VO2 MAX» EL EJERCICIO FÍSICO COMO MEDICINA

No estamos descubriendo nada nuevo si decimos que el ejercicio físico es beneficioso para la salud, ya que es un hecho más que contrastado. Ahora bien, ¿cualquier tipo de ejercicio es bueno? ¿El mountain bike también con todo lo que conlleva? Nos referimos a salir con mucho frío o calor, a hacer etapas muy largas, poner el corazón a mil por hora o estar muchas horas sentados sobre el sillín.

En comparación con llevar una vida sedentaria, podemos afirmar que cualquier tipo de actividad física es mucho mejor que no hacer nada. El sedentarismo se puede asociar con muchas enfermedades en la actualidad: problemas cardiovascualares, metabólicos (diabetes y obesidad), articulares e incluso mentales. Por lo tanto, el mountain bike por supuesto que entra dentro de las actividades físicas recomendables para llevar una vida activa y por lo tanto más sana. En concreto, practicar mountain bike con cierta frecuencia nos reportará los siguientes beneficios: Mejorará nuestra resistencia física para el día a día, lo cual se traduce en que estaremos menos cansados a la hora de hacer frente al trabajo, el cuidado de nuestros hijos y demás obligaciones cotidianas. >Mejoramos nuestra fuerza y tono muscular, lo cual será beneficioso para cualquier actividad que llevemos a cabo. Una musculatura desarrollada aumenta el metabolismo basal y por lo tanto es más difícil engordar. >Se incrementa o se mantiene la densidad ósea, es decir, nuestros huesos serán más fuertes en el futuro, reduciendo probabilidades de sufrir osteoporosis cuando vayamos envejeciendo.

>Es un método muy efectivo para mantener nuestro peso corporal, ya que incrementamos el consumo calórico cada vez que salimos a entrenar.

>Regula los valores de presión arterial, es decir, reduce los riesgos de sufrir hipertensión. >Mejora la actividad de la insulina, y por lo tanto, se reduce el riesgo de sufrir diabetes. >A nivel psicológico hacer mountain bike reduce los niveles de ansiedad, mejora la autoestima y reduce los niveles de estrés. Como ya sabías o intuías, salir en bici tiene una gran cantidad de beneficios. Ahora bien, la práctica de nuestro deporte podría tener efectos nocivos para nuestra salud si no tenemos en cuenta las siguientes consideraciones: >Posición sobre la bici. Si nuestra bici no está correctamente ajustada podríamos lesionarnos si estamos muchas horas pedaleando en una posición incorrecta. Por este motivo existen los biomecánicos del ciclismo: técnicos especializados en ajustar la bici para evitar lesiones, ir más cómodos y disfrutar más de la bici durante largas rutas. >Prueba de esfuerzo. Es recomendable hacerse una prueba de esfuerzo al menos una vez en la vida para descartar cualquier anomalía cardiaca que resultase incompatible con una actividad física intensa como es el mountain bike. Aunque estas patologías son muy poco frecuentes, también debemos señalar que muchas de ellas no se detectan

ni con las mejores pruebas de esfuerzo.

>Nutrición adecuada. Cuando hacemos una ruta ciclista que implique unas cuantas horas de pedaleo intenso es necesario seguir una dieta rica en hidratos de carbono para compensar el gran gasto de glucosa que los músculos están realizando. Aunque no es muy grave, podríamos sufrir una hipoglucemia (la típica pájara) si no ingerimos algún tipo de hidrato de carbono durante nuestras rutas.

>Temperaturas extremas. En situaciones de mucho frío las extremidades (dedos de pies y manos) tienden a enfriarse de forma especial y es necesario prestarles una especial atención, ya que existe cierto riesgo de congelación si hacemos rutas muy largas. Además, en zonas de montaña se debe tener en cuenta que las temperaturas pueden cambiar muy rápidamente y hay que ir prevenido.

>Hidratación. En situaciones de mucho calor y humedad donde la sudoración es muy elevada es necesario prestar atención a la ingesta de agua acompañada de sales minerales (básicamente sodio) para evitar dos cosas. Por un lado la deshidratación. Y por otro la hiponatremia, que consiste en beber mucha agua sin sales minerales generando una situación que puede ser peligrosa para la salud.