MEDIR& REGISTRAR
PODER MEDIR Y REGISTRAR EL PULSO Y LOS VATIOS DESARROLLADOS AL PEDALEAR HA SIDO EL MOTOR DE LA REVOLUCIÓN EN LA PREPARACIÓN FÍSICA DEL CICLISMO DE COMPETICIÓN DE LAS ÚLTIMAS DOS DÉCADAS. VEAMOS LAS DIFERENCIAS ENTRE AMBOS DISPOSITIVOS Y POR QUÉ SON COMPLE
PPRIMERO LLEGÓ EL PULSÓMETRO, ALLÁ POR LOS AÑOS 80 Y DE LA MANO DE LOS FINLANDESES DE LA MARCA POLAR. DOS DÉCADAS DESPUÉS FUERON LOS ALEMANES DE SRM LOS QUE LLEVARÍAN LOS POTENCIÓMETROS A LAS BICICLETAS DE COMPETICIÓN. Pronto se extenderían entre todo tipo de ciclistas. Hoy en día es complicado encontrar uno con una mínima preocupación por su rendimiento que no tenga y use ambos dispositivos. Aunque en el caso del pulsómetro los 20 años de adelanto y la mayor sencillez y mejor precio del dispositivo suponen que incluso los ciclistas sin especial interés en su rendimiento también lo usen.
La llegada de los potenciómetros en la década de los 2000 generó cierto debate. Era más bien una polémica típica de “parada de café” entre algunos ciclistas. La controversia sobre si el potenciómetro podía reemplazar al pulsómetro o no. Había quien entendía que el tener una medición real y directa de la intensidad de ejercicio como la potencia, que era determinante en el resultado de la competición, hacía innecesario el uso de otra medición de la intensidad, como el pulso, que en el fondo no servía para anticipar o justificar el resultado deportivo. No por llevar el pulso más alto se ganan más carreras. Por supuesto nunca fue un debate real, no había debate. Para empezar porque no era necesario elegir uno u otro. En un momento donde ya todo el mundo usaba el pulsómetro, la única duda era si gastarse el dinero en tener, además, un potenciómetro. No en “tener que vender” uno para poder comprar el otro, ni en tener que “desinstalar” uno para instalar el otro. Y para terminar, porque cada uno de esos dispositivos nos informaba sobre dos cosas diferentes. Y es aquí donde queremos extendernos más en este artículo.
CARGA INTERNA VS CARGA EXTERNA
Si el lector ya está familiarizado con otros artículos, más o menos sesudos, sobre entrenamiento, seguramente ya sepa la diferencia entre estos dos conceptos. Pero por si no es el caso o a pesar de haber leído algo al respecto sigue con dudas, hagamos un recordatorio.
El entrenamiento se basa en la aplicación de cargas de entrenamiento que estimulen la adaptación del cuerpo. Lo sometemos a esfuerzos (cargas) que lo fatigan y en respuesta a esa fatiga el cuerpo se defiende de futuros esfuerzos similares reforzando las estructuras y las funciones implicadas. Esas cargas se componen básicamente de dos elementos; el volumen y la intensidad. El volumen es el tiempo de aplicación de la carga y la intensidad sería el esfuerzo que nos supone en cada momento.
Pues bien, a la hora de valorar esas cargas podemos hacerlo desde dentro o desde fuera. El tiempo siempre va a ser el mismo, el volumen de la carga es siempre el mismo, sea interna o externa. Pero la valoración de la intensidad será diferente en función de si es interna o externa. Veamos por qué.
NO POR LLEVAR EL PULSO MÁS ALTO SE GANAN MÁS CARRERAS