¡QUÉ TRAGONA!
SUSPENSIÓN VANGUARDISTA
El punto de pivote principal elevado, ubicado en el tubo vertical, tiene una clara ventaja respecto al resto de posibles localizaciones: cuando comienza el movimiento de la rueda en compresión, el eje trasero se desplaza hacia atrás y hacia arriba, es decir, sigue una trayectoria coincidente con las fuerza que los baches ocasionan en el neumático. Es decir, absorbe en la misma línea en la que llega el impacto, y de esta forma la suspensión reacciona al instante y absorbe con más eficiencia. Esta trayectoria de rueda es habitual en las motos MX, por ejemplo. La contrapartida es que la longitud de vainas varía drásticamente a lo largo del recorrido, alargando y acortando la cadena, lo que induce un alto efecto backpedal o retroceso y endurecimiento de las bielas. Pero, a un gran problema, una gran solución, y aquí entra en juego el Guidler: colocado estratégicamente, intercede entre plato y casete para mantener la longitud de cadena y evitar el molesto efecto.
El basculante es del tipo 4-bar o 4-barras, con articulación tipo Horst Link en las vainas, delante del eje. El 4-bar es más eficiente, y permite a los ingenieros (en este caso Luis Arraiz) controlar las fuerzas de frenada, aceleración, y compresión del amortiguador, variando la posición de los puntos de giro.
Según los datos de cinemática aportados por GT, los valores antisquat (hundimiento de la suspensión bajo la aceleración del pedaleo) han mejorado respecto a la anterior Force, pasando en un desarrollo de subida (plato 32 x casete 50) del 79,2% al 99,7%, siendo el 100% el valor referencia de eficiencia de pedaleo.
El antirise (las fuezas que hacen que la suspensión se extienda o comprima en fuertes frenadas) los valores suben del 60% al 70%.
La carrera del amortiguador en la nueva Force Carbon es de 65mm (55 en la anterior) lo que permite rebajar el Leverage Ratio y hacerlo más constante para lograr una mayor habilidad para absorber impactos.