POR QUÉ HAY QUE HACER PESAS PARA EL MTB
El entrenamiento en el gimnasio es uno de los recursos más efectivos que existen para complementar y mejorar nuestro rendimiento, sin embargo, todavía hay quienes desconocen algunos de sus beneficios. Te explicamos tres, los más importantes, de ellos:
MÁS POTENCIA SOBRE LOS PEDALES
El estímulo que supone para nuestro sistema neuromuscular (músculos y todas aquellas conducciones nerviosas que los activan) el entrenamiento con altas resistencias es determinante para mejorar el rendimiento a la hora de dar pedales. Poder utilizar pesos elevados en el gimnasio y controlar la velocidad de ejecución de los movimientos supone un estímulo difícil de reproducir con los desarrollos de la bicicleta. Es precisamente esa posibilidad de “sobre estimular” nuestros músculos y sistema nervioso el que nos permite crear en el gimnasio adaptaciones neuromusculares que a la postre nos permiten aplicar más fuerza y más potencia mientras pedaleamos.
El trabajo de fuerza en sala como herramienta para mejorar el rendimiento deportivo tiene hoy en día una metodología de trabajo muy contrastada. Si quieres optimizar al máximo el trabajo de fuerza con pesas para pedalear más fuerte y rápido hay que ejercitarse con cargas, por lo general, entre el 40 y el 50% de nuestro peso corporal para ejercicios como la sentadilla y a la máxima velocidad de ejecución. Existen metodologías y aplicaciones que permiten controlar incluso los niveles de potencia que desarrollamos en estos ejercicios, como si de un potenciómetro en la bicicleta se tratara, permitiendo una máxima eficacia del trabajo realizado al poder monitorizar datos como la potencia desarrollada, la velocidad de ejecución, disminución de velocidad o recorrido de los movimientos, etc.
MEJOR RESISTENCIA MUSCULAR A LA FATIGA
¿Quién no ha experimentado dolor muscular sobre la bicicleta cuando hemos competido en larga distancia o incluso en una ruta larga de fin de semana? La posición sobre nuestra bici de montaña puede provocar fatiga y sobrecarga muscular, no sólo en las piernas, sino en zonas como los hombros, brazos, cervicales o espalda, especialmente en la zona lumbrar, entre otras. Poder trabajar estas zonas de manera aislada en el gimnasio es otro de los grandes beneficios que el trabajo con pesas puede aportar a un ciclista. Soportar mejor el paso de los kilómetros gracias a una mayor resistencia muscular nos ayuda a rendir con más comodidad y finalmente a rendir más a medida que pasan los kilómetros. No sólo unas piernas fuertes son importantes en el ciclismo, el resto del cuerpo y su fortalecimiento también contribuye a ser más resistentes y rápidos sobre los pedales.
MÁS MASA MUSCULAR, MENOS GRASA
Otro beneficio demostrado que tiene el trabajo de fuerza o muscular en el gimnasio es su contribución a contener el porcentaje de tejido graso corporal. No se trata tanto de ganar masa muscular, pero si mantenemos cierto nivel de entrenamiento en el gimnasio estaremos frenando la pérdida de músculo, especialmente en el tren superior y a determinadas edades, por encima de los 4550 años. Una pérdida de masa muscular que puede ocurrir si nunca tocamos las pesas y que se traduce en un menor actividad del metabolismo basal y una mayor tendencia a la acumulación de grasa corporal, con lo que eso supone de detrimento del rendimiento deportivo. Mantener cierta actividad en el gimnasio para mantener nuestra masa muscular activa y evitar el retroceso de la misma nos ayuda, de alguna manera, a lo que en el argot ciclista se denomina como “estar fino” que no necesariamente significa pesar poco o ser muy ligero, sino más bien tener un bajo porcentaje de grasa corporal.