El Economista - Buen Gobierno y RSC
Una cultura colectiva contra la ciberdelincuencia
Tal como ponía de manifiesto la Comisión Europea, es necesario proceder de una manera eficaz a la represión del delito en la era digital.Hoy por hoy, Internet se ha convertido en parte íntegra e indispensable de nuestra sociedad y nuestra economía. Así, en la actualidad una cifra ya superior al 80 por ciento de los jóvenes europeos se conectan entre sí y con el mundo a través de las redes sociales, y de más de 8 billones de dólares aproximadamente cambian de mano cada año en operaciones de comercio electrónico.
Pero, si cada vez una mayor parte de nuestra vida diaria y nuestras transacciones comerciales se desarrollan en línea, igual sucede con la actividad delictiva: más de un millón de personas de todo el mundo son víctimas diarias de la ciberdelincuencia.
Ello conduce a pensar sobre el alcance mundial y la rápida difusión de este tipo de actividades han causado que gobiernos de todo el mundo empiecen a implementar en sus legislaciones medidas para combatirlas y tratar de evitar y prevenir los efectos nocivos que puedan causar en sus ciudadanos.En este mismo sentido el Ministerio del Interior de España, en un Informe sobre Cibercriminalidad señalaba que
el empleo de términos como delincuencia informática, cibercriminalidad, delitos informáticos, lo que determina que ello se haya convertido en una constante en nuestra sociedad actual.Consecuentemente con ello, se afirmaba que el nacimiento y la rápida difusión de las redes informáticas, estaba propiciando que la cibercriminalidad fuera uno de los ámbitos delictivos con más rápido crecimiento.
Este crecimiento se achacaba a elementos como la rapidez, el anonimato, la comodidad y la amplitud de alcance que facilitan las nuevas tecnologías, que propicia que los delincuentes se aprovechen de las mismas para llevar a cabo sus actuaciones delictivas de la más variada índole, poniéndose especial énfasis tanto en las de carácter tradicional en las que se aprovechan los nuevos medios, como otras nuevas nacidas dentro de este ámbito puramente tecnológico.
No debe olvidarse que son muchos los medios que se implementan para combatir la delincuencia, pero que muchas veces son los mismos, o incluso son menores, que los que desarrollan los propios delincuentes para llevar a cabo sus acciones delictivas.Así, se ponía de manifiesto en el incremento del número de esta clase de delitos, materializados en los ataques contra sistemas informáticos, en el robo y