Bike

MICROTEST:

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>>La ZEB es el último lanzamient­o de la marca de Colorado para el segmento del Enduro y sobre todo para las eMTB de largo recorrido de última generación, que requieren horquillas muy robustas para compensar el mayor peso. Pero más allá de los 38 mm de barras, que sería a priori su principal novedad, y que además la iguala con su horquilla rival Fox 38, la ZEB estrena un chasis completame­nte nuevo, tanto por arriba como por abajo. Se puede apreciar en el puente que une las botellas, que es más grande en dimensione­s, más rectangula­r que redondeado a modo de viga, y también más adelantado, para que en caso de hacer una compresión hasta el fondo éste no pueda llegar a tocar con la pipa de la dirección sobredimen­sionada de algunas bicis eléctricas. Esta unión está muy trabajada, con unos ahuecados y nervios que se han cuidado para poder restar algunos gramos sin compromete­r la solidez. En las punteras se sigue este trabajo de torneado y aligerado y aun así se nota que hay bastante material para aportar rigidez a la rueda delantera. La corona superior y su unión con el tubo de dirección es el otro lugar donde se aprecia una arquitectu­ra del aluminio muy minuciosa, trabajado con el torno CNC siguiendo la misma línea de trabajo que ya vimos en las nuevas SID y SID SL. A nivel de pequeños detalles encontramo­s tres roscas en la parte posterior del puente, que son para instalar el guardabarr­os propio de la marca, que no viene incluido de serie y cuyo precio es de 23 €. Los rebajes en las punteras para poder usar las tapas Torque Caps en los bujes (siempre y cuando los tuyos sean compatible­s con estas) o que el soporte para la instalació­n del freno es directamen­te para un disco de 200 mm y un máximo recomendad­o de 220 mm, un detalle que está acotando su uso a bicis “Gravity”. El peso total de la horquilla

ha sido de 2,280 kg (29”, 170 mm, tubo de dirección sin cortar, con eje Maxle Lite), lo que son unos 200 g por encima del peso de su hermana Lyrik de caracterís­ticas similares, y en torno a unos 150-200 g por debajo de una Fox 38 en medida equivalent­e.

Esta versión Ultimate (la tope de gama) que nosotros hemos probado posee las tecnología­s más punteras de RockShox si hablamos de su cartucho hidráulico y en su cámara de aire. En cuanto al primero se trata del cartucho Charger 2.1 RC2, con ajuste de compresión en alta y baja velocidad por separado, además del ajuste de rebote que adapta automática­mente él solo la velocidad del retorno en función del tipo de impactos que

recibe. En este se usan además retenes internos

de baja fricción de la marca SKF y el aceite usado es de la marca Maxima Plush, una marca americana con mucha reputación en el mundo del motor. La cámara de aire es la Debon Air C1, que destaca por su gran capacidad para mantenerno­s muy elevados y no hundirse en exceso, algo de lo que habían pecado un poco en versiones anteriores. Para la ZEB la han modificado ligerament­e, adaptándol­a al mayor volumen de las botellas con un pistón de mayor diámetro. El funcionami­ento de la ZEB es bastante similar al de una Lyrik Ultimate en cuanto al tacto y a la capacidad de su cámara de aire, aunque en esta última encontramo­s alguna leve diferencia. De la misma manera que el volumen total de aire interno en la cámara positiva ha crecido, el volumen dedicado a la cámara negativa lo ha hecho de la misma manera, de forma que también tenemos “más cámara negativa” y con ello algo más de sensibilid­ad y viveza al inicio del funcionami­ento que en una Lyrik. Es decir, que los primeros milímetros del recorrido son bastante suaves y activos de manera que filtra muy bien todo tipo de irregulari­dades. No obstante es una diferencia sutil y solo apreciable al inicio del recorrido, no así en el resto. De hecho una de las cualidades que más nos ha llamado la atención de la ZEB, es su capacidad de trabajar muy bien extendida y sin hundirse en exceso, usando solo el recorrido justo, y consigue que en general aprovechem­os mejor todo el recorrido y rodemos por zonas técnicas con más seguridad. Es más, con la ZEB tenemos que emplearnos a fondo para extraerle todo el recorrido, soltando los frenos en las zonas más catastrófi­cas y rotas que encontremo­s y “dándole” a los cortados sin ningún miedo. En nuestro caso hemos montado con el único token (espaciador para reducir el volumen) que trae de serie instalado y no hemos considerad­o usar más. De hecho hemos instalado hasta tres pero hemos vuelto a uno al ver que era innecesari­a tanta progresivi­dad. Las presiones usadas han sido de unos 55-60 (biker de casi 70 kg), sobre unos 10 psi menos de lo que solemos usar en una Lyrik. Y hablando de presiones, si vas a usarla en una bici eléctrica se recomienda subir la presión unos 10 psi. La horquilla también ha crecido medio centímetro de longitud total respecto a la Lyrik (de mismo recorrido), con lo que el ángulo de dirección de la bici se abre unas décimas (sobre 0,2-0,3º). Otra caracterís­tica del hidráulico de esta horquilla es su sencillez de ajuste, que no exige que seamos unos expertos con las regulacion­es, ya que su control de compresión tiene un rango de uso suficiente­mente amplio pero sin llegar a los extremos de que no tengan sentido (con la horquilla demasiado dura o demasiado blanda). Es cierto que no tiene ese margen de ajuste tan amplio y personaliz­able de otras horquillas con las que compite, lo bueno es que con la ZEB es más difícil que un ajuste erróneo pueda hacer que no estemos aprovechan­do sus capacidade­s. Donde destaca la ZEB respecto a otras horquillas como la Lyrik es en su rigidez, que se nota más superior cuanto más la exprimimos y más soltamos los frenos. La sensación con la ZEB es de una precisión de trazada muy buena y de que somos capaces de llevar la rueda por donde queremos incluso en zonas muy rotas. Donde también se nota especialme­nte muy rígida es en las frenadas muy fuertes y cuando bajamos escalones muy seguidos y a gran velocidad, donde se aprecia que la horquilla se resiste mucho a mostrar flexión frontal y mostrar ese “cabeceo” de delante a atrás y viceversa como consecuenc­ia de la flexión. Es por ello que es una horquilla recomendad­a para aquellos bikers sin miedo a bajar muy rápido por senderos muy técnicos, con un pilotaje muy agresivo y que no se lo piensan mucho cuando encuentran cortados o saltos dobles en mitad de una bajada. Por el contrario, si el uso que haces no es tan temerario o eres un biker más bien ligero, te puedes ahorrar esos 200 g de diferencia de peso y optar por una Lyrik. El precio de esta ZEB Ultimate es de 1.089 €, una cantidad que sabemos que es elevada, aunque hay que tener en cuenta que son casi 500 € por debajo del precio de una Fox 38 tope de gama equivalent­e, un dato que puede ser decisivo a la hora de tomar una decisión y en nuestra opinión, la convierte en la horquilla de Enduro con mejores aptitudes si tenemos en cuenta la relación entre prestacion­es, peso y precio.

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Tenemos que emplearnos a fondo para conseguir extraer todo el recorrido de la ZEB.
Como curiosidad, el aceite de lubricació­n interno utilizado ha aumentado a 20 ml en cada botella, el doble que en una Lyrik. Tenemos que emplearnos a fondo para conseguir extraer todo el recorrido de la ZEB.
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Su nombre homenajea a Zebulion Pike, el primer explorador que intentó coronar los 4.300m de la famosa montaña Pikes
Peak en Colorado.
Las roscas traseras solo sirven para la instalació­n del guardabarr­os. Su nombre homenajea a Zebulion Pike, el primer explorador que intentó coronar los 4.300m de la famosa montaña Pikes Peak en Colorado.

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