»SANTA CRUZ NOMAD 2014
Quien tiene una Nomad tiene un tesoro
Hubo una temporada, entre los años 2014-2016 e incluso más allá, en que la mayoría de quienes hacemos Enduro hemos soñado con esta bici, todo un referente de esta disciplina. Quienes tenían la solvencia, no dudaban en hacerse con una de ellas, y seguro que alguno de los compañeros de tu grupeta la ha tenido. Incluso los llamativos colores que eligieron desde California para el resto del mundo, con las ruedas ENVE a juego, marcaron tendencia durante unos años –aunque también había una opción completamente negra mate que era preciosa-. Esta tercera generación de las Nomad, presentada en primavera de 2014, daba el paso a su primer cuadro de carbono en el que se dejaba atrás la característica forma “jorobada” y curvada del tubo superior y apostaba por uno completamente recto –que desde entonces pasaba a usarse de forma genérica en todas sus bicis-. Crecía en recorrido con nada menos que 165 mm traseros (y horquilla de 160 mm de serie) y lo más importante: por fin con ruedas de 27,5”, que eran la tendencia en ese momento. Y justo hasta hoy sigue manteniéndose fiel a este diámetro de rueda, a no ser que la próxima generación dé el salto al Mullet (29/27,5”), un concepto que Santa Cruz es una de las marcas que más mueven. De hecho, la Nomad ha perdido algo de protagonismo precisamente por la democratización de las 29” en el Enduro, donde la llegada de sus hermanas, primero la Hightower LT desde 2016 a 2019 y con 150 mm de recorrido, y más tarde en 2019 la Megatower de 160 mm, ha obligado a la Nomad a compartir escenario.
Y por último estaba su geometría, bastante atrevida entonces y de las más enfocadas al descenso: 65º en la dirección y casi 1.200 mm de longitud entre ejes con vainas de solo 433 mm. Cifras que hoy no asustan a nadie – su Reach era de 415 mm en talla M, 35 mm menos que en la versión vigente- pero que en 2014 nos daban a entender a todos que el futuro, hoy presente, del Enduro de carreras era el de bicis obsesionadas con el descenso y diseñadas con el objetivo principal de rendir en las bajadas más complicadas a toda velocidad, tal y como vemos hoy día en las carreras internacionales.