Industria
Pese a los síntomas de una probable crisis derivada de la guerra arancelaria, el Brexit y el conflicto en el Oriente Medio, esta industria exhibe los rendimientos y contribuciones con cifras incluso muy por encima que las del resto de los sectores del paí
El impulso de los bienes de equipo
En el transcurso de los últimos seis años el sector de bienes de equipo español ha mantenido, como ningún otro de la economía nacional, un sostenido crecimiento y alto rendimiento. Tan solo en 2018 su facturación creció en 6,6%, hasta los 61.614 millones de euros, tal como concluyó el gremio que agrupa a sus industrias, la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe), en su asamblea anual realizada en septiembre en Madrid.
A pesar de la inestabilidad económica internacional ocasionada por la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China, el Brexit y la crisis en el Golfo Pérsico, vaticina cerrar este año con un crecimiento cercano al 4%. Cuando los índices de otras ramas industriales reportan notorias debilidades que les genera la coyuntura externa e interna del país, el de bienes de equipo se mantiene erguido y con salud prolongada.
SECTOR CLAVE DE LA ECONOMÍA
Los bienes de equipo son activos productivos de la industria manufacturera y de proceso, y son parte fundamental de las instalaciones que suministran servicios básicos y esenciales, entre ellos agua, energía, transporte y comunicaciones. Por esta razón impactan determinantemente en la competitividad general de la economía de las naciones del mundo. Contribuyen necesariamente a las actividades relacionadas con sectores como el de la construcción, la alimentación, la agricultura y minería, entre otros no menos importantes.
Con los bienes de consumo se fabrican y elaboran automóviles, electrodomésticos, productos petroquímicos, químicos y farmacéuticos; siderúrgicos, materiales de construcción o productos para la industria alimentaria, entre otros definitivamente necesarios.
Estos activos, bien en manos privadas o públicas, son clave en la economía de los países y contribuyen determinantemente no solo en la producción, sino en el comercio tanto interno como internacional, e incluso en el empleo. En su conjunto son, además, excelentes indicadores de los niveles de desarrollo tecnológico, económico y social de una nación.
CRECIMIENTO Y EMPLEO
Este sector ha logrado consolidar su posición como principal exportador de la economía española, con una participación cercana al 20%.
En cuanto a la creación de empleo también el sector observa un crecimiento notable, con un 3,8% el año pasado, un pun
to porcentual en relación con 2017. Y superior al 2,8% estimado para el país por la contabilidad nacional y al 1,8% del Banco de España.
El director general de Sercobe, Juan Ramón Durán, atribuye los resultados positivos de 2018 a la calidad tecnológica y a que las empresas españolas tienen alta capacidad para permear en otras naciones donde este sector industrial protagoniza una intensa competencia.
Por los datos que compila, Sercobe está convencida de que la Unión Europea constituye el principal destinatario de las ventas del sector, con el 55,1% del total. Y que dentro de la
UE, los tres principales destinos durante 2018 fueron Francia, que concentró el 12,6% de las exportaciones; Alemania, con el 11,3%, y el Reino Unido, con el 6,4%. Acusa, empero, que en este último destino los temores del Brexit le hicieron reducir sus exportaciones en un 17,2%.
Después de la Unión Europea, el segundo mayor mercado global se concentró en el área de Latinoamérica, con el 10,4% de las exportaciones, aunque disminuyeron en un 3%, con totales calculados en 4.331 millones de euros. Estados Unidos y Canadá participaron con el 7,6% de las ventas y África del Norte con el 6,6%.
Las importaciones de la industria también reflejan un sólido comportamiento de la actividad sectorial. En 2018 esta se elevó en un 3,5% frente a 2017, hasta los 54.025 millones de euros, constatando una buena conducta de la demanda interna en España.
La industria de bienes de servicio también valora los resultados alcanzados en cuanto a las inversiones propias, las cuales reflejaron el 6,6% de la facturación total, cifra que se ubica muy por encima del 1,9% del año anterior.
Por su parte las cifras diagnostican que el consumo interno se mantiene sano y fuerte. Este llamado en el argot como consumo aparente (facturación menos exportación y más importación) ha crecido 3,7 puntos porcentuales hasta el 27,1% de la facturación total. Y es el mayor puntaje obtenido desde 2015, cuando se registró un incremento del 13%.
OPTIMISMO EN LA INCERTIDUMBRE
Acerca de las amenazas latentes por el devenir de los factores económicos que se derivan del Brexit, la guerra comercial y la situación en el Golfo Pérsico, y algunas circunstancias más,
Sercobe estima que las previsiones de crecimiento para 2019 deben partir de la cautela.
Al término de su más reciente asamblea anual, el director general de la Asociación, Juan Ramón Durán, expresó: “El Brexit tendrá efectos negativos en la industria, no solo la española, sino en toda Europa, pero no tenemos estimaciones exactas sobre cuánto nos puede afectar. De todas formas, es una situación que nuestras empresas podrán manejar”.
DECRECIMIENTO ANTICIPADO
Pasado el agudo incremento del 15,8% que registraron las exportaciones del sector en 2017, cuando recuperó la tendencia alcista y logró anotarse un dato catalogado como histórico, en la pasada gestión las expectativas se contrajeron ligeramente en un 0,1%, hasta situarse en 41.500 millones de euros. Observadores de la economía estiman que se anticipa una desaceleración para los próximos años, cuando probablemente pasará su factura.
Durán la califica como una “pequeña contracción”. Y que se tienen previsiones para enfrentarla, entre ellas la fabricación de lo que este sector sabe hacer, como es el levantamiento de una planta termosolar para generar y proveer a hogares e industrias de energía renovable, con cero carbono. Y hasta muy probablemente la construcción de una refinería de petróleo. Pero ambas opciones exigen periodos de ejecución plurianual.
El profesor Rafael Pampillón, de IE Business School Instituto de Empresa –una de las principales escuelas de negocios del planeta– considera se refiere a las inversiones que este sector hace más allá de las fronteras ibéricas. Sostiene que este descenso del 0,1% se atribuye a que las empresas ulteriores posponen sus decisiones de inversión, a la luz del enfriamiento de la economía mundial.
A su modo de ver, las empresas cambian su maquinaria, obsoleta o desgastada, pero argumenta que no tienen capacidad de ampliarse para adquirir nuevos equipos y maquinarias industriales.
Según Pampillón, al fragor de la guerra arancelaria entre América y Asia, y el Brexit, se adicionan las decisiones políticas que adoptan algunas naciones sobre todo latinoamericanas, las cuales generan situaciones de incertidumbre. En consecuencia, empresas de muchas partes del mundo han retrasado sus decisiones de inversión.
COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL
Por su parte José Félix Sanz, colaborador de la Fundación de las Cajas de Ahorros de España (Funcas) y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, considera que se trata de una la leve caída de las exportaciones en el sector de bienes de equipo. Y que vista en forma general se reflejará en una muy posible ralentización de la economía global. A su modo de ver, el contexto internacional de decaimiento económico tendrá un impacto relevante en la productividad de las factorías españolas.
En forma cruzada, Durán y el gremio que dirige tienen la convicción de que la suma de estas variables geopolíticas, más el reajuste en el sector de la automoción y el cambio climático, también tendrán su impacto en el devenir del sector de bienes de equipo de España.
Sercobe aglutina a más de 130 firmas y grupos industriales, así como a cuatro asociaciones sectoriales. Representa ante la administración pública a poco más de 400 empresas y agrupaciones íntimamente relacionadas con el diseño, la fabricación, el mantenimiento, el montaje y el reciclaje de bienes de equipos. No solo con el Estado colabora en aspectos relacionados con su especialización industrial, sino con organizaciones empresariales nacionales y europeas.
En sus estatutos Sercobe asegura que sus agremiados logran promover la exportación de bienes de equipo e instalaciones industriales, y que brindan capacidad probada de identificación y desarrollo de oportunidades de negocio en el mercado exterior y en la gestión y ejecución de proyectos internacionales.
Además afirma que incentiva y apoya actividades de investigación y desarrollo (I+D+i), la calidad en la producción, la seguridad de los bienes de equipo y la protección del medio ambiente. Y que en su conjunto estos enunciados y su ejecución insuflan constantes mejoras a la competitividad empresarial, no solo del sector sino de toda la industria española en general.
El sector de los bienes de equipo ha logrado consolidar su posición como principal exportador de la economía española, con una participación del 20%