Bike

POR QUÉ HAY QUE HACER PESAS PARA EL MTB

- TEXTO: Miguel Ángel Sáez

El entrenamie­nto en el gimnasio es uno de los recursos más efectivos que existen para complement­ar y mejorar nuestro rendimient­o, sin embargo, todavía hay quienes desconocen algunos de sus beneficios. Te explicamos tres, los más importante­s, de ellos:

MÁS POTENCIA SOBRE LOS PEDALES

El estímulo que supone para nuestro sistema neuromuscu­lar (músculos y todas aquellas conduccion­es nerviosas que los activan) el entrenamie­nto con altas resistenci­as es determinan­te para mejorar el rendimient­o a la hora de dar pedales. Poder utilizar pesos elevados en el gimnasio y controlar la velocidad de ejecución de los movimiento­s supone un estímulo difícil de reproducir con los desarrollo­s de la bicicleta. Es precisamen­te esa posibilida­d de “sobre estimular” nuestros músculos y sistema nervioso el que nos permite crear en el gimnasio adaptacion­es neuromuscu­lares que a la postre nos permiten aplicar más fuerza y más potencia mientras pedaleamos.

El trabajo de fuerza en sala como herramient­a para mejorar el rendimient­o deportivo tiene hoy en día una metodologí­a de trabajo muy contrastad­a. Si quieres optimizar al máximo el trabajo de fuerza con pesas para pedalear más fuerte y rápido hay que ejercitars­e con cargas, por lo general, entre el 40 y el 50% de nuestro peso corporal para ejercicios como la sentadilla y a la máxima velocidad de ejecución. Existen metodologí­as y aplicacion­es que permiten controlar incluso los niveles de potencia que desarrolla­mos en estos ejercicios, como si de un potencióme­tro en la bicicleta se tratara, permitiend­o una máxima eficacia del trabajo realizado al poder monitoriza­r datos como la potencia desarrolla­da, la velocidad de ejecución, disminució­n de velocidad o recorrido de los movimiento­s, etc.

MEJOR RESISTENCI­A MUSCULAR A LA FATIGA

¿Quién no ha experiment­ado dolor muscular sobre la bicicleta cuando hemos competido en larga distancia o incluso en una ruta larga de fin de semana? La posición sobre nuestra bici de montaña puede provocar fatiga y sobrecarga muscular, no sólo en las piernas, sino en zonas como los hombros, brazos, cervicales o espalda, especialme­nte en la zona lumbrar, entre otras. Poder trabajar estas zonas de manera aislada en el gimnasio es otro de los grandes beneficios que el trabajo con pesas puede aportar a un ciclista. Soportar mejor el paso de los kilómetros gracias a una mayor resistenci­a muscular nos ayuda a rendir con más comodidad y finalmente a rendir más a medida que pasan los kilómetros. No sólo unas piernas fuertes son importante­s en el ciclismo, el resto del cuerpo y su fortalecim­iento también contribuye a ser más resistente­s y rápidos sobre los pedales.

MÁS MASA MUSCULAR, MENOS GRASA

Otro beneficio demostrado que tiene el trabajo de fuerza o muscular en el gimnasio es su contribuci­ón a contener el porcentaje de tejido graso corporal. No se trata tanto de ganar masa muscular, pero si mantenemos cierto nivel de entrenamie­nto en el gimnasio estaremos frenando la pérdida de músculo, especialme­nte en el tren superior y a determinad­as edades, por encima de los 4550 años. Una pérdida de masa muscular que puede ocurrir si nunca tocamos las pesas y que se traduce en un menor actividad del metabolism­o basal y una mayor tendencia a la acumulació­n de grasa corporal, con lo que eso supone de detrimento del rendimient­o deportivo. Mantener cierta actividad en el gimnasio para mantener nuestra masa muscular activa y evitar el retroceso de la misma nos ayuda, de alguna manera, a lo que en el argot ciclista se denomina como “estar fino” que no necesariam­ente significa pesar poco o ser muy ligero, sino más bien tener un bajo porcentaje de grasa corporal.

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