Bike

EL CUADRO SE HA DISEÑADO PARA SER MONTADO CON SUSPENSION­ES DE 120 MM, LA VERSIÓN LT PARA DOWN COUNTRY

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bo de sillín también se ha verticaliz­ado algo más de 2º, de 73,5 a 75,8º, “lanzándono­s” a una posición de pilotaje más enérgica. En las versiones LT de 120 mm de recorrido, los ángulos quedan 1º más abiertos. Curiosamen­te las vainas son 5 mm más largas, contra la tendencia habitual de hacerlas cada día más cortas.

MEJORANDO LO MEJOR

Si la versión precedente de la Lynx Race destacaba por ser una bici muy equilibrad­a en cuanto a prestacion­es, y que siempre nos ha parecido una de las mejores en cuanto a funcionami­ento de suspensión trasera y por su comportami­ento bajador, la nueva

da un paso más en todos estos aspectos. De entrada, la posición sobre ella es más agresiva que antes, gracias a la dirección más corta y el tubo de sillín que se nota marcadamen­te más vertical y que sobre la marcha pide a gritos que subamos el pulso con alegría a cada momento. Incluso con una potencia tan corta de 60 mm la posición escaladora es suficiente­mente buena y dan ganas de arrancarse un sprint en cada repecho, aunque para muchos amantes del XC más tradiciona­l puede llegar a chocar un poco con lo habitual en una bici de este tipo, por esas sensacione­s menos “sacrificad­as” y menos apoyados sobre el eje delantero. La posición por tanto es más de bici de XC eficiente pero cómoda, sobre todo teniendo en cuenta el manillar tan ancho que monta (760 mm). Desde luego, el control que tenemos en la dirección es muy bueno, algo que se nota bajando buscando los límites, donde la bici es fácil de llevar. Aquí se gana nuevamente un hueco entre las dobles de XC que mejor bajan, sin llegar a ser una bici centrada únicamente en este aspecto, y parte de este mérito además de la geometría es de otros dos factores: del comportami­ento de la suspensión trasera y de la rigidez del nuevo basculante, que pese haber crecido unos milímetros respecto al anterior, no muestra signos de debilidad especialme­nte en las vainas. El modelo Lynx Race Evo 9.5 probado monta neumáticos de 2,4” de balón, y lo que podría parecer excesivo para muchos bikers, a nosotros nos ha parecido excelente y una tendencia a continuar, siempre y cuando el ancho interno de las llantas acompañe, y en este caso con 30 mm lo

TIENE UN HUECO GANADO ENTRE LAS DOBLES DE XC QUE MEJOR FUNCIONAN CUESTA ABAJO

hace a la perfección. A cambio de un poco más de peso, los Maxxis Rekon Race delantero y el Aspen Race Trasero con esta medida han mostrado tener un compromiso muy bueno entre agarre, tracción y comodidad, y eso que el Aspen tiene un rango de usos muy limitado a superficie­s fáciles y compactas. A nivel de montaje no hay pegas que ponerle a una bici que viene montada al completo con Shimano XTR, las mencionada­s ruedas BH EVO Carbon con la llanta de este material o las suspension­es Fox “pata negra”. El sillín Prologo Scrath es una opción muy acertada porque suele ser del agrado de la mayoría (como es nuestro caso), y como detalle que llama la atención, el cuadro monta de serie el cierre de sillín Bike Yoke ultraliger­o (8 g). En nuestra báscula. El peso de la bici en talla M y sin pedales (y con las ruedas sin tubelizar) ha sido de 10,430 kg (sin el FIT). Su precio como no, está al nivel del montaje, y una de las pegas que podemos encontrar en la Lynx Race es que el precio de acceso es algo elevado, superando los 4.000€ en el montaje más básico.

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