Bike

TREK SLASH

SOLO EL NEUMÁTICO TRASERO LIMITA EL POTENCIAL CASI DE BICI DE DH DE LA NUEVA SLASH

-

Para un estilo agresivo y buscando la velocidad, una bici 100% enduro.

MÁS RECORRIDO Y GEOMETRÍA MÁS AGRESIVA PARA HACER UNA SLASH MÁS BAJADORA

SLASH NO ES SOLO EL MELENUDO GUITARRIST­A DE GUNS N’ ROSES, SLASH ES TAMBIÉN LA BICI DE TREK CON LA QUE COMPITE POR SER UNA DE LAS MEJORES MÁQUINAS DE ENDURO. SU VERSIÓN DE 29” SE HA RENOVADO ESTE AÑO CRECIENDO EN RECORRIDO Y EN MEDIDAS Y PULIENDO TODOS SUS DETALLES UNO A UNO, CREADA POR Y PARA LAS CARRERAS DE ENDURO WORLD SERIES.

CUANDO TREK LANZÓ SU SLASH EN 29” ABRIÓ UNA NUEVA LÍNEA DE TRABAJO A SEGUIR PARA LA INDUSTRIA, realmente la primera bici de 29” de largo recorrido de suspension­es capaz de demostrar que el gran diámetro de ruedas no estaba reñido con un comportami­ento rápido y ágil, y de que podía ser el tamaño definitivo en las bicis que buscan arrasar en los senderos técnicos. 4 años después las cosas han cambiado, los 160 mm de recorrido ya no son una medida “exagerada”, sino que han sido normalizad­os y superados por muchas de las bicis dominantes hoy día (Santa Cruz Megatower, Specialize­d Enduro, Commençal Meta AM, YT Capra...) y las geometrías se han vuelto aún más extremas. Casi un lustro después del lanzamient­o de la Slash de 29” era el momento de evoluciona­rla, y si bien a simple vista no varía mucho de su predecesor­a, con el incremento de recorrido de suspension­es, la nueva geometría y que se han retocado absolutame­nte todos los detalles del cuadro, se ha convertido en una bici con bastantes diferencia­s.

MÁS ES MÁS

Una de las cosas que nos han preguntado los compañeros de ruta ha sido ¿pero ha cambiado mucho?, cosa que no salta mucho a la vista ya que estética y estructura­lmente es muy similar a la Slash de 2016. Y lo cierto es que sin perder su esencia, sí que ha cambiado. A grandes rasgos, ha crecido en 10 mm de recorrido, pasando de tener 150 mm atrás a 160, y de 160 a 170 mm en el tren delantero. Ha crecido en tamaño, con un Reach y una distancia entre ejes más largos, abriendo su ángulo de dirección 1º más, llegando a 64,1º. Las vainas han aumentado su longitud en 2 mm, con 437 mm. En conjunto ha crecido tanto que incluso ahora la talla M/L (18,5”), que por cierto antes no se fabricaba, equivaldrí­a a la L anterior (19,5”), siendo incluso más larga. El amortiguad­or también se ha renovado, trabajando con RockShox para ofrecer su tecnología propia, el Thru Shaft, y en este caso también ha crecido en calibre, usando el cuerpo de un RockShox Super Deluxe con un depósito de compensaci­ón térmica mayor. El objetivo es ser más “tragón” y sensible.

Y hasta aquí los grandes cambios. Los pequeños son muy numerosos, tanto que hacen que en conjunto sea una bici mucho más completa y a la que cuesta sacarle muchas pegas. El cableado, un aspecto mejorable en la anterior con los cables alrededor del amortiguad­or, ahora va completame­nte interno. Los protectore­s de goma han crecido en tamaño y en su fijación, ahora más fiables. El diámetro de la tija de sillín se ha incrementa­do para poder usar tijas más robustas (como la suya propia que monta de serie, también nueva). El Knock Bloc 2.0 -el

bloqueo de la dirección- ofrece un límite de giro más amplio y por último, ahora la Slash incorpora el “maletero” bajo el portabidón, heredado de las Fuel EX, permitiénd­onos llevar herramient­as o cualquier otra cosa que quepa dentro (¿un bocadillo?). El modelo que hemos probado es el tope de gama, con cuadro de carbono en ambos triángulos. Solo la bieleta difiere, siendo de magnesio. El precio con el montaje que ves es de 8.499€, que asciende a 9.099€ en la otra ocpción de color que nos ofrecen. Con seis modelos en total, y algunos de ellos duplicados (con SRAM o Shimano, a nuestra elección), los dos de aluminio arrancan en 2.999€ mientras que los cuatro de carbono lo hacen en 4.299€.

RADICALIZA­DA

La posición de pilotaje nada más montarnos nos hace “spoiler” de lo que vamos a encontrar, con la rueda delantera lejos y una postura algo retrasada. Incluso con el tubo de sillín más vertical que antes (casi 2º), un punto que era algo controvert­ido en la anterior Slash, seguimos yendo algo retrasados, aunque no es excesivo y se pe

CUANTO MÁS TÉCNICO Y PELIGROSO ES EL SENDERO, MÁS GOZAMOS CON LA GEOMETRÍAY LAS SUSPENSION­ES DE LA SLASH

dalea medianamen­te bien. Monta una potencia de tan solo 35 mm de largo (antes montaban 50 mm), de las más cortas que podemos encontrar en el mercado, lo que sumado a la geometría tan larga y bajadora, hace que requiera un piloto con un estilo agresivo para sacarle todo el jugo en las bajadas. Alguien que sepa mover el peso hacia el eje delantero, y no el clásico (y muchas veces erróneo) “culo atrás” y esperar a que la bici haga el trabajo, ya que en algunas zonas con mucha inclinació­n perdemos aplomo en la rueda delantera y con ello la trazada. Tiene un comportami­ento de competició­n por encima de todo, así que si eres capaz de soltar frenos donde otros bikers se achantan, la Slash es perfecta. Lógicament­e, para llegar hasta aquí ha perdido polivalenc­ia por el camino, por lo que es una bici menos pedaleador­a que la Slash anterior y los ascensos con ella pasan más factura a nuestro físico. Este modelo pesa 14,390 kg (talla 18,5”), 14,810 kg con la bolsa de herramient­as BITS en el interior del cuadro (con sus útiles, claro), por lo que estamos ante más de 15 kilos de bici en orden de marcha. En los modelos más económicos podemos esperar una cifra que su

pere los 16 o 16,5 kg fácilmente. Además de la geometría, donde sentimos la Slash como una bici “extrema” es en el comportami­ento de sus suspension­es. De hecho, con los ojos tapados pensaríamo­s que vamos en una bici de DH. Y es que la RockShox ZEB de 38 mm de barras y el nuevo amortiguad­or son muy tragones y sensibles en el inicio del recorrido, pero sin llegar a consumirse rápido, ya que sus respectivo­s hidráulico­s tienen una buena estabilida­d intermedia. Atrás también destaca la buena tracción que es capaz de ofrecer cuando subimos cuestas rotas. “-Jo***, no te he escuchado venir, esa bici no suena nada” decía nuestro fotógrafo César en plena sesión de fotos bajando por una trialera bastante complicada, algo que refleja lo bien que absorbe en ambos ejes, además del trabajo “fino” realizado en el cableado y las proteccion­es. Con la Slash tenemos la sensación de que nunca se agota por complicada que sea la bajada y nos da total confianza para soltar frenos en las pendientes más rotas. Solo el neumático trasero Bontrager SE4, un modelo habitual en bicis de Trail como la Fuel EX, limita el potencial, por balón, un 2.4” que está al límite, y por la carcasa algo más frágil de lo que demanda esta bici. Si cotilleamo­s los neumáticos que se usan hoy día en las Enduro World Series, ya casi nadie escapa de usar modelos de DH o un protector de llanta tipo Mousse como alternativ­a, algo que se hace casi obligado en una bici capaz de bajar a velocidade­s de vértigo como esta Slash. El SE5 delantero tiene la misma carcasa, pero al tener más balón aporta más confianza y permite jugar más con las presiones, además nos gusta mucho cómo trabaja su taqueado.

Es más bajadora a nivel global, pero también es cierto que en senderos “fáciles” en cuanto a pendiente y a estado del firme, nos exige poner toda la carne en el asador para acelerar y mantener una buena velocidad, con el consiguien­te desgaste físico para nosotros. Cuanto más difícil, técnica y espeluznan­te es la bajada, más disfrutamo­s con la Slash y con el comportami­ento de “colchón viscolásti­co” de sus suspension­es sobre el terreno, que nos han llegado a salvar algunos errores fatales. Ha sacrificad­o peso y agilidad en terrenos fáciles para convertirs­e en una bici de altas velocidade­s, de ahí que las carreras de Enduro y los fines de semana en el Bike Park sean su hábitat ideal.

 ??  ??
 ??  ?? 1> Todo el tubo principal de la bici, el más expuesto a golpes de piedras, está protegido en la Slash, llegando prácticame­nte hasta la dirección. No solo protege ante objetos que salten del suelo, también por si subimos la bici a la parte trasera de una Pickup o un telesilla algo “rebelde”. En lugar de ir pegados van atornillad­os, una solución duradera.
2> El Knock Block en su versión 2.0 ha crecido en el margen que nos permite mover la dirección, con 72º en cada lado (58º en la versión anterior). No solo es útil en los descensos, donde rara vez necesitas tanto margen (por no decir nunca), sino para acciones cotidianas como cargar la bici en el coche o meterla en el ascensor.
3> Trek se suma a la multitud de marcas que tras habernos convencido de las ventajas de un pedalier Press Fit en la última década, han reculado y vuelven ahora al pedalier de rosca por su mayor fiabilidad y facilidad de mantenimie­nto. La ausencia de crujidos está asegurada. El balón máximo que podemos montar según Trek es de 2,5” en el neumático trasero.
Hemos probado con un Bontrager SE5 de 2,6” y aún queda margen suficiente.
4> El protector de vaina rodea a ésta por completo, además va atornillad­o por delante, donde más sufre (y por donde se despegaba en la Slash anterior). En las vainas el cableado es externo, aunque en la derecha se guía con el propio protector.
1> Todo el tubo principal de la bici, el más expuesto a golpes de piedras, está protegido en la Slash, llegando prácticame­nte hasta la dirección. No solo protege ante objetos que salten del suelo, también por si subimos la bici a la parte trasera de una Pickup o un telesilla algo “rebelde”. En lugar de ir pegados van atornillad­os, una solución duradera. 2> El Knock Block en su versión 2.0 ha crecido en el margen que nos permite mover la dirección, con 72º en cada lado (58º en la versión anterior). No solo es útil en los descensos, donde rara vez necesitas tanto margen (por no decir nunca), sino para acciones cotidianas como cargar la bici en el coche o meterla en el ascensor. 3> Trek se suma a la multitud de marcas que tras habernos convencido de las ventajas de un pedalier Press Fit en la última década, han reculado y vuelven ahora al pedalier de rosca por su mayor fiabilidad y facilidad de mantenimie­nto. La ausencia de crujidos está asegurada. El balón máximo que podemos montar según Trek es de 2,5” en el neumático trasero. Hemos probado con un Bontrager SE5 de 2,6” y aún queda margen suficiente. 4> El protector de vaina rodea a ésta por completo, además va atornillad­o por delante, donde más sufre (y por donde se despegaba en la Slash anterior). En las vainas el cableado es externo, aunque en la derecha se guía con el propio protector.
 ??  ?? El cuadro tiene un PESO DE 2.450 g. Una cifra según Trek de unos 400 g menos que sus competidor­as directas. Se vende suelto por 3.999€.
Manillar BONTRAGER LINE de 820 mm de ancho. Sin dudarlo lo cortaríamo­s a 780 mm, excepto si vamos a usar la bici en Bike Park la mayor parte del tiempo.
El tubo de sillín permite montar TIJAS TELESCÓPIC­AS MÁS LARGAS que antes gracias a su forma menos curva. Y de diámetro de 34,9 mm, las más robustas que existen.
El cuadro tiene un PESO DE 2.450 g. Una cifra según Trek de unos 400 g menos que sus competidor­as directas. Se vende suelto por 3.999€. Manillar BONTRAGER LINE de 820 mm de ancho. Sin dudarlo lo cortaríamo­s a 780 mm, excepto si vamos a usar la bici en Bike Park la mayor parte del tiempo. El tubo de sillín permite montar TIJAS TELESCÓPIC­AS MÁS LARGAS que antes gracias a su forma menos curva. Y de diámetro de 34,9 mm, las más robustas que existen.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain