Bike

BIKE CLASSICS:

EN1987, CUANDO LA INMENSA MAYORÍA DE LOS FABRICANTE­S DE BICICLETAS RECURRÍAN AL ACERO PARA SUS CUADROS, UN VISIONARIO LLAMADO JOE MONTGOMERY YA PRODUCÍA BICIS DE MONTAÑA EN ALUMINIO. ESTA ES UNA DE ELLAS, UNA SM500 DEL AÑO 1987.

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por ponernos en situación, en 1987 las marcas europeas como Peugeot o MBK vendían sus primera mountain bikes en nuestro país, y los fabricante­s nacionales daban sus primeros pasos en las bicis de montaña. La historia de esta Cannondale tiene acento británico, ya que desde allí llegó a Barcelona con su propietari­o original, quien decidió venderla en un estado de conservaci­ón notable. No es lo normal que comencemos hablando de una bici clásica por su protector de radios, pero siempre hay excepcione­s: “Es impresiona­nte -nos dice Ignacio, su propietari­o- el estado en el que se encuentra una pieza de plástico que tiene más de 30 años. Ni siquiera ha perdido su color con el sol, y hablamos de una parte de la bici a la que normalment­e se le presta poca atención y en la que podríamos pensar que cualquier calidad vale. Incluso, tiene grabado el nombre de Cannondale en relieve, lo que da una muestra de la atención al detalle”. Cuando la marca americana comenzó su andadura, lo hizo produciend­o materiales de acampada, bolsas y otros productos antes de saltar al mercado de las bicicletas. Creada en 1970 como marca, no fue hasta 1983 cuando comenzó la fabrica

SU DUEÑO

IGNACIO GIMÉNEZ>

Su puesto como responsabl­e de Marketing en Cannondale para España y Portugal va aparejado a una afición a la bici desde casi siempre. A sus 39 años, este gran viajero, combina su trabajo en el sector con sus grandes aficiones como el padel surf o el trekking.

“DARLE UNA NUEVA VIDA A UNA BICI ES UNA ENORME SATISFACCI­ÓN” IGNACIO GIMÉNEZ

ción de bicicletas, que pronto ganaría un espacio en el mercado por sus tecnología­s diferencia­doras: “Cannondale fue la marca precursora en utilizar tubos sobredimen­sionados u oversize, así como la fabricació­n en aluminio soldado. Ya en esta bici se puede ver cómo se pulían las zonas de unión para que el resultado final fuera lo más limpio posible, sin gruesos cordones de soldadura”. La vinculació­n de Cannondale con el aluminio y con la multinacio­nal americana Alcoa fue una relación que se mantuvo durante todos los años en los que la marca mantuvo su producción en suelo norteameri­cano, hasta que finalmente sucumbiero­n a la producción asiática como el resto: “Llaman la atención algunos detalles como la presencia de un número de patente presente en el tirante derecho, cuando aparenteme­nte es una sencilla bici de montaña. También en la parte de la dirección un pequeño apéndice que podría ser utilizado para sujetar el cuadro durante el proceso de pintura”. Más allá de los cuidadosos detalles del cuadro, el montaje merece una atención especial: “La presencia de fabricante­s japoneses como SunTour, Sugino, SR, Araya, Nitto, Shimano, Dia Compe o Tioga, no dejan espacio para marcas de otras procedenci­as, y es una demostraci­ón de cómo las marcas orientales empezaban a estar presentes en el mundo de la bicicleta”. Llaman la atención poderosame­nte los frenos, unos roller cam de Suntour, diseñados por Richard Cunningham, fundador de Mantis Cycles: “Con estos frenos se buscaba aumentar la potencia respecto a unos frenos cantilever normales, con una especie de cuña que se desplazaba a través de dos poleas logrando una mayor potencia” nos comenta Ignacio. Con tres platos y seis piñones traseros, llama la atención la sencillez del dentado de las coronas traseras, sin ningún tipo de tallado en los dientes para mejorar el paso de la cadena de un piñón a otro, y la gran anchura de la cadena. “También las manetas de freno son dignas de mención -continúa Ignacio-, son unas Dia Compe, una marca igualmente de origen japonés, y su palanca es enorme, ocupando todo el espacio del puño”. Para Ignacio, aunque su trabajo esté vinculado a Cannondale desde 2006, hay una parte de aficionado a las clásicas que prevalece sobre la vinculació­n con la marca: “Darle una nueva vida a una bici que podría quedar aparcada o arrinconad­a para siempre es motivador. Y Cannondale es una de esas marcas que tiene una historia propia que ha aportado al deporte una serie de innovacion­es que merecen la pena ser recordadas, por eso siempre que pueda de una manera razonable, intentaré contar con más bicis especiales de la marca”. Esta SM500 creemos que no se llegó a comerciali­zar en España, lo que la hace aún más especial. Sorprende su enorme pipa de dirección, gigante, en la que aparece el logo original de Cannondale, en el que se incluía la imagen de la estación de tren de donde procede el nombre de esta marca, como nos comenta su propietari­o: “Hay una historia curiosa sobre la procedenci­a del nombre, y no es otra que mientras su fundador estaba hablando con la oficina de registro de marcas por teléfono desde una cabina, necesitaba dar el nombre de la empresa para que fuera registrada. Y desde el lugar donde se encontraba se veía la estación de tren de Cannondale, y ese fue el origen de una marca que a día de hoy es reconocida mundialmen­te”. Treinta y tres años después, resulta paradójico encontrar una bici tan sencilla con tanta historia, una mezcla de la industria que en aquel momento era la de mayor crecimient­o, la americana de la bicicleta, mezclada con una enorme presencia de periférico­s de origen oriental, que ya se perfilaban como los grandes protagonis­tas de las siguientes décadas.

EN 1987 CANNONDALE YA TRABAJABA EL ALUMINIO DE MANERA HABITUAL EN SUS CUADROS

Los frenos SunTour XCPower con diseño de Richard Cunningham son uno de los puntos diferencia­dores de esta Cannondale SM500 de 1987.

Enorme pipa de dirección, por supuesto de 1” de diámetro, sobre la que se monta una potencia y manillar de la firma japonesa Nitto, de doble altura.

El cambio delantero para desplazar la cadena por los tres platos es de la firma japonesa SunTour, mientras que bielas y platos son Sugino, también del país del sol naciente.

Ese achatamien­to que se aprecia en la vaina derecha se realizaba para poder permitir el paso de las bielas, ya que el diámetro de los tubos de aluminio era mayor que los habituales de acero. Fue una seña de identidad de Cannondale durante muchos años.

Manetas de freno DiaCompe, una marca con un gran prestigio en el BMX, y que durante un tiempo nos deleitaba con sus productos también en el MTB. Los mandos son unos Shimano Deore, al igual que el cambio trasero.

La horquilla de acero, era la única parte de la bici que no se fabricaba en aluminio. Apenas tres años después Cannondale sacaría al mercado sus horquillas de aluminio Pepperoni.

Las soldaduras pulidas y el detalle en la pintura eran rasgos diferencia­dores de Cannondale,

que las hacían únicas.

Seis piñones sin ningún tipo de tallado en sus dientes y un protector de radios que merece la pena que nos paremos en él. treinta y tres años después permanece impoluto.

Sin cierre rápido en la rueda trasera, algo que era relativame­nte habitual en bicis de gama media en los ´80. En las punteras traseras se pueden apreciar las roscas para montar portabulto­s.

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