#NADAESCASUALIDAD
El rutilante éxito de la selección suiza en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio ha puesto de manifiesto una de esas frases que todos deberiamos tener siempre bien presente... nada ocurre por casualidad.
Y es que llevarse 4 de las 6 medallas en juego en las carreras de Mountain Bike del programa Olímpico es todo un hito histórico sin precedentes en nuestro deporte. Un éxito que no es fruto de la casualidad. Pero tampoco es atribuíble a otras coincidencias como que Suiza tiene un entorno perfecto para la práctica de la bicicleta de montaña o que es una selección con recursos económicos. De ser sólo por eso, otros países tendrían también opciones similares para conseguir esos logros. Ninguna de las medallas conseguidas por Mathias Flückiger, Jolanda Neff, Sina Frei y Linda Indergand hubieran sido posibles sin un aspecto que va mucho más allá de estas circunstancias. Un aspecto que a la postre, siempre acaba siendo clave. Nos referimos simple y llanamente al trabajo bien hecho. Al desempeño de todo un equipo, no sólo los corredores, que piensa a largo plazo, que tienen en cuenta todos los factores que influyen en el rendimiento deportivo y los abordan de manera multidisciplinar. Una labor que comienza desde la base para, efectivamente, detectar y apoyar a los futuros Nino Schurter o Jolanda Neff y que en unos años traerán títulos y medallas.
La gesta de los suizos ha marcado el camino que ahora otros tratarán de seguir. Mientras tanto, nos queda el consuelo de que en esta historia llena de excelencia y visión de futuro, hay una cierta aportación española. Esta es la de Óscar Saiz, uno de los integrantes de aquella generación de oro de descenders españoles de finales de los noventa e inicios de 2000. Óscar lleva ya años trabajando para la federación suiza como coach de técnica. Aportando sus conocimientos para que corredoras, no sólo de Mountain Bike por cierto, tengan más y mejores recursos técnicos sobre la bici. Algo fundamental en el XCO de la actualidad, donde hemos asistido a un aumento de la dificultad técnica en los circuitos. El de Sabadell acumula incontables horas en concentraciones de invierno en España, muchos viajes y reuniones en el país alpino, infinidad de sesiones con las corredoras suizas en bikeparks... Toda una labor, la suya, que toma especial relevancia cuando, por ejemplo, hay que competir en un circuito tan complicado técnicamente como el de Tokio y donde, qué casualidad, los suizos lo hacen tan bien... aunque pensándolo bien... nada ocurre por casualidad…
“LAS 4 MEDALLAS DE SUIZA NO SON UNA SIMPLE CASUALIDAD”