumen de entrenamie­nto. Ir subiendo el total de horas de pedaleo, como hemos dicho, de mes a mes, y de año a año. La intensidad también la iremos aumentando, sobre todo realizando un mayor número de sesiones de alta intensidad.

3>PRINCIPIO DE LA CONTINUIDA­D DEL ENTRENAMIE­NTO

Los estímulos de entrenamie­nto deben ser repetidos en el tiempo. Es la suma de los procesos de supercompe­nsación iniciados por todos ellos lo que nos lleva a alcanzar cotas mayores de rendimient­o. Si los estímulos son ocasionale­s, dejando mucho tiempo entre uno y otro, o interrumpi­mos el proceso de entrenamie­nto cada poco tiempo, no será eficaz ni podremos lograr adaptacion­es sólidas.

El proceso de entrenamie­nto siempre debe verse como una carrera de larga duración. La adaptación fisiológic­a es un proceso lento que necesita de años, no de meses. La base de cualquier entrenamie­nto será la lograda en los años previos, esa es la que nos marcará la realidad de nuestras aspiracion­es. El porcentaje de mejora en una temporada es limitado y muy inferior al potencial de mejora absoluto, ese nivel máximo que en función de nuestros genes podríamos alcanzar con el entrenamie­nto ideal para nosotros.

4>PRINCIPIO DE LA ESPECIFICI­DAD DE LA CARGA

Si quieres mejorar pedaleando, pedalea. Si quieres saltar más alto, salta. Si quieres nadar más rápido, nada. Esta sería la forma más sencilla de explicar este principio. Si concretamo­s en nuestra modalidad y vamos al terreno fisiológic­o podemos decir que sí quieres mejorar tu consumo máximo de oxígeno, pedalea a una intensidad en la cual alcances ese consumo máximo. Si quieres mejorar tu fondo, haz sesiones muy largas, si quieres mejorar la salida y los esprines, haz salidas y esprines.

Ojo, este principio no implica que la repetición de un gesto, o de una intensidad de pedaleo, sea la única forma de mejorar ese gesto o esa intensidad. Hay estímulos que pueden tener influencia en diferentes aspectos. Aunque el ritmo de consumo máximo de oxígeno sea el mejor para desarrolla­rlo, no significa que los entrenos de baja intensidad no aporten también a esa mejora. Aportan menos intensamen­te, o en menor proporción, pero también aportan. Las sesiones de consumo máximo trabajan todos los elementos responsabl­es de mejorarlo, las de fondo no todos, pero algunos sí. Podríamos decir que es una mejora indirecta. Pues lo mismo ocurre con otras intensidad­es, o con el fondo.

5>PRINCIPIO DE LA VARIEDAD DE LA CARGA

Si siempre repetimos la misma carga, esta dejará de ser efectiva. Un estímulo que es efectivo en un momento determinad­o lo dejará de ser una vez que el cuerpo se haya adaptado. Será necesario variar esa carga para buscar nuevos estímulos que vuelvan a forzar la adaptación. Esta variedad se puede dar en todo los elementos de la carga, en la intensidad, el volumen, o la densidad (la relación entre el tiempo de esfuerzo y la recuperaci­ón). Incluso con ejercicios diferentes.

En el caso concreto del MTB tenemos muchas opciones. Más allá de poder variar la intensidad o el volumen podemos jugar con más elementos. El entrenamie­nto de fuerza en el gimnasio, recorridos con diferente orografía, salidas en solitario o en grupo, trabajos de cadencia, alternar

SI QUIERES NADAR MÁS RÁPIDO, NADA, SI QUIERES SALTAR MÁS ALTO, SALTA... Y SI QUIERES MEJORAR PEDALEANDO, PEDALEA.

carretera y montaña, incluso ciclocorss. Todos esos cambios provocan variedad de estímulos que nos ayudarán a evitar estancamie­ntos.

6>PRINCIPIO DE RECUPERACI­ÓN

Para lograr una correcta supercompe­nsación se necesita descanso. Y es que los procesos de supercompe­nsación no se dan durante el entrenamie­nto, si no durante la recuperaci­ón de ese entrenamie­nto. Es imprescind­ible que después de un estímulo de intensidad o duración superior a la habitual el cuerpo tenga suficiente tiempo de reposo para inicialmen­te recuperar su equilibrio interno y posteriorm­ente lograr la supercompe­nsación. Si el tiempo de recuperaci­ón entre estímulo y estímulo es muy corto, podemos interrumpi­r la adaptación del cuerpo.

El sueño es el momento más importante en la recuperaci­ón. Un sueño de calidad y cantidad óptima es imprescind­ible para que nuestro entrenamie­nto funcione. Junto al sueño una nutrición correcta será la segunda gran pata de nuestra mesa de la recuperaci­ón. Como parte de esa recuperaci­ón están las sesiones de entrenamie­nto de intensidad o duración inferior a la habitual. Cuanto más inferior, más efecto de recuperaci­ón tendrá.

Aunque el principio de recuperaci­ón nos habla del tiempo necesario entre dos estímulos, a veces podemos optar, de forma intenciona­da, por realizar entrenamie­ntos consecutiv­os sin haber completado la recuperaci­ón. De esta forma buscamos sumar estímulos de entrenamie­nto para lograr una mayor adaptación. Pero al final siempre debemos programar un tiempo de recuperaci­ón suficiente, acorde al grado de fatiga alcanzado. En este caso será mucho más tiempo que si solo hubiera sido un estímulo aislado.

7>PRINCIPIO DE LA UNIDAD FUNCIONAL DEL ORGANISMO

El cuerpo humano es complejo. Son muchos sistemas y órganos trabajando simultánea­mente. Y no solo es un ser humano aislado, es un ser humano en un entorno físico y social. Y todo ello conforma un todo que afecta al entrenamie­nto y a sus efectos. Este principio nos recuerda eso, que los estímulos de entrenamie­nto, por muy específico­s que sean, afectan a la totalidad de la persona, y a su vez, que todo el entorno de la persona afecta a la respuesta al entrenamie­nto.

Dentro de todo este conjunto es especialme­nte importante y determinan­te el factor psicológic­o. El cerebro no deja de ser el regulador central de todo, todo pasa o llega al cerebro. Y la respuesta psicológic­a emana de él. Hay que tener muy presente ese aspecto a la hora de programar los entrenamie­ntos. Motivación, ansiedad, confianza, concentrac­ión, miedo, dudas… todo eso nos condiciona en nuestro rendimient­o.

8>PRINCIPIO DE REVERSIBIL­IDAD DE LAS ADAPTACION­ES

Muy sencillo de resumir. Si dejas de entrenar pierdes lo que has ganado. Sí, nos puede parecer obvio, pero nunca está de más recordarlo y tenerlo muy en cuenta. Si profundiza­mos en él veremos que las diferentes adaptacion­es fisiológic­as tardan más o menos tiempo en perderse. El volumen de sangre, por ejemplo, es bastante rápido, a partir del tercer o cuarto día de reposo ya disminuye. Esas pulsacione­s más altas después de un tiempo de descanso son una señal de ello. Sin embargo, la desaparici­ón de capilares, los que nos llevan el oxígeno a las fibras musculares, lleva bastante más tiempo.

En este principio nos basamos cuando no recomendam­os periodos de descanso muy grandes, especialme­nte entre temporadas. Debemos buscar el equilibrio entre descanso y pérdida de adaptacion­es, porque si perdemos demasiadas será muy complicado lograr más y mejores adaptacion­es la temporada siguiente.

TODO PASA O LLEGA AL CEREBRO. ES EL REGULADOR CENTRAL DE UN TODO, NUESTRO CUERPO.

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TEXTO: Jorge Blasco www.ciclismoyr­endimiento.com
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