#MALDITA GUERRA
“QUÉ SERÁ DE SU FUTURO, DEL DE SU FAMILIA, DEL DE SUS COMPATRIOTAS”
Nunca pensamos que íbamos a vivir otra guerra en Europa, pero la vida sigue sorprendiéndonos.
Es natural que la historia, las cosas del pasado, las sintamos como algo que en un momento nos tocó vivir y que conseguimos superar. Así seguimos hacia delante. Así vamos mejorando como individuos y, eso pensamos, como especie. Pero parece que nos empeñamos en volver a tropezar con la misma piedra y así estamos en pleno siglo XXI con los tanques en las calles de Ucrania.
No nos engañemos, la guerra es una plaga que ha seguido acompañándonos todos estos años en conflictos consecutivos e inacabables por todo el Mundo, y lo que ahora ha pasado es que la invasión de las tropas de Putin a su país vecino y hermano nos lo ha puesto delante de la cara y ha tocado realidades con las que es más facil identificarse.
Es fácil identificarse con la desolación que se ha apoderado de Yana Belomoina, una de las nuestras, que ha visto como en pocos días su realidad cotidiana de entrenamientos, calendario e ilusiones de pretemporada han sido barridos por preocupaciones de una dimensión absolutamente distinta, la de no saber qué será de su futuro, el de su famila, el de sus compatriotas...
La desolación no hace más que crecer cuando el virus de la guerra nos enfrenta sin necesidad de empuñar ningún arma. En estos tiempos de blanco y negro son reveladoreslos comentarios que la corredora ucraniana, bronce en el Mundial de Vallnord y Campeona de Europa en 2017, ha tenido que leer en RRSS cuando ha pedido el fin de la agresión a su país y la toma de medidas de presión para conseguirlo, también en el deporte. Además de matar y destruír, la guerra produce ceguera, incomprensión, y destrucción de la convivencia. Cuando todo esto está en juego todo lo demás pasa a un segundo plano. Los deportistas rusos están padeciendo ahora la consecuencias de los desmanes del presidente de su país en foma de vetos a la participación en eventos internacionales, y cuando alguien le ha dicho a Yana que eso no es justo, que el deporte está fuera de la política y que los deportistas rusos no deberían verse afectados, la respuesta de Belomoina ha sido de lo más descarnada:
“Los deportistas ucranianos también estamos “fuera de la política”, pero ahora muchos de ellos están arriesgando sus vidas cada segundo, defendiendo a sus familias, a toda Ucrania. También tienen temporada, competiciones, planes, que ahora están siendo destrozados por la intervención rusa. Destruyendo vidas, ciudades, nuestros sueños”.