»¿TUBELESS O CON CÁMARAS?
Durante dos décadas, nuestra vieja amiga “la cámara” fue indispensable en el MTB. Los intentos con sistemas Tubeless (Mavic “UST”) fracasaron: demasiado pesados, poco utilizados, demasiado costosos. Pero luego llegó el líquido sellante: fluídos con capacidad de sellar sin cámara, de color blanquecino, en su mayoría a base de látex, que se vierten dentro del neumático y recubren y pegan todo el interior. Todo lo que necesitas son neumáticos compatibles (casi todos hoy en día), una válvula especial y fondo de llanta Tubeless, que casi todos los fabricantes los colocan en sus bicis.
Las ventajas del líquido sellante son múltiples: pesa menos que una cámara y hace que el neumático ruede más fácilmente porque no hay fricción entre la cámara y neumático. Además, los pinchazos por pellizco son cosa del pasado, lo que permite una presión de aire ligeramente menor y, por lo tanto, un mayor agarre y un mejor comportamiento de rodadura. El líquido incluso sella agujeros de hasta 6 mm como por arte de magia.
Pero sin cámara también tiene desventajas: la instalación inicial puede ser compleja o un desastre. En comparación con las cámaras, es necesario revisar la presión con más frecuencia. El líquido también debe revisarse cada seis meses, porque se seca. Y el neumático puede destalonar, aunque esto raramente sucede con neumáticos y llantas actuales.