Solunion
El mejor socio para las empresas
Los riesgos se multiplican para las empresas y el mercado global en una coyuntura económica en la que se aprecian los primeros síntomas de desaceleración. El cambio climático y la guerra comercial añaden incertidumbre y volatilidad. El seguro de crédito es una garantía que no solo cubre los impagos, sino que puede prevenir la insolvencia.
Las barreras comerciales son la principal causa del frenazo en el crecimiento mundial, pero los recortes económicos tienen su origen en más factores que inciden directamente en la desaceleración que hoy ya es una realidad cierta. Es posible que estos síntomas de retraimiento en los mercados no desemboquen en una nueva crisis global como la vivida a partir de 2009, pero el dinero es miedoso y su zozobra se contagia de inmediato a las empresas. Los desafíos son múltiples y para afrontar el reto de seguir creciendo es necesario identificarlos. A los riesgos derivados de la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos frente a China, que ya afecta de lleno a la Unión Europea, hay que añadir la amenaza
del Brexit en lo económico y las incertidumbres financieras derivadas del cambio climático, que penalizarán a todas aquellas organizaciones que no apuesten por la inversión sostenible y la transición energética hacia un modelo de economía circular y, asimismo, amenaza con catástrofes y desastres naturales que afectan a la cuenta de resultados de las empresas.
Aunque los síntomas de desaceleración han disparado todas las alarmas, los bancos centrales y las autoridades monetarias mundiales han desplegado un conjunto de medidas para evitar una nueva crisis. En España también se aplican cortafuegos a la recesión, pese a la dependencia de las exportaciones y al peso económico que tienen en el PIB. Precisamente la exportación fue uno de los motores que propició el denominado milagro económico español, según un estudio realizado por Euler Hermes, que junto a MAPFRE gestiona (50/50) Solunion, la joint venture de seguros de crédito y de caución. Según este informe, el fin del milagro económico español hunde sus raíces en la desaceleración de las exportaciones, que dependen de la demanda externa y frenan el comercio de bienes y servicios e impulsan el incremento de los costes laborales, lo que condena a las empresas a una pérdida de competitividad. En segundo lugar está el consumo privado, que en España está directamente relacionado con la creación de empleo.
La tónica general será un crecimiento plano e inferior al conocido en los últimos años. En consecuencia, los mercados serán más volátiles y los flujos de capital volubles. También tendremos unos precios volátiles de los productos básicos (~70 $/ bbl para el petróleo), monedas (depreciación del 3-5% en promedio) y flujos de capital para los mercados emergentes. Estos riesgos se traducen para las empresas es un aumento de las insolvencias de un +8% (en 2019 y 2020).
La exportación y la internacionalización suponen una oportunidad de oro para las empresas, pero conllevan los riesgos inherentes a cualquier operación comercial que, además, se ven agravados por el desconocimiento del mercado en el que se desarrollan: comportamientos de pago, contexto económico, comercial y legal, etc.
El impago es una de las principales causas de insolvencia e incluso de cierre de las empresas. Las consecuencias pueden ser diversas, dependiendo de variables como la solvencia económica de la compañía o la cuantía del impago. Sin embargo, un solo siniestro puede ser suficiente para hacer que la empresa tenga graves problemas de solvencia. La cobertura de siniestros, pero sobre todo la prevención de los mismos, son las claves para asegurar la viabilidad del negocio ante posibles moras o impagos.
Según afirma Laurent Treilhes, director general de Solunion España, ni grandes empresas ni pymes están exentas de sufrir impagos. “En general –explica–, toda operación comercial a crédito presenta riesgos de impago. Lo que ocurre es que, tradicionalmente, la pyme no ha utilizado mecanismos como el seguro de crédito para proteger sus cuentas por cobrar tanto como las grandes empresas, muchas veces por la dificultad para abordar una operativa que requiere recursos. Sin embargo, la conciencia de protección ha crecido mucho durante los últimos años y, sobre todo, en un contexto de incremento de la exportación. Y el seguro de crédito se adapta a la realidad de todo tipo de compañías y cuenta con productos adaptados para ellas y, en este caso, para las pymes”.
Los seguros de crédito y de caución se erigen en palanca para el desarrollo comercial y crecimiento de las empresas. En el conocimiento del negocio y el correcto análisis de los riesgos radica la clave del éxito comercial. Solunion aspira a ser un so
cio más de las empresas en su negocio porque un impago puede generar en la empresa un déficit de tesorería que debe ser cubierto con fuentes de financiación alternativas. En el caso de que la planificación no lo haya previsto, surgen necesidades de financiación que deben ser cubiertas de forma inmediata, generalmente con un coste muy elevado. En los peores casos puede suponer el cierre del negocio.
INNOVACIÓN Y EXPERIENCIA DEL CLIENTE
En Solunion se ofrecen soluciones y servicios de seguros de Crédito, de Caución y de Recobro para compañías de España y Latinoamérica –en España y Argentina, desde 2013, y desde 2014 en Chile, Colombia y México. A día de hoy, ofrece sus productos en hasta 16 países de Latinoamérica–. Una completa red internacional de vigilancia de riesgos analiza la estabilidad financiera de empresas (monitoriza a más de 40 millones de empresas en todo el mundo), países y sectores de actividad, respondiendo a las necesidades de sus asegurados en todo el mundo. Cuenta con la mayor red de distribución comercial en todos los países donde desarrolla sus actividades y su capacidad de innovación se adapta con flexibilidad a las exigencias particulares de cada cliente.
Para Laurent Treilhes, la prospección de nuevos mercados y clientes es vital para el desarrollo de una empresa. “Cuando comenzamos a trabajar con un cliente, debemos conocer su capacidad de pago. Pero el análisis de nuestros socios comerciales no solo debe realizarse en el momento previo al establecimiento de la relación, sino de forma continua. Conocer la solvencia de nuestros clientes en todo momento es un ejercicio que permite tener una cartera sana, diversificar el riesgo y dedicar esfuerzos a los socios que sabemos que van a darnos un buen rendimiento. Aquí es importante la cercanía al riesgo. Para las empresas, y más en el caso de las exportadoras, resulta complicado conocer la capacidad y las tendencias de pago de sus socios. De ahí la importancia de contar con recursos dedicados a esta tarea”.
Existen diferentes formas de gestionar el riesgo comercial. Sin embargo, la herramienta más completa es el seguro de crédito, que va más allá de una simple cobertura. Tiene una triple función de prevención del impago (que también supone una asesoría en la elección de clientes y mercados), gracias a la vigilancia constante del riesgo; recuperación del impago, mediante la función de recobro; y finalmente indemnización, en caso de no conseguir recobrar las cantidades impagadas.
Los economistas han revisado las previsiones del crecimiento del PIB durante los últimos meses, acompañando la pérdida de confianza observada en el mercado de renta fija. Por ahora, existe un gap entre los fundamentos y el mercado de renta variable, que ha reaccionado de manera positiva a la docilidad de los bancos centrales. Menos intensa y más breve que la última recesión, la próxima desaceleración pondrá a prueba la capacidad de los actores, especialmente ahora que la cooperación internacional y las herramientas políticas tradicionales se están debilitando. Los estímulos privados serán importantes, tanto como una buena previsión de riesgos que garantice coberturas y todo tipo de contingencias, incluso antes de que lleguen a producirse.