NO QUIERO VER LOS CABLES
Esta idea de pasar los cables por la dirección en realidad no es nada nueva, en carretera ya lo usan desde hace años, sobre todo desde la popularización de las bicis aero donde llevar los cables por fuera es sinónimo de pérdida de coeficiente aerodinámico, además de poco estético. Y tanto ha gustado que es prácticamente obligado en bicis de carretera escaladoras y ya ha empezado a extenderser entre las bicis de MTB (aquí los de la carretera “nos la han devuelto” por los frenos de disco). La Spark no es la primera pero sí ha logrado llamar mucho la atención gracias a sus potencias a juego con el sistema de cableado. Todo queda muy limpio y a nivel estético marca la diferencia. Y esto tiene algunos hándicap, el principal es que si queremos una integración máxima tendremos que cortar el tubo de dirección a ras de la potencia. Si en el futuro queremos llevarlo más alto bien porque empezamos a buscar más comodidad o bien porque la vamos a vender de segunda mano, pues no lo vamos a poder hacer a no ser que cambiemos la potencia y/o manillar o la horquilla en el caso más extremo, así que tenemos que tener muy clara la altura que buscamos. No tengas prisa a la hora de cortarlo. Y aunque podemos usar cualquier potencia, lógicamente la integración estética y de líneas solo se logra con potencias de Syncros, lo que nos limita a la hora de explorar alternativas o montar esa potencia superligera y de alta gama que llevábamos en nuestra bici anterior, si es que este fuera el caso. Hacer mantenimientos es un poco más difícil en estos sistemas: los cables tienden a descolocar el rodamiento superior cuando quitamos la potencia, y nos obliga a ser más “mañosos” para volver a montarlo.
Como curiosidad, en uno de los tornillos de la potencia que aprietan sobre el tubo de la horquilla se redondeó la cabeza con facilidad, utilizando siempre una dinamométrica de Syncros para su apriete. Los sustituimos por unos de acero con cabeza allen.