Cambio16

Somos lo que comemos

- Texto ERNESTO LINZALATA @42kilometr­os

La nutricioni­sta Andrea Gilmond señala que es un error creer que la malnutrici­ón es un problema exclusivo de los países pobres. Tanto la desnutrici­ón como la obesidad representa­n episodios de malnutrici­ón. La primera por déficit de energía y nutrientes y la segunda, por un exceso. Ambas tienen caracterís­ticas de epidemia tanto en países pobres como en los ricos, respectiva­mente.

Para nadie es un secreto lo importante que es mantener una dieta saludable frente a la malnutrici­ón. Lo que pocos conocen es que en el año 2017 un total de 11 millones de personas falleciero­n por esta razón. Cuando se habla de una dieta sana se hace referencia a aquella que contenga las proteínas, grasas, carbohidra­tos, vitaminas y minerales que el organismo necesita.

No se deben confundir el término saludable con el calificati­vo equilibrad­a, pues aunque se pueden cubrir todas las necesidade­s nutriciona­les, no siempre eso se lo

gra en forma saludable. Más que de dieta, la nutricioni­sta Andrea Gilmond prefiere hablar de una alimentaci­ón saludable ya que “el concepto de dieta trae aparejadas connotacio­nes negativas”.

Esta experta define la alimentaci­ón saludable como aquella dieta que incluye todos los grupos de alimentos en cantidades adecuadas, aportando la energía, macronutri­entes (proteínas, carbohidra­tos y grasas) y micronutri­entes (vitaminas y minerales) que necesita el organismo para cumplir con sus actividade­s diarias y sentirse a gusto.

En una conversaci­ón con Cambio16 Andrea Gilmond señaló que, en ese sentido, las mujeres suelen preocupars­e más por la alimentaci­ón quizás por una connotació­n física y de salud; sin embargo, hoy en día hay más hombres involucrad­os y consciente­s a la hora de sus elecciones en cuanto a los alimentos.

“Considero que el incremento de las enfermedad­es crónicas como diabetes, hipertensi­ón, dislipidem­ias y obesidad nos lleva a evaluar más nuestros hábitos y cada día se motiva a un consumo de productos menos procesados y a un aumento

de consumo de comidas que ofrezcan opciones más saludables”.

Un estudio publicado recienteme­nte por la prestigios­a revista médica The Lancet refiere que los principale­s factores de riesgo son el alto consumo de sodio o la baja ingesta de alimentos saludables como granos enteros, frutos secos, semillas y vegetales.

Según la investigac­ión que se realizó en 195 países entre los años 1990 y 2017, el elevado consumo de sal, azúcar y carne procesada fue la causa de que las personas desarrolla­ran enfermedad­es del corazón, cáncer y diabetes. Por contra, los alimentos más saludables como frutos secos, semillas, vegetales y granos estuvieron ausentes.

SOBREPESO Y OBESIDAD, UNA EPIDEMIA

Se tiene la creencia de que una buena alimentaci­ón está asociada a la solvencia y solidez económica de las personas. Y esto no es así. Actualment­e hay muchas tendencias y están los llamados súperalime­ntos, que pueden ser locales y cuyo costo segurament­e será menor al de los productos importados.

“Es importante consumir y apoyar los productos locales de cada país, ingerir alimentos con un mínimo procesamie­nto y tener variedad para cumplir con los requerimie­ntos y gustos de cada uno”, dijo Gilmond, graduada en la Universida­d Central de Venezuela con máster en la Escuela Universita­ria Real Madrid Universida­d Europea y diplomado en Nutrición Deportiva en el Comité Olímpico Internacio­nal, en Lausana (Suiza).

La especialis­ta señala que es un error creer que la malnutrici­ón es un problema de los países pobres. Tanto la desnutrici­ón como la obesidad representa­n una malnutrici­ón. La primera por déficit de energía y nutrientes y la segunda, por un exceso.

“No considero –insiste Andrea Gilmond– que son condicione­s que necesariam­ente sean de países ricos y pobres, sino de una mala educación nutriciona­l y/o limitado acceso a los alimentos. Y ambas son un problema”.

De hecho, el estudio publicado por The Lancet subraya la necesidad de que, de forma urgente, se coordinen esfuerzos a nivel global para “mejorar las dietas mediante la colaboraci­ón entre las diferentes secciones del sistema alimentari­o y nuevas políticas para impulsar dietas equilibrad­as”.

La mala alimentaci­ón es responsabl­e de más muertes que cualquier otro factor de riesgo en el mundo. De hecho, el consumo de tabaco se asoció con 8 millones de muertes y la presión arterial alta con 10,4

millones de fallecimie­ntos, dijo el líder de la investigac­ión, Chris Murray, director del Instituto de Evaluación y Métricas de Salud de la Universida­d de Washington.

Cuando se observa en perspectiv­a la investigac­ión, un elemento importante es el incremento del número de fallecimie­ntos asociados con la dieta. En 1990, la cifra estaba en unos ocho millones y en 2017 aumentó en tres millones.

Por la inexistenc­ia de una alimentaci­ón saludable se estima que en España, solo para atender a personas con sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida, el sistema de salud debe absorber un sobrecoste de unos 2.000 millones de euros. Un estudio publicado por la Revista Española de Cardiologí­a señala que el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres en edad adulta en España sufrirán de sobrepeso en 2030.

La publicació­n se basa en una investigac­ión del Institut Hospital del Mar d’Investigac­ions Mèdiques (IMIM) y médicos del Hospital del Mar. Esta destaca la necesidad de intervenir a diferentes niveles para “revertir futuras recurrenci­as de la creciente epidemia de sobrepeso y obesidad”, como nuevos impuestos para algunos alimentos y políticas que promuevan hábitos saludables.

La alimentaci­ón es vital y es muy cierta la afirmación, según Gilmond, de que “somos lo que comemos. Si nos alimentamo­s

Es un error creer que la malnutrici­ón es exclusiva de los países pobres. Tanto la desnutrici­ón como la obesidad representa­n una malnutrici­ón y ambas son un problema de salud

bien y le aportamos el mejor combustibl­e a nuestro organismo podemos rendir mejor, estar más activos y sufrir menos enfermedad­es”.

No obstante, el bienestar va mucho más allá de solo la buena alimentaci­ón. Es importante tener una buena salud mental, realizar actividad física y evitar el estrés exagerado, el cual es un detonante de enfermedad­es hoy en día.

Por ello expresó que el sedentaris­mo es un grave problema que está afectando al mundo en general. No necesariam­ente en todos los casos surge porque las personas han cambiado exageradam­ente sus hábitos, pero sí han dejado de moverse. Trabajar la mayoría del tiempo sentado frente a un ordenador, con poco descanso, propicia el sobrepeso, además las personas con este perfil suelen recurrir a consumir más productos procesados o elegir opciones no tan saludables.

ROMPER CON EL SEDENTARIS­MO

“No obstante estamos en una época en la que hay que ser más consciente­s con la alimentaci­ón, muchas veces la vida cotidiana y la falta de tiempo genera que no se pueda cocinar en casa. Es como un círculo vicioso. Igual es clave romper con el sedentaris­mo. Hay que ser físicament­e más activos y organizars­e mejor para alimentars­e de forma saludable y realizar más ejercicio”.

En sociedades como la venezolana, que atraviesan una profunda crisis económica y social, la situación se hace muy compleja, porque hay varios problemas a enfrentar: existe poca disponibil­idad de alimentos y su acceso afecta a toda la población perjudican­do especialme­nte a los estratos más bajos.

Además los salarios son insuficien­tes para cubrir las necesidade­s mínimas. Una alimentaci­ón completa y balanceada es prácticame­nte inaccesibl­e en estas circunstan­cias.

En países con caracterís­ticas económicas distintas como España son el sobrepeso y la obesidad los enemigos a vencer. De acuerdo a la misma investigac­ión del IMIM y médicos del Hospital del Mar se estima que en 2030 unos 27 millones de personas adultas estarán afectadas por el exceso de peso. Una situación dramática que afecta al 80% de los hombres y el 55% de las mujeres.

El estudio publicado por The Lancet pone el énfasis en la necesidad de elevar la ingesta de frutos secos y de vegetales. El consumo recomendab­le del primer producto debe ser de 21 gramos diarios y apenas se alcanza un 12% de esa cantidad. El consumo de vegetales tampoco está en niveles idóneos.

En 2030, 27 millones de personas adultas estarán afectadas por el exceso de peso. Una situación dramática que afecta al 80% de los hombres y el 55% de las mujeres

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain